Continuando
con la Reflexión pasada acerca del tema “el fascismo se cura leyendo y el
racismo viajando”, una frase de Miguel De Hunamuno que me llamó la atención;
paso ahora a referirme del prestigioso escritor venezolano Luis Britto Garcia,
a quien conociera personalmente en el entierro de mi tío el pintor Roberto Obregón
hace unos años, el cual volví a ver y le tome unas fotografías en el Centro
Cultural Lía Bermúdez de Maracaibo; siendo para mí un honor y privilegio tomar
prestado de su Blog éste artículo que fue recomendado por la profesora Cristina
González de RNV, el cual comparto con todos vosotros. Veamos.
“1. Hollywood presenta al fascismo como pandilla de
mal de mal encarados en uniforme que agitan estandartes y gritan órdenes. La realidad
es más perversa. Según Franz Leopold Neuman en Behemoth: The Structure &
Practice of National Socialism, 1993-1944, el fascismo es la complicidad
absoluta entre el gran capital y el Estado. Donde los intereses del gran
capital pasan a ser los de la política, anda cerca el fascismo. No es casual
que surja como respuesta a la Revolución comunista de la Unión Soviética.
2.
El fascismo niega la lucha de clases, pero es el brazo armado del capital en
ella. Aterroriza a la baja clase media y la marginalidad con el pavor a la
crisis económica, a la izquierda y la proletarización y las enrola como
paramilitares para reducir por la fuerza bruta a socialistas, obreros y
movimiento sociales. Musssolini fue subvencionado por la fábrica de armas
Ansaldo y el Servicio secreto inglés; Hitler
financiado por las industrias armamentistas Ruhr; Franco, apoyado por
terratenientes e industriales, Pinochet por Estados Unidos y la oligarquía chilena.
3.
La crisis económica, hija del capitalismo, es a su vez la madre del fascismo. A
pesar de estar en el bando vencedor en la Primera Guerra Mundial, Italia sale
de ella tan destruida que la clase media se arruina y participa masivamente en
la marcha sobre Roma de Mussolini. En la elección de mayo de 1924, Hitler
obtuvo sólo el 6,5 % de los votos. En las de diciembre de ese año, sólo 3,0%. Pero
en la de 1928, cuando revienta la gran crisis capitalista, obtiene el 2,0%, en
1930 gana el 18,3%, y en 1932, 37,2%, con lo cual accede al poder y lo utiliza
para anular a los restantes partidos. Pero el fascismo no resuelve no remedia
la crisis: la empeora. Durante Mussolini el costo de la vida se triplicó sin
ninguna compensación salarial. Hitler empleó a los parados en fabricar
armamentos que condujeron a la Segunda Guerra Mundial, la cual devastó Europa y
causó sesenta millones de muertos. Franco inicia una guerra civil que cuesta
más de un millón de muertos y varias décadas de ruina; los fascistas argentinos
eliminan unos treinta mil compatriotas, Pinochet asesina unos tres mil
chilenos. Tan malo es el remedio como la enfermedad.
4.
El fascismo convoca a las masas, pero es elitista. Corteja y sirve a las
aristocracias, sus dirigencias vienen de las clases altas e instauran sistemas jerárquicos
y autoritarios. Charles Maier, historiador, recalca que hacia 1927, el 75% de
los miembros del partido fascista italiano venia de la clase media y media
baja; sólo el 15% era obrero, y un 10% procedía de la elites, los cuales sin
embargo ocupaban las altas posiciones y eran quienes en definitiva fijaban sus
objetivos y políticas. Hitler establece el ‘Fuherer-Prinzip’; cada funcionario
usa a sus subordinados como le parece para alcanzar la meta, y rinde cuenta
sólo al superior. El caudillo falangista responde sólo ante Dios y la historia,
vale decir, ante nadie.
5.
El fascismo es racista. Hitler postuló la superioridad de la raza aria,
Mussolini arrasó con libios y abisinios, y planteó el sacrificio de medio
millón de eslavos ‘barbaros e inferiores’ a favor de 50.000 italianos
superiores. El fascismo sacrifica a sus fines a los pueblos o culturas que
desprecia. Los falangistas tomaron España con tropas moras de Melilla. Alber
Speer, el ministro de industrias de Hitler, alargó la Segunda Guerra Mundial de
dos a tres años más con la producción armamentista activada por tres millones
de esclavos de razas “inferiores”.
6.
Fascismo y capitalismo tienen rostros aborrecibles que necesitan mascaras. Los fascistas
copian consignas y programas revolucionarios. Mussolini se decía socialista, el
nazismo usurpó el nombre de socialismo y se proclamaba partido obrero (arbeite); en su programa sostenía que no
se debía tolerar otra renta que la del trabajo. Por su falta de creatividad,
roban los símbolos de movimiento de signo opuesto. Los estandartes rojos
comunistas y al cruz gamada, símbolo solar que en Oriente representa la vida y
la buena fortuna, fueron confiscados por los nazis para su culto de la muerte.
7.
El fascismo es beato. Los curas apoyaron a los falangistas que salía a matar prójimos
y fusilar poetas. El papa bendijo las tropas que Mussolini mandó a la guerra;
nunca denunció las tropelías de Hitler. Franco y Pinochet fueron idolatrados
por la iglesia.
8.
El fascismo es misógino. La misión de las mujeres se resume en kirche, kuchen, kínder, vale decir, iglesia,
cocina, niños. Nunca figuró públicamente una compañera al lado de sus líderes;
quienes las tuvieron, las escondieron o relegaron minuciosamente. Nunca aceptaron
que una mujer ascendiera por propio mérito o iniciativa. Hitler las encerró en
granjas de crianzas para parir arios; Mussolini les asignó el papel de vientres
para incrementar la demografía italiana, Franco y Pinochet las confinaron en la
iglesia y la sala de partos.
9.
El fascismo es anti intelectual. Todas las vanguardias del siglo pasado fueron
progresistas: la relatividad, el expresionismo, el dadaísmo, el surrealismo, el
constructivismo, el cubismo, el existencialismo, la nueva figuración. A todas,
salvo el futurismo las trató como ‘arte degenerado’. El fascismo no inventa,
recicla. Sólo cree en el ayer, un ayer imaginario que nunca existió. El fascismo
asesino de Matteotti, encarceló a Gramsci, fusiló a Garcia Lorca e hizo morir
en la cárcel a José Hernández. Pinochet asesinó a Victor Jara. Cuando oigo
hablar de cultura, saco mi pistola, decía Goering. Cuando oigamos hablar de
fascismo saquemos nuestra cultura.”[1]
Hemos
dedicado un buen espacio a este tratado que sucinta la verdad vivida de la
misma historia de la humanidad. Nuestra intención es educativa y reflexiva para
la toma de conciencia. Abogamos por la Paz que sobrepasa todo entendimiento. Pedimos
oraciones y rezos por nuestra amada
Venezuela. Padre del cielo y de la tierra libra a la América Latina y el Caribe
de todo mal. En Jesús. Amen.
Jairo Obregón
13/03/2014
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