Este es un tema para los
expertos en la materia, la cual ha entrado en una fuerte discusión para el
eco—sistema y la vida en el planeta. Aunque no soy ingeniero en gas, ni nada
parecido, como educador me veo en dar una alerta ecológica porque lo que está
en peligro es la continuación de todos los que vivimos y respiramos en la
Tierra, que es nuestra Pacha Mama a la manera indígena del altiplano andino.
“El
gas de Esquito, también conocido como gas de lutita o gas pizarra (en ingles: shale gas y en francés: gaz de
schiste), es un hidrocarburo en estado gaseoso que se encuentra en las
formaciones rocosas sedimentarías de grano muy fino. Este tipo de gas natural
se extrae en zonas profundas en terrenos donde abunda el esquito, la lutitas o
las argilitas ricas en materia orgánica. El interior rocoso del esquito
presenta baja permeabilidad, lo que impide su ascenso a la superficie. Por
ende, para la extracción comercial de dicho gas, es necesario fracturar
la roca hidráulicamente.
Recientemente, a partir del 2010 el gas de esquito ha tenido un auge
comercial importante, sobre todo en los Estados Unidos, pero también es un
recurso natural sensible en los países como Francia y Canadá.
El
balance de la extracción del gas de esquito está llamado a un debate ecológico y
medioambiental, pues a esta industria se le acusa de destruir fuentes de agua dulce
tanto exteriores como subterráneas. También se le critica por aumentar la
cantidad de emisiones de gases de invernadero, principalmente
el dióxido
de carbono. Geológicamente, la extracción de este tipo de gas, se le
acusa de ser responsable de al menos de dos temblores de tierra en Gran Bretaña
y otro en Arkansas (EEUU).
En
Quebec, un reciente estudio demostró que los yacimientos de extracción sufren
de fuertes emanaciones de gas, lo que despertó un fuerte rechazo de la
población local hacia esta industria.”[1]
El impacto geo—ecológico es de suma
importancia puesto que nos encontramos con una nueva forma de destrucción del
planeta empezando en sus profundidades. Para nadie es un secreto que este
efecto destructivo seguirá causando terremotos de baja a gran intensidad en las
zonas donde se produce el esquito. La naturaleza se estremece desde sus
entrañas y el quiebre de la roca en forma horizontal sería una buena tarea de
investigación para los expertos. Lo que coloquialmente pensamos es que de
seguir extrayendo con este método riguroso traería un desorden en las rocas
profundas haciendo que se hunda los terrenos desapareciendo ante nuestros ojos.
No es cuestión de ser profeta del desastre, es alzar la voz de los que optamos
por la vida y no por la ganancia del capital.
Estamos
ante la presencia de una deformación de lo que conocemos hasta entonces como
planeta tierra. La sed insaciable por los recursos del planeta es lo que
provoca guerras hasta por estornudar mal, o por cualquier causa son las nuevas
amenazas a la que la población tendrá que encarar; por el lucro de las
corporaciones o trasnacionales que devoran al planeta por la ganancia, que en
sentido figurado es la serpiente antigua que le da fuerza al dragón y a la
segunda bestia que es llamado el falso profeta. (Apoc. 12,13).
Amemos
la VIDA por encima del dinero. No al capital que mata. No a la destrucción del
planeta….
En esto pensad.
JAIRO OBREGÓN
FUNDACIÓN MISIONERA OBREGÓN
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Fundaobregon Obregon
2013-07-21 horas: 10pm. San Francisco, Venezuela.