No podemos pasar por alto los últimos acontecimientos
que se signaron en las elecciones presidenciales en Venezuela este 07 de Octubre
de 2012. Ésta ha sido unas de las elecciones democráticas, no sólo reconocida
por las instituciones de éste País; sino, por numerosos organismos
internacionales. Basta ver la madurez política que hace notorio y
comunicacional, en Venezuela y resto del mundo. Ésta “Campaña” fue sumamente intensa y desafiante en medio de dos
visiones de País casi totalmente antagónicas. La contienda electoral se dio con
una altísima participación, donde predominó el saber ganar, y el saber perder;
sin embargo, ganó la Patria venezolana.
Los actores políticos venezolanos, como
todos sabemos, la mayoría optó por el candidato Comándate Hugo Chávez con 55% de los votos, y
el líder de la oposición Enrique Capriles con el 44% de los votos escrutados. Es que
independiente de las ideologías políticas, los venezolanos nos crecemos en las
dificultades. Hemos dado una lección al mundo cuando el 80% de los electores
corrieron a votar desde muy altas horas de la madrugada a ejercer su voluntad y
su derecho. Es preciso decir que en Venezuela no es obligado votar; sin
embargo, la cultura de participación y civismo se impuso, contra los augurios
de debacle. El Pueblo triunfó. Ahora esto no quiere decir que no haya algunos
que desean ir por los caminos del anti diálogo, la locura y los odios
enconados. En todo caso pediremos a Dios por la paz, el respeto mutuo y la
buena convivencia entre hermanos y hermanas de un mismo pueblo.
Ahora, volviendo a la pregunta de
reflexión, ¿Por qué tener un debate en medio de dos polos opuestos y
contradictorios? No soy el más indicado para determinar el rumbo a seguir los destinos de Venezuela. Quien escribe
siempre ha tenido una opción progresista independiente. Creo en una libertad de
conciencia plena. Manifiesto mi opción por los Pobres de la tierra, como una
expresión del evangelio “…y a los pobres es anunciado el evangelio”[1].
El evangelio es para todos, sí, pero los más débiles y excluidos perennemente,
los sin techo, los descalzos, los enfermos que están casi completamente
desamparados en el mundo son los que más sufren; inclusive, a los “ricos” que
tengan una actitud de respeto para los demás. El evangelio es buena nueva a los
pobres. Para tratar de entender esta postura teológica contractual, habría que dar un espacio bien delineado que
por falta de espacio no podemos precisar en esta entrega.
A pocas horas de terminar la contienda
electoral, los actores políticos Hugo Chávez y Enrique Capriles tuvieron un
primer diálogo por vía telefónica, según la cuenta de red social de Twitter,
dado a conocer por los medios de comunicación, ojala esta tendencia no cambie. Ambos
son hijos de la Patria, de Bolívar, y de todos los próceres que dieron la
independencia.
Los motivos para un diálogo constructivo
no se hacen esperar. Estamos llamados a madurar políticamente. Aquí debemos respetarnos
los uno y los otros, ejercer cada quien sus derechos y deberes. Se debe sentar
un precedente para construir puentes que unan fuerzas de amor. Sólo nos falta
para llegar a la completa madurez política es tener una “conciliación” que nos
lleve a una “reconciliación”. No podemos llevarnos por los intereses ajenos a
nuestra realidad. Los venezolanos somos gente alegre que vive tranquila aun con
sus diferencias y convergencias. No debemos vernos como una torta partida por
la mitad. Somos venezolanos y venezolanas. Cada quien tiene una parte
interesante que desarrollar de manera cívica. La tolerancia no debe concebirse
como debilidad, al contrario, es una base solida de co-ayuda.
Tampoco se debe entender un diálogo como
un “quítate tú, para ponerme yo”, que
aquí no pasó nada, que todos vivíamos como iguales. Quien piense así, esta
despalda a la historia. Desde los tiempos bíblicos viene signándose una fuerte
dosis de “racismo” y “ clasicismo” que no podemos pasar por alto. De igual modo,
no todos los que sean contrarios a nosotros tienen que ser considerado un
enemigo en potencia. Debemos dejar el odio de clases, el sesgo mediático, la
manipulación descarada. Aprendamos a decirnos la verdad los unos a los otros
con sinceridad, pero con respeto mutuo. El evangelio es un puente de diálogo para
el debate y la conciencia. Todos y todas tenemos los mismos derechos y deberes.
No estamos solos en el País. Los revolucionarios y opositores deben levantar
sus banderas ideológicas con respeto y consideración. Los egoísmos y odios
deben desaparecer del escenario político coherente.
Cada
quien con su ideal y conciencia. Eso no está en discusión. Es un reto de País
que debemos saber enfrentar. Sin dar saltos y patadas a la mesa de diálogo o
negociación. Para esto hay que ser valientes de espíritu. Saber escuchar, y
callar, para ser oído, y oír. Los temas a tratar son de inclusión, no de
exclusión. Se debe un quehacer social, político y económico.
Cada quien, debe saber hacer lo suyo, cada
quien debe proponer su parte. Este domingo 07 de octubre es un hecho inédito en
el mundo. No es poca cosa lo que sucedió en medio del torbellino de la prensa
amarillista venida de la Europa que se hunde en su neo liberalismo, pretender
dar lecciones o azuzándonos con sus componendas nefasta y necrofilia. Esos viejos
imperios todavía quieren arruinarnos. Eso es la verdad, nada más que la verdad.
Hasta un Alcalde de España, por ejemplo, tiene que ponerse en huelga de hambre
para que su gobierno le de la parte que le corresponde para cumplir con sus
votantes, puesto que su “banca” no tiene “dinero”, informa Walter Martínez en
su Dossier. En otra entrega hablaremos un poco de lo que pasa al otro lado del atlántico.
Hemos visto que si se puede dialogar, si
se puede entender y entenderse. El diálogo debe ser el corazón y camino
para dar una lección al mundo que con dos visiones se puede convivir, en un
solo País. Repito un País, dos visiones, como la derecha e izquierda que un
cuerpo necesita. En un cuerpo hay dos ojos, dos oídos, dos brazos y dos piernas,
no por eso dejan de ser parte del cuerpo. La unidad en la diversidad es la
consigna a seguir. La unidad no es una camisa de fuerza para dominar los brazos
con sus dos manos. La unidad diversa y plural es la mejor demostración de amor.
Esta es la base del evangelio de Jesucristo que nos amemos los unos a los otros
en amor fraternal[2]. “Bienaventurados
los pacificadores…” [3]
En esto pensad.
JAIRO OBREGÓN
FUNDACIÓN MISIONERA OBREGÓN
Twitter: @obregonjairo
Facebook: Fundaobregon
Obregon
2012-10-08 horas: 10pm. San Francisco, Venezuela.