Hagamos un poco de historia.
A lo mejor algunos no concuerden conmigo. Tendrán sus razones. Quizás. Simplemente
rompo el silencio. Veamos el mundo en contexto.
En el siglo XIX la moneda se
consideraba “moneda dura”, por su valor en libras y onzas de oro puro, la población
mundial se sentía segura por su valor real, y logró el equilibrio financiero y económico,
según los historiadores. Aquí en Venezuela se conoció las “morocotas de oro” y
monedas de plata. Era la continuación del patrón oro que durante toda la
historia de la humanidad se equiparó casi a nivel mundial.
El siglo XX la moneda tuvo
varios cambios, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial de 1945, cuando
EEUU rompió con el respaldo del Dólar con relación al patrón Oro en 1971, y se
denominó, “moneda Fiat”, sin ningún respaldo con el oro y la plata, y significa:
“hágase” y “que así sea”. Tiene ese alias porque existe por decreto, por ordenanza
de un poderío. No se puede cambiar o canjear por oro o plata. No tiene respaldo alguno. Es puro
papel imprimido. Nada más.
El siglo XXI, es considerado
por un cambio casi total, en la economía y financiamiento mundial, es la era de
las criptomonedas o criptoactivos. Está basado en un intercambio, sin intermediarios
de la banca mundial, ni está regida a sus órdenes. Es completamente digital o electrónica,
sin el entramado financiero internacional. Nace en 2009 después del derrumbe económico
de los bancos estadounidenses, producido por una burbuja inmobiliaria que llevó
a una recesión financiera, comentan los expertos.
Es ahí donde China, llamado
el gigante asiático, retenedor de la deuda de los EEUU, que según los expertos
es de “trecientos trillones de dólares”; creó, e inventó, una criptomoneda, y
la denominó “Bitcoin”, en ese año 2009 valía “0,01” centavo de dólar. Hoy en
día ha tenido los picos de 20.000 $ dólares americanos. Desde entonces, todo
cambió de manera radical, y exponencial, en las relaciones comerciales,
financieras y económicas a nivel mundial. Hoy en día existen más de 1.500
criptomonedas en el mundo, como Bitcoin, Ethereum, Litecoin entre las
principales. No pueden ser jaqueadas, es casi imposible.
Los amantes del dinero Fiat,
objetan, la implantación de nuevos recursos y sistemas, dado que afecta el
entramado financiero del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, las
bolsas de valores, los mercados bursátiles, la Reserva Federal de EEUU y mucho
más. El papel moneda es cosa del pasado. Comentan los analistas independientes.
Se dice que las “criptomonedas
son una burbuja…no, no, son la aguja”, comenta Keiser Report de RT Cadena de
Noticias Rusa. Algunos piensan que complicaría las negociaciones, transacciones
y que su legalidad está cuestionada. Lo que es cierto, según versados, que el
mundo ya no es igual, que todo ha cambiado. No se puede seguir endeudando,
sancionando, bloqueando, obstaculizando, bombardeando a países enteros por
mantener a la fuerza, un sistema que ya murió por viejo, acabado, obsoleto y
caduco. El mundo ya no es el mismo. Estamos viviendo un cambio de paradigma, un
cambio de sistema, un cambio de panorama mundial. Si nos resistimos a los
cambios seremos un fósil de la historia.
Estamos en Tercer Milenio,
donde todo ha de cambiar hasta lo que menos pensamos. Hemos visto La Cuarta
Revolución Industrial, donde lo nuevo es impresionante, e inimaginable, hasta
hace un poco de tiempo. Los avances de la ciencia y la tecnología son cada vez
más gigantescos. A partir de ahora lo que viene es indetenible. No se puede
beber agua dos veces del mismo río, porque tú ya no eres el mismo ni tampoco el
río.
Todavía tenemos muchas cosas
pendientes como el cambio climático, los desechos tóxicos, el basurero de los océanos, la amenaza cibernética,
las armas nucleares. Y sobre todo el respeto por nosotros mismos como seres
humanos como los migrantes y refugiados, en fin.
En este contexto nace El
Petro o criptomoneda y criptoactivo de una nueva arquitectura financiera y económica
y volver a tener la estabilidad monetaria que todos deseamos. Por cierto, es la
única sancionada en el mundo, un día antes de nacer, por el Señor de la Casa
Blanca. Este criptoactivo o criptomoneda es la primera y/o notable en el mundo
basada en las grandes riquezas a manera de respaldo –y no entrega- en petróleo,
oro, diamantes.
El Petro no deja deuda, es
manejada por la cadena de bloques (Block Chain), el Libro Blanco (White paper),
y un registro de minería que lo hace más confiable, sustentable y duradero en
el tiempo. El pesimista ve el vaso medio vacío, el optimista ve el vaso medio
lleno y el emprendedor va en búsqueda de más agua.
En otras palabras Venezuela,
la Patria de Bolívar, entró al siglo 21. Desde luego, con todas nuestras contradicciones
como cualquier país en el mundo. Venezuela se levanta, en grande de manera profética.
El “Bolívar” como moneda denominada “Soberanos”, estará anclada al Petro y no
al Dólar en toda la economía nacional e internacional, a partir del 20 de
Agosto de los corrientes.
Pedimos a Dios que nos ayude
a salir de la gran crisis inducida, fustigada, castigada; y nos proteja de las
apetencias malsanas, desfavorables, nocivas extranjera. La espina de hoy será
la flor de mañana. La oruga de hoy será la mariposa de mañana.
El mundo cambió, ya no es el
mismo, ya no se puede seguir con pretensiones hegemónicas. No estamos en la
mitad del siglo pasado donde se daban órdenes y se obedecía. No podemos seguir
como estamos cruzados de brazos. No estamos en la guerra fría esperando que
alguien toque el botón rojo. No queremos una tercera y última guerra mundial
donde no haya vencedores ni vencidos. No queremos ver a la humanidad hundida en
el hambre y la guerra. No queremos ver gente huyendo como migrantes
desesperados. No queremos ver gente llorando y fingir una sonrisa ante una
foto. No, no.
Pensemos, que otro mundo es
posible aquí y ahora. Otro mundo de valores humanos. Otro mundo es necesario
que de equilibrio. Otro mundo de vida abundante y plena. Otro mundo donde todos
seamos hermanos y hermanas. Otro mundo que mire bien al futuro. Otro mundo de
paz con pan y pan con paz. Te lo pedimos Oh Dios, en Jesús. Amén.
En esto pensad.
JAIRO OBREGÓN
16/08/2018
Maracaibo, Venezuela.