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martes, 1 de diciembre de 2020

LA MALARIA O PALUDISMO: LA PRÓXIMA PANDEMIA QUE NO SE PUEDE PASAR EN ESTOS MOMENTOS POR ALTO EN EL MUNDO

 

 

 “La moda de las pandemias”

¡Más vale prevenir que lamentar! Dice un viejo dicho la sabiduría popular. ¡Parece una película o una serie de terror de Netflix, que nunca termina su suspenso o continuación: como la serie de la Casa de Papel, que se hizo viral en todo el mundo! ¡Se visualiza como una “moda peligrosa” padecer pandemias! No basta con tener al Nuevo Coronavirus Sars-CoV 2 Covid-19 en pleno proceso de pandemia global en todo el mundo, sobretodo, en el hemisferio occidental donde se ha exacerbado la cadena de contagio. No obstante, hay que mirar a China, donde se produjo el brote hace un año, un año después lo tienen casi controlado su cadena de contagio a casi cero el coronavirus. Y aun, con toda la avalancha de descrédito hacia China de manera despiadada, se concentraron, mientras producen sus vacunas contra el coronavirus, su estrategia fue y es, cortar la cadena de contagio con tapabocas, distanciamiento físico, limpieza de manos, desinfectar las áreas, cuarentenas etc., por breve tiempo, y pudieron abrir sus economías logrando su crecimiento económico el mayor de todos los países, dejando atrás a Europa y los Estados Unidos.

Ahora, pues, ¿Qué esta pasado con la Malaria o Paludismo en el mundo? ¿Por qué sigue siendo una epidemia o endemia que podría pasar por una nueva pandemia global? Cuando se creía que esta eliminada en la esfera mundial, de pronto, reaparece, con mayor fuerza que la Organización Mundial de la Salud prende las alarmas, aun, cuando, no hemos podido controlar o neutralizar al coronavirus Covid-19. Esto nos pone en alerta mundial y no podemos bajar la guardia.

Mientras que el hombre siga destruyendo la naturaleza aumentará desproporcionalmente los virus y bacterias que viven en sus hábitat naturales, y viéndose desprovistas saltarán al ser humano donde encontraran una nueva habitad segura, siendo que, el hombre no posee los anticuerpos necesarios, se propagaran estos virus o bacterias a la población mundial. El problema no son los bichos que contagian y matan, somos nosotros mismos. Mucho más del lado occidental que no razona y, es muy inconsciente ante las enfermedades de todo tipo. Esto a su vez, la mano del hombre (Homo Demens) lo toma como arma política o de guerra para lograr los fines de la grandes corporaciones, sobre todo, de salud, que vienen siendo como el noveno poder en el mundo.

Desde luego, esas mismas corporaciones no educan a la población mundial lo suficiente, de igual manera, las corporaciones mediáticas hacen su festín de lo noticioso, y pasa lo que pasa actualmente con el coronavirus, que no se ataca las cadenas de contagios, se dilatan los esfuerzos para las vacunas, utilizando métodos anacrónicos de doscientos años para medio lograr vacunas efectivas y eficaces que necesitan varios años entre diez, veinte o treinta años aproximadamente, y si se hace algo de manera no convencional que sea segura y efectiva se le sataniza, como por ejemplo, la vacuna rusa Sputnik V, o las vacunas chinas, o de cualquier parte del mundo que ellos consideran no confiables. Pero, cuando las vacunas de Bayer o Pfizer, o de Johnson & Johnson hace algo indebido o malogra a alguien, entonces pasa por desapercibido.

¿Qué es la Malaria o Paludismo?

“La malaria (del italiano medieval malaria) o paludismo (del latín paludis, genitivo del nombre palus, ciénaga, pantano, y de –ismo, en este caso acción o proceso patológico) es una enfermedad producida por parásitos del género Plasmodium, y trasmitida por mosquitos. Algunos estudios científicos sugieren que pudo haberse trasmitido a través de los gorilas occidentales. Es la primera enfermedad de importancia entre las enfermedades debilitantes. Más de 400.000 personas mueren al año por causa de la malaria, de los cuales unos 240.000 son niños.

En mayo de 2007, la Asamblea Mundial de Salud decidió conmemorar el 25 de abril el Día Mundial del Paludismo.

La enfermedad por una o varias de las diferentes de Plasmodium: Plasmodium falciparum, Plasmodium vivax, Plasmodium malariae, Plasmodium ovale o Plasmodium knowlesi, las tres primeras han sido reportadas en el continente americano. Los vectores de esta enfermedad son diversas especies del mosquito del género Anopheles. Son las hembras de los mosquitos se alimentan de la sangre para poder madurar los huevos; los machos no pican y no pueden trasmitir enfermedades, ya que se alimentan néctares y jugos vegetales.

Las formas de contagio directo entre humanos son de una mujer embarazada lo trasmita por vía placentaria al feto o por transfusiones sanguíneas de donantes que han padecido la enfermedad.

En regiones donde la malaria es altamente endémica, las personas se infectan tan a menudo que desarrollan la inmunidad adquirida, es decir, son portadores más o menos asintomáticos del parásito.

El primer intento de una vacuna sintética contra la malaria fue realizado en 1997 por el equipo de Manuel Elkin Patarroyo; los resultados fueron negativos en África y modestos en Suramérica por lo cual no se justificaron pruebas adicionales. En 2010, la vacuna aparecía catalogada como inactiva por la Organización Mundial de la Salud.

Alrededor del 40% de la población mundial vive en zonas afectadas por malaria, principalmente en los países más pobres. Los mosquiteros tratados con insecticida (MIT) previenen esta enfermedad de manera efectiva. Sin embargo, se ha identificado ciertos obstáculos en cuanto al aumento de su uso. (Wikipedia, la enciclopedia libre | Articulo | Discusión | Malaria | Wikipedia es una marca registrada de la Fundación Wikimedia, Inc., una organización sin ánimo de lucro | 1/12/2020 | F/Web | https://es.wikipedia.org/wiki/Malaria).

La malaria, la otra pandemia

“El número de muertes anuales por malaria en el mundo, se ha detenido en un número histórico: 409.000 personas perdieron la vida por esta enfermedad endémica según datos ofrecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su informe anual publicado esta semana.

Las poblaciones más pobres siguen siendo las más golpeadas por la enfermedad y por las corporaciones que se especializan en fabricación y distribución de fármacos para tratar el paludismo.

A pesar del esfuerzo de muchos estados y planes de la OMS, las expectativas en los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la Naciones Unidas para acabar con el paludismo en el año 2030, no se van a cumplir.

Cifras: La incidencia de la enfermedad se redujo casi el 30% en los últimos 20 años; con ello 1.500 millones de infecciones y 7,6 millones de muertes se han evitado desde el año 2000.

Contrario a la información cartelizada por los grandes medios, no es en Venezuela en donde se registran más casos de malaria, desde luego existen casos en las selvas del sur del país amazónico [la campaña mediática contra Venezuela de acusarla a toda costa. No es Venezuela es la región de África y en Suramérica supera los casos en Brasil, señorones mafiosos de los medios de comunicación y las redes sociales]. Es en la región de África donde más casos se dan: en 2018 se concentraron allí el 98% de la infecciones y el 93% de la muertes, solo seis países representan más de la mitad de la carga mundial: Nigeria, República Democrática del Congo, Uganda, Costa de Marfil, Mozambique y Níger.

Es en África subsahariana donde se concentran la mayoría de los casos por esta enfermedad y, afortunadamente, también es la región donde se concentran la gran mayoría de infecciones y muertes evitadas en las dos últimas décadas: un 82% y un 94% respectivamente según el mismo informe.

Excepciones: En los últimos 20 años, 21 países se han declarado libres de Malaria y han certificado tres años consecutivos sin infecciones: los más recientes, China, que lo acaba de solicitar, y el Salvador, que se ha convertido en el primer país de América Latina en conseguirlo. Otros 27 Estados han logrado tener menos de cien casos autóctonos.

Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud no pierde de vista cuatro países de la subregión del Gran Mekong, en el sureste asiático, para los que creó en 2015 una estrategia específica para contener la propagación de los parásitos transmisores e implementar medidas que permitan la eliminación de todas las especies causantes del paludismo.

Por qué es importante: Revertir la incidencia mundial de la malaria ha sido una tarea en la que constantemente han fallado muchos países del mundo. 2030 ha sido la fecha límite que ha establecido la OMS para eliminar la enfermedad en 35 países y evitar que resurja en aquellos donde ya no existe.

En Suramérica, países como Brasil y Venezuela cuentan con territorios endémicos para la malaria [en la vasta región de la Amazona se encuentra ese peligro de la malaria, sobre todo en Brasil donde los nativos padecen los casos de malaria], pero en la actualidad –como casi el resto de países del mundo- se encuentran inmersos en el desafío adicional que supone el nuevo Coronavirus a nivel epidemiológico. Por ser de interés primordial, se han reportado interrupciones en los niveles de prevención de la malaria en muchos países, la atención sobre la pandemia por Covid-19, retrasa el diagnóstico y tratamiento en las zonas históricamente endémicas, algo que preocupa a los gobiernos que se caracterizan por concentrar esfuerzos en proteger socialmente la salud de sus ciudadanos.

Todos estos datos reafirman que el abordaje para contener la malaria debe ser sostenido, sobre todo cuando existen cálculos de la OMS que indican que una interrupción del 10% en el acceso a un tratamiento antipalúdico en África subsahariana, podría provocar 19.000 muertes más. (Instituto Samuel Robinson | #REPORTEDIARIO | Malaria la otra pandemia que no se puede perder de vista | Telegram | Caracas 1/12/2020).

Se levantan las alarmas frente a este u otro peligro endémico que está sucediendo en el mundo. Se comenta que de pronto se detuvieron los medicamentos contra la malaria por falta de presupuesto. Sí, eso es cierto, estamos ante un peligro de los peligros epidemiológicos empezando esta tercera década del siglo 21. Los gobiernos de todo el globo terráqueo están para salvaguardar la salud de todos y todas en todos los países y regiones del mundo en que vivimos.

Creo, que la base de caso todo para salvaguardarnos de virus, parásitos, bacterias, cepas, y de demás, está en elevar la conciencia hacia una cultura de salud universal. La educación para la salud en todas sus formas o metodologías pedagógicas de cómo protegernos entre todos y todas. No se puede vacilar ante lo inminente. Aprender a pensar en colectivo para el bien común entre todos es la tarea restante.

¡Por un planeta libre de epidemias, endemias y pandemias! ¡Por la salud y el bienestar de la humanidad entera! ¡Por el cuidado de la Casa Común la Madre Tierra!

En esto pensad

JAIRO OBREGÓN

01/12/2020

Maracaibo, Venezuela