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domingo, 21 de septiembre de 2014

¡LOS DOLORES CALLADOS!, ¿CÓMO HABLAN EN EL CUERPO?...Parte 2.




    “...Ahora bien, también influye el lado del que sientes los padecimientos: el lado izquierdo es el lado receptivo, material y femenino del ser. El derecho es el lado masculino, con empuje, orientado hacia el exterior, hacia el mundo. La tendencia podría indicar un rechazo dentro de ti de los aspectos masculinos y femeninos, y una necesidad de auto perdonar, sanar, conciliar o de identificar la persona que activa esto en ti.

     De acuerdo al abordaje en Bioenergética, también se explica los síntomas que se manifiestan en los seres humanos de acuerdo a la lateralidad. En el lado izquierdo del cuerpo se reflejan las relaciones familiares significativas: padre, madre, hermanos, hijos. En el caso del derecho, se muestran las sociales: vecinos, pareja, amigos, trabajo. Esto quiere decir, que dependiendo del lado donde se presenta el síntoma, hay que revisar una vinculación familiar o una social.

      …el síndrome del llanto, que involucra el plexo solar hacia arriba, el pecho, la cabeza y la nuca y está relacionado con la incapacidad de tomar una decisión con respecto al acto de otra persona o por un condicionamiento anterior que dificulta la toma de decisiones. Su característica más común es el dolor de cabeza. A causa de la frustración generada por la indecisión, el cerebro ordena al cuero cabelludo tensarse lo que produce dolor. A veces la tensión es tan severa que comprime las venas y produce migraña. Otro de los síntomas muy reconocibles de este síndrome son –es-: la cristalización de los ojos, la relajación de los conductos lagrimales que gotean continuamente en los ojos, la congestión de los senos nasales, la concentración de los músculos en la garganta, la presión gástrica sobre el pecho, la tensión de los músculos de la garganta, la tensión de los músculos de las mandíbulas o apretar los dientes.

     Así, según esta teoría, la presión de la cabeza la incapacidad de tomar decisiones; los ojos lagrimosos y la congestión de los senos nasales simbolizan negarse a ver la situación que causa la indecisión; la contracción de la garganta, la tensión de los músculos de las mandíbulas o apretar los dientes es un resultado de negarse hablar del tema de indecisión.

     La indecisión puede convertirse en frustración y ésta en melancolía, depresión y finalmente inercia. La indecisión crónica se puede clasificar en personas de edad comprendida entre los quince y los treinta y cinco años.

     Cuando las áreas afectadas son los hombros, la parte superior de la espalda y de la columna, se ubican dentro del síndrome de la responsabilidad. Esto ocurre cuando los motivos psicológicos son de excesiva responsabilidad, temor al peso de la responsabilidad o negligencia, no aceptación o no asunción de responsabilidad.

     Cuando las áreas afectadas son las ingles, el estómago y parte baja de la espalda, esto es debido al síndrome de culpa y frustración sexual, que se presenta por la culpabilidad sexual relacionada con la religión, sentimientos de culpas por infidelidad o promiscuidad, sentimientos de incapacidad sexual, temor a agresión sexual y demás. Los síntomas pueden ser calambres gástricos, estreñimiento, acidez, dolores menstruales excesivos, menstruación demasiado abundante o ausente, infecciones vaginales o cistitis, presión o dolor en la próstata o en los testículos y problema de riñón.

     Y por último, el especialista señala el síndrome de lucha o alcance, en el cual, las áreas afectadas son los brazos, las manos y los dedos. Las causas psicológicas son la necesidad de expresar, con la correspondiente negación o supresión de esa necesidad, incapacidad de alcanzar lo que uno desea por falta de autoestima y un importante sentimiento de profundo rechazo por querer alcanzar metas inalcanzables. Los síntomas son verrugas o pequeñas ampollas.

     El segundo principio es de verticalidad, según el cual en cada zona del cuerpo se reflejan diferentes aspectos.

     En la cabeza, se mira lo abstracto, las ideas, lo fantástico. En esta parte del cuerpo tengo mi identidad, mi ego, mi imagen.

     Los síntomas entre el cuello y la cintura, pueden estar vinculados a la vitalidad y a los afectos. ‘Allí tengo los órganos que necesito para estar vivo, como el corazón y los pulmones’, dice Rodríguez.

     Entre la cintura al vientre (parte baja del tracto digestivo), se manifiestan los temas que tienen que ver con los desechos, eso que no sirve o no es nutritivo, eso que debe permanecer poco tiempo en el cuerpo.

     Los temas de identidad sexual, pasión, capacidad de trascender, miedos y profundos sentimientos se manifiesta en la zona de los genitales.

     Las piernas hablan del soporte, el contacto con la realidad y con lo correcto. Mientras que los brazos son los que le permiten a las personas proyectarse al futuro, sin perturbar si –su- equilibrio. Con ellos, se puede colocar distancia o acortarla.

     De acuerdo con el especialista consultado, para realizar el trabajo desde el abordaje de la Bioenergética, es necesario construir la historia de vida con el paciente y revisar desde allí y desde la observación, cuáles son los bloqueos energéticos que tiene la persona, para poder trabajarlos y desbloquearlos con ejercicios terapéuticos.

     Muchas veces el cuerpo grita lo que la boca calla, y entonces…Tus dolores callados, ¿Cómo hablan en tu cuerpo?" [1]  

JAIRO OBREGÓN

21/09/2014

San Francisco, Venezuela.




[1] http://voces.huffingtonpost.com/christopher-barquero/sintomas-
fisicos-causas-emocionales_b_3495928.html