Jesús de Nazaret de Galilea
de los gentiles fue, y es, y será objeto de posiciones y contraposiciones, y de
debates en todos los tiempos concebidos. Lo que si entendemos que Jesús no
pasará desapercibido. Lamentablemente, en su nombre se ha dicho tanta falsedad
disfrazada, mal intencionado muchas veces. En su nombre noble, se ha cometido persecuciones,
martirio y muerte casi siempre a los pobres, desvalidos y muy engañados. Jesús
se negó muchas veces a que lo convirtieran en ese arquetipo, y prototipo, de un
“pseudo-reinado” basado en el establishment “diabólico” que “divide”, y no en
lo que su vida y mensaje es, “simbólico”, que “une” –lo que argumenta Leonardo
Boff-. Por ello muere, porque no lo proclamaron rey, entre otras cosas.
El Portal de Servicios
Koinonia, en su sección del Servicio Bíblico, de ésta semana, nos presenta un
comentario exegético y práctico, con suficiente razones de peso bíblico y
teológico, basado en el contexto histórico, y contractual, de amplitud razonada,
y consensuada. Sin tapujos, ni medias tintas, protestan como muchos contra los
poderes facticos de todos los tiempos. Se necesita una madures firme, lejos de
fundamentalismos, dogmatismos, religiosidad, pragmatismos, secularismos,
separatismos, fanatismos en fin; dado que la “mayoría de las iglesias” se
casaron a ciegas con el neo liberalismo, y todo lo que acabamos de acotar; solo
queda un remanente hacia los pobres. No se puede llamarse “cristiano” y ser “neo
liberal”, seria “antagónico” y “anacrónico” (“porque ninguno puede servir a dos
señores…”), (Lucas 16: 13 –parafraseando a Jesús).
Soy seguidor de Jesús el
Hijo del Dios viviente, el Rey que negó a ser Rey. Proclamo las Buenas Nuevas a
toda la humanidad en favor a los pobres. Como cristiano laico, teólogo laico,
educador y librepensador escribo para el quehacer reflexivo prof-ético. Veamos
el texto de Koinonia para concienciar el contexto ampliado:
1.
“La
fiesta de Cristo Rey fue establecida por la Iglesia en la época del ocaso del Ancien Régime, con objeto de apoyar a
las monarquías, las aristocracias, la burguesía, y para oponerse a los
nacientes regímenes republicanos, que para las Iglesias representaban,
lógicamente, los intereses del pueblo, de los pobres, del liberalismo, y de la
naciente democracia. Sus orígenes son pues muy discutibles. En todo caso, de
los textos bíblicos de la liturgia de ésta fiesta no pueden menos que
manifestar la manera peculiar en que Cristo seria “Rey””.
2. “Conviene recordar en qué consistían
las esperanzas mesiánicas del pueblo judío en el tiempo de Jesús: unos
esperaban un rey, al estilo de David, tal como es presentado en la primera
lectura de hoy. Otros, un caudillo militar que fuera capaz de derrocar al poderío
romano. Otros como un nuevo Sumo Sacerdote, que purificaría el Templo. En los
tres casos, se esperaba un Mesías triunfante, poderoso.
El Salmo que leemos (Salmo
121: ¡Qué alegría cuando me dijeron: “Vamos a la casa del Señor!) también
proclama el modelo davídico de “rey”. Jerusalén, la “ciudad santa” es una
ciudad de poder. Eso explica por qué, cuando Jesús anuncia su pasión a los que
le siguen, no logran entender por qué tiene que ir a la muerte”.
3. “El evangelio (Lucas 23, 35-43: Señor acuérdate
de mí en tu reino) de hoy nos presenta cómo reina Jesús el Cristo: no desde un
trono imperial, sino desde la cruz de los rebeldes. La rebelión de Jesús es la más
radical de todas: pretende no sólo eliminar un tipo de poder (el romano, o el
sacerdotal) para sustituirlo por otro, que con un nombre distinto estaría
basado en lógica de dominación y violencia (que era lo que correspondía a las
expectativas judías).
Podríamos decir que Jesús es
el anti-modelo de rey de los sistemas opresores: no quiere dominar a las demás
personas, sino promover, convocar, suscitar, el poder de cada ser humano, de
modo que una y cada uno de nosotros asumamos responsablemente el peso y el gozo
de nuestra libertad.
Uno de los grandes
psicólogos del siglo XX, Erich Fromm, plantea, en su libro El Miedo a la libertad, que ante la angustia que produce en el ser
humano la conciencia de estar separados del resto de la creación, adoptamos dos
actitudes igualmente patológicas: dominar a otros, y buscar de quien depender
entregándole nuestra libertad. En ambos casos, las personas tratamos de, a
través de estos mecanismos, disolver esa barrera que nos separa de las otras
personas y del resto del universo. El pecado fundamental del ser humano es,
según esto, un pecado de poder mal administrado, mal asumido. Y éste es el
origen de todos los demás pecados: la avaricia, que conduce a un orden económico
injusto; la soberbia, que nos impide ver con claridad nuestros errores y
pecados; la mentira, que nos lleva a manipular o a dejarnos manipular; la
lujuria, el sexo utilizado como instrumento de poder para “poseer”, oprimir; el
miedo, que nos impide levantarnos y caminar sobre nuestros propios pies”.
4. “Enmarañados en estas trampas del poder
a que nos conduce nuestro “miedo a la libertad”, cuando un régimen opresor de
cualquier signo que sea se nos hace insoportable, buscamos cómo derrocarlo…
para sustituirlo por otro que sin embargo funciona
sobre la misma lógica. Esa es la lógica de Jesús desarticula de manera radical.
Cuando en Getsemaní acuden
los soldados y la turbas “de parte de los sumos sacerdotes y ancianos del
pueblo” (Mt 26,46) para prender a Jesús, él no recurre a violencia de ningún
tipo. Jesús se niega a ser coronado rey al estilo de “mundo”, luego de la
multiplicación de los panes y los peces (Jn 6,15). La tentación del poder,
entendido al estilo de los sistemas opresores persigue a Jesús desde el
desierto a la cruz. Y desde el desierto a la cruz, Jesús rechaza este modelo,
denuncia con toda claridad que procede del diablo, de “príncipe de este mundo”,
no cae en sus trampas. El costo de esta no solo valiente sino lúcida de Jesús
es la muerte”.
5. “En la cruz Jesús derrota radicalmente
al demonio del poder concebido como violencia y opresión por una parte y como
dependencia, sumisión y alienación por otra. De este modo inaugura así un nuevo
tipo de relaciones entre personas y el universo entero, basada no en la
dominación/dependencia, sino en el respeto mutuo, en la armonía, en la valentía
para asumir el peso de la propia libertad responsable”.
6. “En la carta a los Colosenses, pablo
señala cómo a través de Jesús el Cristo (primogénito de toda criatura,
preexistente y co-creador del universo, cabeza de la iglesia, primicia de la
plenitud de la Creación entera) se produce la reconciliación de todos los seres
con Dios. Estas y otras expresiones paulinas han dado lugar a interpretaciones
erróneas, que consideran que la muerte de Jesucristo en la cruz era el precio
que debía de pagar para que el Padre, enojado y rencoroso, perdonara a la
humanidad pecadora”.
7. “Los evangelios nos muestran con
claridad por qué es que Jesús nos reconcilia con el Padre: no porque ese Dios,
padre-madre, sea un dios rencoroso, sino porque habíamos perdido el rumbo de la
auténtica unidad con Dios y con el universo entero: esa que no se hace
sucumbiendo a nuestro miedo existencia y escudándonos en posiciones de poder
(dominante o dependiente) sino superando nuestros miedos, atreviéndonos a
presentarnos tal como somos ante Dios, en total pobreza de espíritu, sin
escudos protectores que nos impidan ver su rostro”.
8. “Desgraciadamente, ¡cuántas veces en
nuestra vida eclesial reproducimos los modelos de “reinado” del mundo, y no los
de Dios en Jesucristo! ¡Cuántas veces establecemos relaciones de poder
autoritarias en vez de fraternas! ¡Cuántas veces entramos en complicidad con
los poderes del sistema, ya sea por acción o por comisión!
Ese modelo de “reinado” que
nos presenta el “Cordero degollado” nos interpela y llama a la conversión. No
es necesario ni conveniente subrayar la “realeza” de Jesús si ello conlleva
tergiversar su auténtico y efectivo proyecto de vida. Hace daño, sobre todo a
los más oprimidos, presentar esa imagen monárquica y principesca de un Jesús
que, en verdad, dedicó toda su vida y sus energías a desenmascarar y a luchar
contra ese tipo de estructuras”.
9. “Para la revisión de vida.
A la luz de la fiesta de
“Cristo Rey” y del modelo de relaciones con la Creación, reflexiones sobre
nuestras actitudes en los diversos ámbitos en que nos movemos, y preguntémonos:
-¿Cómo son las relaciones de
poder en nuestra pareja? ¿Se basan en la dominación/dependencia o en la
promoción de la mutua libertad responsable de ambos?
-¿Cómo son las relaciones de
poder en la familia? ¿Nos valemos de nuestra autoridad como personas adultas
para imponernos de manera autoritaria? ¿Justificamos en nombre de la
“autoridad” nuestros abusos de poder, maltrato físico, verbal, psicológico?
¿Excusamos los abusos sexuales con algún argumento de poder?
-Las relaciones entre los
miembros de la iglesia, ¿siguen el modelo cristiano, o bien siguen el modelo
autoritario, represivo, impositivo, excluyente, propio del “príncipe de este
mundo”?
-En seno de nuestra
sociedad, ¿Luchamos por nuevas relaciones de poder, según el modelo de
Jesucristo, el anti-rey, que nos presentan los evangelios? ¿O nos plegamos a
los modelos autoritarios? ¿O nos declaramos impotentes o indiferentes y
renunciamos a la lucha?”
10. En
Gen. (Génesis) cap. (Capitulo) 3 se nos presenta las desigualdades de género y
de la ruptura con la naturaleza como producto del pecado. ¿De qué manera el
“reinado” de Cristo nos libera y nos marca una nueva lógica en la relaciones de
poder?
-¿De qué manera se presenta
el pecado del poder en Gen. 4? ¿Qué hacer para revertir esta lógica diabólica?
-En la carta a los
Colosenses, ¿cómo interpretar los versículos 19 y 20 a luz del nuevo “reinado”
de Cristo?
-Los evangelios sinópticos
(y el texto que leímos (se leyó) en particular) nos presentan a Jesús durante
la pasión lleno de humillaciones, dolores, sufrimientos, burlas. El evangelio
de Juan en cambio, presenta a la cruz como la glorificación del Hijo y del
Padre. (Jn 12, 23.28; 17,1) ¿Cómo explicar esta diferencia de enfoques?” (servicioskoinonia.org | Semana del
24 al 30 de Noviembre de 2019 | F/ Web).
Concluimos, que todas estas
verdades y reflexiones son y han sido el referente del panorama de todos los
tiempos. Todavía está presente el modelo imperante, impositivo, impostor,
impropio de la manía de que unos estén arriba y otros abajo, y que los de arriba
aplasten a los de abajo, y los de abajo se dejen aplastar; y que el que está
arriba se goce de aplastar, y los de abajo se regocijen en ser aplastado. Este
complejo mental-diabólico es una de las principales causas que origina los
otros males en el concierto mundano, mundialista y mundalanizante.
Jesús, siendo rey, se negó a
ser rey, en su vida. Solo en la cruz le colocaron el letrero INRI (un acrónimo que
decía: “Jesús Nazareno Rey de los Judíos”, en tres idiomas: hebreo, griego y latín),
(Juan 19,20) y fue a la hora de su muerte. Jesús se negó a ser un rey que siga
el patrón de dominación-dominado, de rey y súbditos, del que está arriba y los
que están abajo. Por esta y muchas razones hubo judas, pilatos y pedros. Los
primeros lo vendieron, los segundos se lavaron las manos y los terceros los
negaron. Jesús se quedó solo en el madero, solo tres mujeres y joven tuvieron
el coraje de acompañarle en su agonía y muerte (Juan 19: 25,26). La
resurrección de Jesús nos da la victoria cuando se traduce en esperanza, fuerza
y valor en medio del caos del sistema anticristo.
Dios no está muerto, Dios está
vivo. No es el dios teísta centroeuropeo, colérico y cruel, imperdonador,
buscando pecados hasta por respirar, donde todo es malo y que a la postre no
sabemos qué es bueno. Nos negamos a ese paradigma teísta que solo satisfaga el
estatus quo, y que muchas personas creen a ciegas, que eso es así, y que nada
se puede hacer. Abramos los ojos en este nuevo (tercer) milenio, para renovar y
cambiar todo lo que está haciendo daño aun 21 siglos después. Las iglesias y
sus conglomerados, sino, cambian, serán sepultadas por su modelo anacrónico y
viejo.
Todavía hay un mundo que
hacer en medio de todo. Los y las cristianos/as del siglo 21 estamos llamados a
seguir a Jesús desde otra óptica, otro mundo es posible. Busquemos a Jesús y él
nos mostrará el camino la verdad y la vida con la ayuda de su Espiritu. ¡Que
así sea!
En esto pensad.
JAIRO OBREGÓN
27/11/2019
Barranquilla, Colombia