Paso a considerar dos
motivos particulares para la reflexión entre otros. Uno, tiene que ver con el ambiente
perjudicado por la guerra fratricida que destroza todo, no importando nada, ni
mucho menos el suelo, el aire, las aguas, el oxígeno, la biodiversidad, los
ecosistemas y todos los equilibrios que tiene que ver con la continuidad de la
vida en el planeta. El otro motivo tiene que ver con la ciencia que sea capaz
de apostar para la paz, el cese de los conflictos, una ciencia a la que todos
tenemos derecho para las soluciones, que esté al servicio de la causa humana y
planetaria. Estamos en la cuarta
revolución industrial y los avances científicos y tecnológicos pueden asegurar
la continuación de la vida en el planeta; si, solo si, se piensa, se hace, se
evalúa y se mejora como planeación estratégica de la ciencia o de saber
proyectarse en un futuro posible. Veamos.
Día
Internacional para la Prevención de la Explotación del Medio Ambiente en la Guerra y los Conflictos Armados
El
medio ambiente, la victima olvidada de la guerra. La humanidad siempre ha
contado sus víctimas de guerra en términos de muertos y heridos, de ciudades
destruidas, de medios de vida arruinados. Sin embargo, el medio ambiente ha
sido con frecuencia la victima olvidada. Pozos de agua contaminados, cultivos
quemados, bosques talados, suelos envenenados y animales sacrificados, todo se
ha dado por válido para obtener una ventaja militar.
Además, como señala el
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), al menos el 40%
de los conflictos internos registrados en los últimos 60 años han tenido
relación con la explotación de los recursos naturales, tanto por su gran valor,
como la madera, los diamantes, el oro, los minerales o el petróleo, como por su
escasez, como la tierra fértil y el agua. El riesgo de recaída de este tipo de
conflicto por los recursos naturales se duplica con respeto a otros casos.
Para las Naciones Unidas es
primordial garantizar que la preservación del medio ambiente forme parte de las
estrategias para la preservación de conflictos y para el mantenimiento de la
paz y su consolidación, porque no puede haber paz duradera si los recursos
naturales que sostienen los medios de subsistencia y los ecosistemas son
destruidos.
Para concienciar sobre este
importante asunto, la Asamblea General declaró el 6 de Noviembre de 2001 como
Día Internacional para la preservación de la explotación del medio ambiente en
la guerra y los conflictos armados en su Resolución 56/4. (Organización de las
Naciones Unidas). (Wikipedia).
La madre tierra, es la que
ha aguantado toda disputa, y conflicto, hasta llegar a la guerra que destruye
todo sin misericordia alguna. Solo tenemos un planeta que ha estado en
desventaja frente al humus/hombre que no ha evolucionado de su rapaz locura de desbastarlo
todo con el fin de ganar la guerra. Con la guerra nadie gana, todos perdemos,
con la guerra se siembra muerte caos y destrucción.
Ante este atropello sin
ningún parangón, es necesaria una educación que eleve la conciencia, sin un
ambiente sano y libre de conflictos, o la misma guerra no nos asegura la
continuación de la vida en el planeta.
Acordémonos del viejo dicho:
“Dios perdona siempre, el hombre a veces, pero, la naturaleza no, porque todo
lo que le hacemos se lo cobra muy caro”.
Día
Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo
La
ciencia al servicio de un futuro sostenible.
La ciencia es la herramienta que el ser humano ha creado tanto para comprender el mundo que le rodea como para aplicar esos conocimientos en su beneficio. Los avances científicos nos permiten hallar soluciones para los nuevos desafíos económicos, sociales y medioambientales con los que construir un futuro sostenible. La ciencia también tiene un papel en la construcción de la paz al fomentar la cooperación internacional para alcanzar el desarrollo sostenible.
La ciencia es la herramienta que el ser humano ha creado tanto para comprender el mundo que le rodea como para aplicar esos conocimientos en su beneficio. Los avances científicos nos permiten hallar soluciones para los nuevos desafíos económicos, sociales y medioambientales con los que construir un futuro sostenible. La ciencia también tiene un papel en la construcción de la paz al fomentar la cooperación internacional para alcanzar el desarrollo sostenible.
Acercar la ciencia a la
sociedad es fundamental para que los individuos tengan los conocimientos
necesarios y, de esta forma puedan elegir sus opciones profesionales,
personales y políticas. Además, sirve para atraer a los ciudadanos hacia el
apasionante mundo de la investigacion.
En este contexto, cada año,
el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo promueve que los
ciudadanos estén informados sobre los avances científicos, creando sociedades
más sostenibles, al tiempo que favorece la compresión sobre la fragilidad del
planeta en el que vivimos.
La agencia de la ONU encargada
de coordinar esos esfuerzos por acercar la ciencia a la sociedad, así como
trabajar con los Estados Miembros en las dimensiones de ética que la ciencia
plantea, es la Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO).
La
ciencia un derecho humano. La celebración del Día (10 de Noviembre)
este año 2018 conmemora el 70º Aniversario la proclamación de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, en concreto, el derecho a la ciencia, como
se recoge en el artículo 27 de la declaración, así como la Recomendación sobre
la Ciencia y los Investigadores Científicos. Reconocer que todo el mundo tiene
derecho a participar de la ciencia y a beneficiarse de ella servirá para que se
inicie un debate sobre las maneras de mejorar el acceso a la ciencia y sus
ventajas para el desarrollo sostenible. (UN).
La ciencia como un derecho
humano, debe ser vista desde una alternativa en la era global. Basta que la
ciencia sea monopolizada, y estigmatizada, por los centros del poder mundial
para aplastar pueblos y naciones enteras. La ciencia, la educación y los
saberes de todos y todas deben enmarcarse en las soluciones de los múltiples
problemas, que aquejan a la humanidad. Día tras días nacen nuevos genios e
innovadores, que lo que creíamos inusual, es transformado en lo nuevo, lo
novedoso y lo productivo.
Con la ciencia como un
derecho humano y planetario, estaríamos hablando de qué ser humano podría
mitigar o desaparecer el hambre definitivamente en la tierra, por ejemplo. Con
la ciencia como un derecho humano y planetario, estaríamos hablando de que el
ser humano pueda tener agua limpia, y pura, como para su consumo razonable. La
ciencia como un derecho humano y planetario, estaríamos hablando de que el hombre
y la mujer tengan todas sus necesidades cubiertas, sin la dependencia tan
directa del planeta. La ciencia como un derecho humano y planetario, estaríamos
hablando de que nunca tendríamos guerras de ningún tipo sobre la faz de la
tierra. Y pare usted de contar.
La ciencia debe ser
librepensamiento, de capacidad de crear nuevas condiciones de vida. La ciencia
es un derecho altermundista, es decir, que otra ciencia es posible para otro
mundo posible. La ciencia está atrapada y debe ser librada del pensamiento
único neoliberal en estos tiempos. Lamentablemente el hombre en su afán de
autodestruirse asimismo, con los conflictos de todo tipo, el hambre de todo
tipo, la enfermedad de todo tipo, las guerras de todo tipo y mucho más, no se
da cuenta del daño que se hace asimismo. La ciencia se hizo esclava de las
mentes psicópatas para modelar en la industria bélica, que con su paso marca el
fin de la existencia humana y planetaria.
Son casi infinitas las posibilidades
de que la ciencia sea la llave que abra la educación y la conciencia de un mundo mejor lleno de armonía y felicidad para
todos.
En esto pensad.
JAIRO OBREGÓN
09/11/2018
Maracaibo, Venezuela
https://es.wikipedia.org/wiki/D%C3%ADa_Internacional_para_la_Prevenci%C3%B3n_de_la_Explotaci%C3%B3n_del_Medio_Ambiente_en_la_Guerra_y_los_Conflictos_Armados
http://www.un.org/es/events/scienceday/