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AUTOR, ESCRITOR-EDITOR Y LIBREPENSADOR EN MIS BLOGS CON LA TECNOLOGÍA BLOGGER.

JESÚS, MAESTRO EN TIEMPOS DIFÍCILES: UNA PERSPECTIVA AMPLIADA PARA TODOS

 

  

Intensión del Comentario:

   Me es un gozo poder escribir este primer comentario a manera de ensayo de muchos comentarios documentados y prácticos más en lo sucesivo, si Dios me lo permite en esta página, ampliado en perspectiva, de Jesús de Nazaret mí maestro –guía y salvador y liberador-  a quien sigo desde mi juventud para todos en los tiempos difíciles. Aunque tengo varios años escribiendo mis artículos en mi blog en internet. Desde el camino cristiano laico que sigo a Jesús, escribo actualmente como una misión o apostolado de vida. No es fácil condensar en breves páginas la vida de Jesús, en los tiempos difíciles y en una perspectiva de vida como la vivió, y de cómo podemos adaptarlas a las necesidades de nuestra vida contemporánea.

   Nos planteamos en perspectiva ese desafío que encarna una vida que sabe enfrentar las diferentes facetas, que se nos agolpa y que podamos mantener las fuerzas morales y espirituales. La vida cristiana anteriormente era un desafío ante las pruebas, persecuciones y vicisitudes, hoy en día –pareciese-, la vida cristina es concebida desde el confort, la abundancia, pero, metidos en el miedo visceral que paraliza en la cobardía. Mi intención es concebir la vida del creyente desde una perspectiva de vida basada en la fe, la esperanza y el amor.

Comment Intent:

   It is a joy to be able to write this first comment, expanded in perspective, of Jesus my teacher whom I follow from my youth for all in difficult time. Although I have several years writing my articles on my blog on the internet. From the lay path that I follow Jesus, I currently write as a mission or apostolate of life. It is not easy to condense in brief pages the life of Jesus, in difficult time and in a perspective of life as he lived it and how we can adapt them to the needs of our commentary life.

   We consider that challenge in perspective that knows to face different facets, that overwhelms us and that we can maintain moral and spiritual forces. The Christian life was previously a challenge in the face of trials, persecution and vicissitudes, today –it seemed- the Christian life is conceived from comfort, abundance, but, stuck in visceral fear that paralyzes cowardice. My intention is to conceive the life of the believer from a life perspective based on faith, hope and love. *

Sinopsis del Comentario:

   La vida de Jesús ha sido el paradigma de nuestra fe, en el creer, a lo que él mismo encarnó con su ejemplo de su proyecto que denominó el reino de Dios. A Jesús, se sigue en su plan en perspectiva o configuración. No desde una imposición secularizada en la ortodoxia clásica de un conservadurismo sin sentido, ni práctica, en los tiempos en que vivimos. En todas las facetas de la vida, máximo en los tiempos difíciles. Sus enseñanzas son nuestra guía, nuestra fuerza, nuestra convicción, nuestra paz. Traer a Jesús a la vida contemporánea, con su misión del amor de Dios, con la motivación de la compasión o misericordia es la base que presento con toda humildad como un grano de trigo –o de maíz, los que vivimos en el trópico-. Conocer, aún más de Jesús como maestro o guía es el enfoque de este comentario. Además, conocer a Jesús Maestro es contar con sus manos, pies y mensaje que todos estamos a prestar a Jesús nuestras manos, nuestros pies y su mensaje para el día de hoy. A Jesús lo rechazan los que supuestamente le conocen. No podemos seguir a Jesús desde los templos, sino, en los más pobres y necesitados. No solo Jesús dio desde la compasión, también dio como añadidura las propiedades socioeconómicas para librar a los pobres y necesitados en las comparaciones o parábola, insisto. Me he eximido de presentar a Jesús desde la visión metafísica medieval de “dos pisos” uno “arriba y otro abajo”, según las postulaciones helénicas del platonismo novo-testamentario –sería otro estudio o comentario exegético y práctico desde la perspectiva que podemos presentar hasta donde podamos, puesto que pienso desde una óptica más cuántica de dos modos de pensar que a la postre son casi lo mismo-. Jesús seguirá siendo un maestro que nos acompaña en este peregrinar que llamamos vida. Y donde este Jesús, sea en el cielo o la tierra, no me importa tanto, con tal que siempre este con él. Dios nos ayude para ayudar si fuese posible en este cometido. Veamos.

Comment Synopsis:

   The life of Jesus has been the paradigm of our faith, in believing, what he himself embodied with his example of is project that he called the kingdom of God. Jesus is followed in his plan perspective or configuration. Not from a secularized imposition in the classical orthodoxy of a conservatism without sense, nor practice, in the time in which we life, maximum in difficult time. His teachings are our guide, our strength, our conviction, our peace. Bringing Jesus into contemporary life, with his mission of God’s love, with the motivation of compassion or mercy is the basis that I present with all humility as a grain of what –or of corn- those of us who live in the tropics-. Knowing even more about Jesus as teacher or guide is the focus of this comment. In addition, knowing Jesus Master is having his hands, feed and message that we are all to give Jesus our hands, our feet and his message for today. Jesus is rejected by those who supposedly know him. We cannot follow Jesus from the temples, but rather in the poorest and most needy. Not only did Jesus give from compassion, he also gave as an addition the socioeconomic properties to free the poor and needy in the comparisons or parable, I insist. I have exempted myself from presenting Jesus from the medieval metaphysical vision of “two floors” one “above and below”, according to the Hellenic postulations of New Testament Platonism –it would be another study or exegetical and practical comment from the perspective that we can present up to. Where we can, since I think from a more quantum perspective of two ways of thinking that in the end are almost the same. Jesus will continue to be a teacher who accompanies us on this pilgrimage that we call life. And where Jesus is, whether in heaven or on earth, I don’t care so much, as long as he is always with him. Go help us to help if possible in this endeavor. Let’s see.*

¿Seis formas de cómo leer este comentario?

   Primero, es leer despacio, de esta manera podrás comprender mejor la lectura.  Segundo, es que leas todo por completo y luego poco a poco para fijar mejor las ideas.  Tercero, dado que, el comentario tiene título, subtítulos a manera de bosquejos por letras, podrás escoger el tema o lo que te llame la atención. Cuarto, lee acompañado con otra persona para mantener el rendimiento de la lectura compartida. Quinto, toma apuntes de los intereses que te llamen la atención para tener un mejor conocimiento de los contenidos. Sexto, si te gusta puedes compartirlo a tus amigos o grupo de interés.

 

ANÁLISIS EN PERSPECTIVA.

SUMARIO:

I.              La historia de Jesús ha sido de modelo y enseñanza para todos los tiempos de la era cristiana.

II.            El Imperio Romano fue muy cruel y despiadado con los pueblos bíblicos en general.

III.           Jesús para poder ejemplificar su enseñanza habló en parábolas o comparaciones.

IV.          Jesús trastocó las clases sociales, culturales y religiosas de su época.

V.            Jesús entendió y enseñó que lo espiritual va primero y lo material después en ese orden.

VI.          Jesús se dio cuenta de que su proyecto estaba amenazado y que el pueblo humilde y sin letras podía caer en las garras de los lobos rapaces.

VII.        El anuncio de la muerte de Jesús, ¿Cómo debería ser asumida?

VIII.      Es en los tiempos difíciles la enseñanza y ejemplo de Jesús se hace viable y definitorio para todos, tantos hombres y mujeres.

IX.          Jesús siguió enseñando en sus comparaciones o parábolas la conciencia elevada del evangelio del reino de Dios.

X.            La resurrección es la continuación de la vida en medio de todo para lo nuevo agradable y positivo.

XI.          Pistas para la reflexión.

 

I. La historia de Jesús ha sido de modelo y enseñanza para todos los tiempos de la era cristiana

 

a.    Todo lo que se ha dicho de Jesús da para todo

   Mucho se ha dicho de Jesús, lo que dijo, lo que no dijo, lo que enseñó, y lo que no enseñó. Aun los evangelios tienen una data del siglo I y II posterior a su ministerio, donde quedaron dudas de la autenticidad de los escritos; por lo cual, “quisieron que Jesús dijera un montón de cosas añadidas”, y “poniendo en la boca de él, a lo que realmente, supongo, no pudo decir u enseñar”. Se tendría que analizar el texto bíblico con el contexto histórico para contextualizar los acontecimientos contemporáneos. Desde luego un análisis en perspectiva.

b.    Las traducciones, tradiciones e interpretaciones

   Las traducciones bíblicas, a otros idiomas, y el conglomerado cultural han dado paso a las diversas interpretaciones, a lo largo de dos milenios. Jesús ha sido el tipo, o el arquetipo, de todo lo que han querido que él sea, a lo largo de los tiempos. Sin embargo, su ejemplo y su enseñanza es una continua inspiración que perdura en el tiempo, dando luz en medio del conflicto y la desesperanza.

   La perspectiva de Jesús de su época, al paso del tiempo, es contrario con el modelo impuesto por la ortodoxia religiosa de todos. Esta reflexión histórica no resalta tanto la estructura secularista de los concilios, sínodos o convencionalismos cargados de expectativas metafísicas, a la que Jesús no dedicó mucho espacio.

c.     Jesús histórico su mensaje y misión

   Es el Jesús histórico, al que debemos escuchar en su mensaje y misión de acompañamiento, y reconciliación con la humanidad. Dicho en palabras de Pablo Richard que comenta: … Busco fundamentalmente rescatar el carácter fundante y la fuerza espiritual del Jesús de la historia y no desde el Jesús teológico….  (1)

   La enseñanza de Jesús, es de observarse, a la luz de los acontecimientos de la Palestina e Israel de su tiempo. Jesús ha sido reconocido a lo largo de los siglos como un hombre sabio y como un maestro. Sus enseñanzas éticas sobre el perdón y el amor a los enemigos se encuentra entre aquellas que más hecho progresar a la humanidad su forma de hablar de Dios y de la relación con Él han abierto a millones de personas el camino de la espiritualidad. De Jesús se nos han conservado muchas enseñanzas sobre temas diversos y sus dichos constituyen el pilar más firme de la tradición evangélica (2)

d.    Evangelio, proyecto a favor de los más necesitados

   No era fácil hablar de un proyecto a favor de los pobres, y de los desposeídos, que llevaba el llamado al Evangelio como estrategia, o Buena Nueva o de Jubileo, dado, que, eso significaba peligro inminente a los grupos de resistencia que distaban totalmente del establishment impuesto, y constituido por los grupos de poder y la codicia.

   Su prédica constante, encaraba a los fariseos y saduceos, que estaban por encima del pueblo, con cargas religiosas, y de los herodianos, que explotaba al pueblo humilde; y del propio Imperio Romano que era fin de todo, donde, todos, debían arrodillarse y dejar de existir, convirtiéndose en esclavos, es decir, en la nada.

   “En la época de Jesús, el pueblo judío estaba sometido al poder romano que ejercía su dominio a través de un procurador o gobernador. Las autoridades exigían tributos personales y territoriales para el César, y aporte en especie para el mantenimiento de sus tropas de ocupación. Las primeras comunidades cristianas vivieron este mundo judío-romano, o simplemente pagano. Es conveniente conocer este mundo para captar la novedad de Jesús, de sus opciones y compromisos; el carácter inevitablemente hiriente de su denuncia profética, el alcance de su anuncio: ‘Se ha cumplido el plazo, ya llega el reino de Dios. Enmiéndese y tenga fe en esta buena noticia’. (3)

   El promedio de la esperanza de vida, de la población, empobrecida era de 35 años aproximadamente. Ya a esa edad, se les consideraban viejos, prácticamente, por las calamidades en que les tocó vivir. La desnutrición, la carga de trabajo pesado, y el sentirse o considerarse no aceptado, ni querido; el resultado del odio de clases, por el origen, color, y posición social sesgada. La explotación de una tripartita religiosa, monárquica e imperial, era insoportable, por todos los medios, no había escapatoria.

­­­   Los altos impuestos al Cesar Romano, él era la punta de la pirámide, de ahí, los miles de abusos de las autoridades, hacia una carga muy pesada por sobrellevar a todos sus súbditos. Con el César la vida no tenía esperanza, y la fe había sido olvidada con cruentas persecuciones, él (César), era el odio encarnado, al no parecerse al grupo que ostenta tan dicha clase u posición de vida.

e.    La leyenda el Emperador César

   “En una leyenda de Elio Espartiano, autor romano de la época del Imperio en su Verus escribe: ‘Los eruditos y expertos más reconocidos afirman que el primer portador de dicho nombre se le llamó así por haber matado en combate a un elefante, animal que en lengua cartaginesa se denomina caesar. Julio César también mantenía esta versión, según se infiere del elefante con la leyenda ‘Caesar’ que mandó a poner en sus acuñaciones numismáticas. La muerte del elefante debió de acaecer aproximadamente ene I año 250 a.C., durante la primera guerra púnica”. (4).

II. El Imperio Romano fue muy cruel y despiadado con los pueblos bíblicos en general

 

a.    Roma dominaba la cuenca del Mediterráneo

   Al respecto, el Imperio de Roma dominaba toda la cuenca del mar mediterráneo: En Egipto el gobierno de Faraón poseía todo el oro. El desierto oriental de Egipto era rico en minera aurífero y los reyes lo minaban para sus propios tesoros. Usaban oro para decoraciones en los palacios y en los templos. Los egipcios usaban todo método posible para obtener oro, lavaban la arena y la grava, recorrían las playas en busca de pepitas que arrastraba el mar, y excavaban depósitos subterráneos con trabajo de esclavo. Podían extraer plata con oro, puesto que con frecuencia se hallaban en los mismos lugares. Los antiguos llamaban electrun a esta aleación de plata y oro. Israel no tenía minas de oro en su territorio. Los israelitas podían ver diminutas partículas de oro en el cuarzo y el granito de las montañas de Eliat, pero no valía la pena extraerlo. (5)

   No solo era tributos o impuestos que se debían de dar a una potencia extranjera por la ocupación militar, era toda una explotación y saqueo sin piedad alguna de las riquezas de los pueblos a los que oprimía, empobrecía y la carencia de alimentos era insoportable.

   “Los romanos fueron más allá incluso, y no contento con incorporar, junto a los obreros normales, a prisioneros y soldados, hicieron que ciudadanos libres y gente de muy variada procedencia también aportasen materiales o su esfuerzo personal… La idea de los impuestos de Roma era diferente de las que tienen naciones modernas.

b.    Las dos estratificaciones de los pueblos

   El pueblo se dividía en dos partes completamente diferenciadas: Por un lado se encontraba la población urbana, descendientes de las antiguas colonias romana, y por tanto, de la misma estirpe de los conquistadores que disfrutaba en su práctica totalidad del derecho de ciudadanía y gozaba de libertades y privilegio.

   Por otra, se encontraba en la población tributaria, descendientes de los indígenas, a la que se le obligaba a trabajar para satisfacer las necesidades del resto de los habitantes del Imperio y gravaba con impuestos que solo cubrían los gastos de la administración general, si no que contribuía al mismo tiempo y sobre todo, al lujo y a la subsistencia de las grandes ciudades. (6)

   “De esta forma los grandes propietarios aumentaban su poder a la misma velocidad que el Estado veía mermados sus recursos, o lo que es lo mismo, su poder […] Se constata asimismo en Occidente la aparición de potentados que llegaron a tener ejércitos privados, reclutados entre sus siervos, colonos y fugitivos que abandonaron a sus dueños […] Tales comportamientos fueron manifestaciones evidentes de la debilidad del poder central y del consiguiente desarrollo de los grandes propietarios que llevaban en sí el germen de la desintegración del Estado […] Libanio lo describe con amargura pues él, como propietario, era uno de los damnificados. Se trata de campesinos libres, propietarios, y de colonos –en este caso judíos que trabajaban para Libanio- que buscaban el amparo de los altos oficiales [...] A cambio, los amparados pagaban protección en especie-trigo, cebada, frutos- o en moneda. Se trataba de labradores que sufrían las injusticias e inhumanidad de los propietarios cuyas tierras trabajaban, o de los recaudadores…(7)

c.    Aumento escalado de los alimentos y acaparamiento

 El trigo y la cebada los aumentaba o lo escaseaba a su gusto. Jugaba con el hambre del pueblo; y era el caso de que los que salían siempre airosos, eran los herodianos, y la casta religiosa privilegiada, la cual, recibía su pequeña cuota de poder. El pueblo pobre era los que cargaban esa condenación de esos centros del poder. El Imperio Romano fue considerado como el más tirano y desbastador de su tiempo, y su legado perdura en los actuales momentos.    

   La gente no tenía derecho a nada, solo a sufrir, y morir, porque se les consideraba inferiores e indignos. La esperanza de ese pueblo estaba perdida, por un gran perjuicio de su dignidad. El hambre, la enfermedad y la muerte era lo que les quedaba como formato de discrepancia.

   Es que la historia de la humanidad, es la historia de la destrucción del hombre por el hombre. Es la historia de la ambición que “unos tengan” y “muchos no tengan”. Pareciese, que el hombre como ser viviente, todavía no ha evolucionado: matar para sobrevivir. Leonardo Boff, lo define como el Homo sapiens mal evolucionó como el Homo Demens. Esta ha sido la historia de nunca acabar en el devenir de los tiempos. Aunque no todo estaría perdido. Todavía hay un remanente que vive la utopía o va escalando peldaños de una evolución a la cooperación y la compasión.

d.    Jesús enseñó en medio del caos y la desolación   

   A este contexto de opresión y explotación de los más desposeídos harapientos y hambrientos enseñó Jesús en medio del caos y la desolación. Jesús entendió que su proyecto debía ser a favor de los que eran considerados nada. En sus enseñanzas hablaba con el ejemplo y con muestras sencillas propias de la época.  Aun, cuando, su mensaje era inclusivo para todos y todas sin distinción de castas o clases sociales tanto para pobres y ricos; sin embargo, su atención especial eran los más desamparados de los olvidados de la historia. Jesús habló al corazón del pueblo y el pueblo lo entendió, y lo siguió porque veían en él la esperanza de vida. Es la esperanza lo que Jesús les enseñó a que no debía perderse, aun cuando mucha de esa gente no entendía nada de la fe, aun así, les impartió la enseñanza y modelo de vida a seguir. La fe es más personal, pero la esperanza es más colectiva.

e.     Jesús es la esperanza enseñada ejemplificada

   La gente podía perder todo menos la esperanza, como comunidad o pueblo, que concebía que cruzados de brazos no se resolviera nada. Ya habían sido sumisos y morían lentamente de hambre y desaliento. Es la esperanza enseñada y ejemplificada que daba la opción de sanar a los enfermos de diversas enfermedades. Eso se traduce en el milagro viviente, ese era –y es- Jesús de Nazaret de Galilea de los gentiles de aceptar a los más necesitados, de ese amor tan querido y necesitado. Ese es el modelo de vida al que hay que seguir en el devenir de los tiempos, de renacer la esperanza de la vida. Jesús encarnó esa esperanza, que motivó el deseo de vivir en medio del miedo y el caos al que se le había impuesto arbitrariamente.

 

III. Jesús para poder ejemplificar su enseñanza habló en parábolas o comparaciones

 

a.    Jesús enseñaba parábolas socioeconómicas

   El método de contar un cuento creíble y entendible, acaparaba toda la atención en esos tiempos difíciles. Es que el cerebro humano al narrarle algo, con detalles, conecta los dos lóbulos del cerebro según los especialistas. Es importante observar que todas las parábolas eran enseñanzas de corte socioeconómicas. Los evangelios narran que les enseñaba buscando el buen entendimiento a sus carestías. La pedagogía de Jesús con las parábolas era un medio de abrir surcos en medio de la nada. Su enseñanza despertaba conciencias en el pensamiento y la acción. Por eso las multitudes apretaban para verle como maestro y líder de un movimiento liberador.

b.    Jesús enseñaba con sus palabras y ejemplo

   Su enseñanza no era solo cuestiones dogmáticas de la religión dominante. Su enseñanza era un medio de liberación a las cadenas que detenían al pueblo. El ejemplo habla más que las palabras. Jesús hablaba con el ejemplo, y el ejemplo, y la palabra juntas se desarrollaba en hacer las cosas no solo iguales sino diferentes. Jesús mostró que de lo poco se podía hacer mucho para no hacer de lo mucho poco. En su objetivo de enseñanza a los pobres les dio no solo la esperanza, sino, las herramientas para abrir los horizontes a una mejor manera de vivir. El evangelio de Lucas en el capítulo 15, es que mejor muestra esa conexión cuando habla de la “Oveja Perdida”, dejando los noventa y nueve “justos” por buscar la que se había perdido, “La Moneda Perdida, que una mujer barrió y la encontró”, El Hijo Pródigo, el joven que malgastó sus bienes heredados en medio del juicio de su hermano mayor” y el “Mayordomo Infiel, que supo congraciarse con los deudores y asombró a su amo por su sagacidad (capítulo 16). La moraleja era que alguien o algo se habían perdido y ahora se había encontrado para satisfacción de todos. El darle el valor al ser humano cualquiera que sea su condición y que los bienes materiales podían recuperarse con un poco de perspicacia en los tiempos difíciles.

c.    Jesús comía con los pecadores y publicanos

   “Lo que motivó esta parábola fue el desprecio que los principales de entre los judíos, demostraban a los pobres, con los cuales clasificaban también a los publicanos. Jesús nunca tuvo que aguantar esa actitud. Los fariseos y los escribas, o sea, el elemento oficial, criticaban a Jesús porque comía con los pecadores y publicanos. Ellos se sentían en un plano moral más alto que el de los pobres a los cuales miraban como pecadores, considerándose a sí mismos como justos. Este desprecio por la parte débil, como los fariseos lo miraban a esos elementos no instruidos en la Ley, despertaban siempre la simpatía de Jesús, quien se ponía al lado del caído. En esa ocasión sale en defensa de la gente despreciada con las parábolas arriba indicadas. Esa actitud de esos jefes hacia el pueblo de baja categoría no podía ser peor (8)

d.    El imperialismo mata la esperanza para dominar

   El Imperio Romano entendía que para dominar había que matar la esperanza, puesto que, era lo último que se pierde. En esa conjura, debía engañar a los monarcas y líderes religiosos a tenerlos en cuenta para lograr sus apetencias. Al lograr su cometido, desaparecía a sus lacayos, como lo hizo en la destrucción de Jerusalén en el año 70 después de Cristo. Eran, simples peones del Imperio Romano a su servicio, al cumplir el servicio los despachaban para no tener rivales, ni que se les igualaran. Mal paga el diablo a quien bien le sirve. Esa ha sido la historia de la humanidad que olvida muy rápido y se repite casi en cada generación.

e.    El engaño de los ricos que todos caen continuamente

   Es que las clases altas privilegiadas saben engañar con halagos y comparsa a la clase media, esta a su vez, adora a las clases altas y desprecian a los pobres; las clases altas despojan a la clase media, y la clase media arremete a los pobres y son los pobres que llevan la peor causa de desprecio y explotación. Cuando los pobres les trabaja y enriquece nuevamente a la clase media, esta se siente que llegó su hora, y se deja seducir de la clase alta, y está nuevamente, la despoja, de todo lo que ha tratado de conseguir, siendo está, en la clase media es la más pierde su fuerza y el ciclo continúa. Los ricos siempre serán ricos y los pobres serán pobres. Muy poco se dice clases ricas, medias y pobres. Alguien dijo “que clase media tan tonta pasando a ser siempre los tontos útiles”. Siempre se dice, ricos y pobres y eso no va a cambiar.

 

IV. Jesús trastocó las clases sociales, culturales y religiosas de su época

 

a.    Jesús tenía un proyecto inclusivo y no exclusivo

   Jesús, a las clases sociales, culturales y religiosas las trastocó, las entendió y  aportó para lograr un equilibrio en la cordura de su proyecto del evangelio. La enseñanza dada al joven rico que miro con amor, este no entendió que por la Ley debía dar una parte a los pobres lo que era el Jubileo, se fue triste por la gran cantidad de bienes que poseía. No es que Jesús apartara a los ricos, es que los ricos se apartaron de su proyecto equitativo. Sin embargo, había otros ricos “piadosos” que entendían su papel humano y aportaron a la causa de Jesús a favor de los pobres. La balanza había de alguna forma equilibrarla para dar continuidad al ser humano. Jesús se entregó por el ser humano como tal, con dinero y sin dinero. Era la codicia y la desigualdad a la que él enfrentó, no tanto la condición si era rico o pobre, blanco o negro, judío o gentil. Es el amor de Dios que nos da a todos y como el Padre que ampara, cuida y sostiene a sus hijos e hijas en todos los tiempos.

b.    Jesús misiona el amor de Dios salvando con el evangelio

   Su misión era el amor de Dios en su proyecto salvador del evangelio. Ese amor supremo de Dios debía proclamarse a todo dar. S.A. Panimolle lo describe: Ciertamente, el amor es una realidad divina: ¡Dios es amor! El hombre recibe una chispa de este fuego celestial y alcanza el objetivo de su vida si consigue que no se apague nunca la llama del amor, reavivándola cada vez más al desarrollar su capacidad de amar. Por consiguiente, el amor es uno de los elementos primario de la vida, el aspecto dominante que caracteriza a Dios y el hombre.(9)

c.    Jesús mira lo más profundo del corazón y todo el entorno

   Jesús miró el corazón del ser humano y su entorno. La liberación debía darse de adentro hacia fuera y de afuera hacia dentro. Rubén Dri lo amplía: Por un lado nos volvemos a encontrar con el pueblo, con el ójlo que forma parte del movimiento de Jesús, que ha comprendido lo de los panes, o sea que ha comprendido el mensaje de liberación que contiene el proyecto de Jesús, que conlleva el poder de liberación que desencadena. Ese [es él] poder radicar en el mutuo reconocimiento de un cuerpo a cuerpo, de un encontrarse que rompe los tabúes de la pureza propia del sistema sacerdotal. En la cadena que subraya el conflicto físico. Más aún, el contacto con uno de los aspectos más contaminantes cual es la saliva. Mezcla su saliva con la saliva del sordo y tartamudo, le mete sus dedos en la oreja. Son todos datos que nos provocan rechazo. Parecen los de un brujo. Ellos mismos lo hacen más verídicos. Es difícil que si no pertenece a la historia real del Jesús histórico hubiesen sido incluidos en el relato... El proyecto del reino no tiene que ver solo con lo espiritual, entendiendo esto como lo libre de todo lo material, corporal. Todo lo contrario. “Los panes” significa la liberación completa del ser humano. Significa que los -sordos- oyen y los mudos hablan... Todos comerán “hasta saciarse”. Frente a esa actitud del pueblo, se contrapone la de los fariseos. Estos se acercan peiradsontes, es decir, tentándolo, en el sentido a prueba la legitimidad de sus presentaciones mesiánicas... Quien pretendía hablar en nombre de Dios y Jesús, como los grandes profetas, siempre lo pretendió, debía mostrar tal misión mediante una prueba de poder. En la concesión monárquica como en lo sacerdotal, lo que caracteriza fundamentalmente a Dios es su poder... Tal poder se comunica a quienes en la tierra actúan como sus representantes. Por lo tanto, deben dar una señal de ese poder y deben darla a quienes son los dirigentes de la sociedad... En consecuencia, ellos exigían a Jesús que mostrase su poder, una señal del cielo. Jesús se fastidia sobremanera. El sordo mudo pertenece a la región de Decápolis, en consecuencia, a la región pagana. Los fariseos, en cambio, pertenecen a lo más granado del pueblo de Israel. Pues bien, el sordomudo, pagano, pertenece a los pobres, a uno de los sectores populares, el que entiende “lo de los panes”, se les abre los oídos y son los piadosos fariseos quienes son sordos…  (10).

d.    El pueblo esperaba a otro tipo de mesías y no entendió a Jesús

   “El pueblo esperaba a un Mesías poderoso que no solo le diese una felicidad material, sino que destruyese a todos sus enemigos e implantase el reino de Dios. Y en este contexto, la misión del Mesías se entendía, primeramente, como una misión política. Las consecuencias de su justo producían un estado paradisiaco. Entonces, la armonía de la creación –perdida por el pecado- se recuperará, y no solo los hombres, sino también los animales vivirán en paz. Las promesas de la escritura se relacionan a los sueños de una restauración temporal, especialmente en las épocas de dificultades económico-sociales, pues como lo ha prometido, Dios tiene que venir –aquí y ahora- a librarnos de la angustiosa situación en las que nos encontramos. En los tiempos de Jesús, lo que tenía al pueblo desesperado era la invasión romana. Desde el año 63 a.C., Israel se encontró sometido al poder romano. Esto supuso no solo la falta de libertad sino un estado de violencia y de enorme pobreza y desempleo. A causa de la dura opresión romana, la espera del Mesías se hizo “desesperante”. El pueblo entero deseaba el cumplimiento definitivo de las promesas de Dios y esperaba que en cualquier momento… (¡Ahora, ya!), Dios cumpliese con enviar a su Mesías prometido. Al igual que los antiguos reyes, el Mesías esperado tenía que librar a Israel del yugo romano.  (11)   

 

V. Jesús entendió y enseñó que lo espiritual va primero y lo material después en ese orden

 

a.    Jesús no separó la espiritualidad de la materialidad

   Lo espiritual está el amor, el respeto, la sabiduría que son algunos de los muchos valores. El trabajo, la riqueza y el bienestar va seguido del uno del otro. Ojalá, pudiéramos entender y poner en práctica una nueva mentalidad de unificación de los factores para ser mejores seres humanos con bienestar social y riqueza bien ávida. Jesús enseñó que con el trabajo se puede lograr grandes beneficios que dignifican al ser humano.  Aun cuando puede haber ricos buenos y ricos malos, de igual manera puede haber pobres buenos y pobres malos. A todo Jesús le dio su orientación y modelo a seguir.

   La enseñanza de Jesús prioriza al ser humano y su condición. No se trata de los términos modernos de derecha e izquierda. En los tiempos de Jesús esos términos no existían. El modelo sociopolítico y socioeconómico moderno de derecha e izquierda es una invención de la Revolución Francesa: los que estaban a favor del rey se pusieron a la derecha, y los que no estaban a favor a la izquierda, según los historiadores. Eso en los tiempos de Jesús no era concebible y es un error pensar de esa manera por el paso del tiempo de muchos siglos atrás.   

   La enseñanza de Jesús daba herramientas y destrezas para dar un nuevo sentido a la vida donde la esperanza –la espera de algo bueno- debía materializarse. Por eso, se convirtió en una amenaza a las “apetencias” y “tenencias” de unos pocos que, por tener en demasía creía ver disminuir sus “jugosas ganancias”. El Sanedrín judío, la monarquía herodiana y el Imperio Romano activaron las alarmas y bajo falsas noticias sobre el Templo de Jerusalén y de no dar tributos al César, vieron la necesidad de engañar al pueblo, y conjuraron la muerte de Jesús; y con eso, dar una lección al pueblo esperanzado de olvidarse de cualquier logro que podían obtener ávidamente.

b.    En Jesús, Dios asumió el conflicto y siguió adelante

   En palabras de Pedro Casaldáliga y José Mª Vigil amplía este criterio con lo siguiente: En Jesús, Dios asumió el conflicto. Porque la historia es un conflicto permanente. Y Dios ‘se ensució las manos’. No exigió asepsia para la encarnación, asumió sin repugnancia ‘una condición carnal y pecadora como la nuestra (Rom 8,3). No se desentendió ‘ni se lavó las manos’. No se hurtó al conflicto. Tuvo miedo, pero siguió adelante. Previó que el conflicto iba a ser mortal, pero no se arredró. No ‘se murió’: le quitaron la vida. Sabía que se la jugaba, y la entregó conscientemente (Jn 10,28). Fue marginado por el templo, tenido por loco (Jn 10,20; Mc 3,21), perseguido, objeto de una orden de captura (Jn 11,57), excomulgado por las autoridades religiosas, amenazado de linchamiento (Lc 4, 28-29; Jn 8, 59), apresado y ejecutado. Esta humanidad de Dios, de Jesucristo, que el Dios humanado, pasa por un determinado y concreto proceso histórico de tensiones, de tentaciones, de conflicto con los intereses de los grandes de su tiempo: el imperio romano, el templo de Jerusalén, los latifundistas judíos, el legalismo que sometía al pueblo de un auténtico cautiverio espiritual…  (12)     

 

VI. Jesús se dio cuenta de que su proyecto estaba amenazado y que el pueblo humilde y sin letras podía caer en las garras de los lobos rapaces.

 

a.    Jesús enseñó que la verdad debía ser cuidada

   Les enseñó, “cuidarse de la levadura de los fariseos” que es lo mismo, cuidarse de la “hipocresía” de los que hablaban con “huecas sutilezas”; “porque nada encubierto que no haya de descubrirse, ni oculto, que no haya de saberse” (Luc.12:2 VRV 1960). Jesús sabía que todo lo que suene a pobre protegido era considerado malestar a los poderosos, y enseñó que debían estar apercibidos, y prestos en los momentos difíciles. En tiempos difíciles, hay que estar entendido que hay que cuidar y no dejarse confundir por los malévolos de siempre con sus argucias astutamente. La verdad debía ser cuidada, y eso se daría a conocer tarde o temprano. Jesús encarnó esa verdad, él se hizo una verdad ineludible y veraz que sus seguidores estaban dispuestos a verse reflejados. Él dijo que él mismo era esa verdad. Él es la verdad de los tiempos y de la historia.

 

VII.  El anuncio de la muerte de Jesús, ¿Cómo debería ser asumida?

 

a.    La alerta advertida de Jesús después de él

Fue el mismo Jesús que anuncia su muerte. Además, Jesús sabía y debía alertar que los lobos rapaces vendría por él, y por aquellos que abrazaran la esperanza a favor de los pobres y desposeídos. Les encaró, que aun cuando le “mataran”, o mejor dicho le “quitaran la vida”, nada más podían hacer esos infames y ruines, que su única obstinación es que los necesitados no tuvieran esperanza y fe para salir de sus dificultades, como era la vida de la palestina de los tiempos bíblicos.

Y ese mensaje les dio el impulso necesario después de que no les acompañara en su persona física. Las fuentes cristianas muestran que los discípulos tuvieron que encarar la realidad física de seguir con el proyecto de Jesús, sin Jesús, pero con Jesús como propósito de vida, en medio del miedo y la calamidad que tuvieron que enfrentar con valentía de corazón. No hubo un sucesor como tal, todos y todas debían continuar lo que Jesús enseñó con su prédica viviente. A los que sus sucesores no estaban tan preparados como se esperaba, sino, que la venida del Espíritu Santo en Pentecostés reavivaron este desafío hecho conflicto contractual.

b.    La inmortalidad está en la resurrección de Jesús y su mensaje

Es de entender que para los discípulos y sus seguidores de antaño y para nosotros en la actualidad la muerte de Jesús era un gran enigma. Leonardo Boff comenta este cuestionamiento: De antemano podemos adelantar el siguiente dato aparentemente incuestionable: el tema de la inmortalidad del alma no pertenece al Kerigma fundamental del Nuevo Testamento (3). El Nuevo Testamento conoce y profesa su fe en la resurrección de los muertos. La filosofía griega y en concreto el platonismo, bajo cuyo influjo estuvo en la naciente iglesia misionera dentro del mundo helénico, conoce la inmortalidad del alma, pero ni conoce, ni puede imaginarse la resurrección. La reflexión de la teología cristiana, conciliando ‘aut-aut’ con un ‘et-et’ formuló la proporción siguiente: el alma es inmortal. Tras la muerte del justo, una vez separada del cuerpo, es juzgada por Dios y goza de su presencia hasta el fin del mundo cuando, de nuevo, será reunida con el cuerpo, ahora resucitado, para gozar juntamente con él de la comunión con Dios.

   La doctrina de la inmortalidad del alma de los griegos era completada con la bíblica de la resurrección de los muertos. Con eso se está afirmando: a) que la muerte no es total: únicamente atañe al cuerpo del hombre; b) que la resurrección tampoco es total: únicamente atañe tan solo al cuerpo; c) que el hombre es, fundamentalmente, un compuesto de dos sustancias en sí incompletas, cuerpo y alma. Tomas de Aquino dirá: son dos principios que, unidos, forman el hombre uno. El alma es la forma del cuerpo y mantiene una relación con la materia. Separada, tiene de la misma forma esa relación trascendental, de tal modo que siempre tiene a reunirse con el cuerpo. Separada del cuerpo, vive en un estado contrario a su naturaleza y por ello violento (4). Esta tendencia no fundamenta todavía la resurrección del cuerpo, como pretenden algunos, sino únicamente su revivificación.

c.    El abandono del platonismo y de lo bíblico

   Una combinación semejante, realizada desde los Padres de los escolásticos, abandono, en verdad, tanto el pensamiento platónico como el bíblico. La filosofía no conoce la valoración del cuerpo ni acepta el alma. Por fin libre, puede volver al cuerpo cárcel (‘soma-sema’, en griego: Platón, Georgias 47, 493 A). Por otro lado, el semita no conoce un alma sin cuerpo, ni dispone de una palabra correspondiente para ello. Si aquella sobrevive a la muerte, lo ha de hacer siempre en forma corporal. Pero además Platón concibe la muerte como una ascensión hacia la libertad y total espontaneidad del alma. Para la Biblia, la muerte significa una ‘descensio ad ínferos’ (Sheol), donde reina la sombra y la vida imperfecta. Esa concesión dualista (mitigada, sin embargo, en Tomás de Aquino) impregnó toda el alma del cuerpo, en la esperanza de que Dios mismo venga a romper las ataduras que los une (11). Y narra cómo Sócrates ‘acercó el cáliz (de la cicuta) a sus labios y lo bebió con una tranquilidad y una dulzura maravillosas’ (12). ‘Este es el fin de nuestro amigo, del hombre, podemos decir que del menor de los hombres que hemos conocido en este tiempo, el más sabio, él más justo de todos los hombres’ (13).

d.    La muerte de Sócrates se contrapone a la muerte de Jesús

   En contraposición a Sócrates, tenemos la muerte de Jesús (14). Este prevé un fin trágico: ‘Su alma está triste hasta la muerte’ (Lc 26,38). Y Lucas precisa aún más: ‘y lleno de angustia oraba con mayor insistencia. Y su sudor se volvió como gruesas gotas de sangre que corrían hasta la tierra’ (Lc 22,44). Se estremece, se siente abandonado por los suyos (Mt 20,40). La muerte es enemiga del hombre al que todo está sometido. El autor de la epístola a los hebreos, con rasgo existencialista, observa que ‘Jesús elevó oraciones y súplicas con gran clamor y lágrimas a Aquel que lo podía liberar de la muerte (5,7). A diferencia de Sócrates, no muere sereno, sino casi en trance de desesperación: ‘dando un gran grito, expiró’ (Lc 15,37). Para el semita, la muerte no es liberación, ‘bello riesgo’ (15), como dice elegantemente Platón, sino la enorme potencia del mal que entró a causa del pecado (Rom 5,12), ‘el último enemigo que ha de ser reducido a la nada por Dios’ (1 Cor 15,26).

e.    Dos antropologías y diferentes concesiones de la muerte

   Esta contraposición pone de relieve la diferencia profunda existente entre las dos antropologías y sus correspondientes concesiones de la muerte. Para el griego platónico, el hombre no muere totalmente, su alma es inmortal. Para el semita, el hombre entero muere o asume una forma imperfecta de la vida en el sheol; sin embargo para la fe neotestamentaria, resucita todo entero.´  (13)      

   ¿Cómo podemos unir dos culturas que revelan la muerte desde su cosmovisión? La transversalidad de un Nuevo Testamento mayoritariamente helénico sumergido en el semitismo es y sigue siendo un desafío que no podemos seguir desarrollando a profundidad por lo complejo que atañe a una fe compartida de dos modismos que los siglos nos legaron. Seria de un estudio de investigación que nos gustaría si fuese posible seguir en el debate de altura de lo comentado.

   Aun cuando, sean contrapuestas estas dos maneras neo testamentarias basadas en dos modos de pensar, en el fondo, podrían entenderse en perspectiva ampliada. Son dos modos contrapuestos que tienen un hilo común que como creyentes hemos asumido con el tiempo de dos milenios. Una verdad de dos visiones de una misma mirada.

 

VIII. Es en los tiempos difíciles la enseñanza y ejemplo de Jesús se hace viable y definitorio para todos, tantos hombres y mujeres.

 

a.    Los pobres y las mujeres son los más vulnerables

   Es de observarse con detenimiento y prestación en cualquiera que sea el caso que se atraviese, y la particularidad con que ocurra las cosas. Jesús comprendió que las carencias de alimentos y de bienestar hace más vulnerable a los pobres y desposeídos esta ha sido su estratagema en particular, luego, son los mismos pobres los culpables de su condición. La confusión de los engañadores de oficio llegaba a tales extremos que se tenía como estrategia la guerra para terminar de aplastar y dominar. No obstante, el cerco económico de no permitir comprar ni vender, acaparar los alimentos y aumentar su costo a cada rato ha sido la trampa de los imperios o reinos en el pasado. Nada ha cambiado desde esos tiempos remotos donde se acentúa el cambio de gobiernos a capricho de los poderosos para luego desposeerlos de igual manera.

b.    Jesús verbo vivo de inclusión social

   Las multitudes de las regiones de galilea y contiguas se agolpaban para escuchar su verbo vivo y enérgico de inclusión sin distingo alguno. Las mujeres jugaron un papel preponderante en esa definición de las diferencias de clases. Al parecer, esas seguidoras comprendían mejor su compromiso y lo siguieron con toda dedicación y perseverancia sin vacilación ni dilación alguna. No obstante, los hombres dilataron en los momentos difíciles. En los momentos definitorios los hombres se acobardaron y no dieron la escondiéndose detrás de las mujeres.

c.    La lideresa María Magdalena en el grupo de las mujeres

   María Magdalena, era la lideresa del grupo de Jesús, ella tenía el tino de entenderle como el Hijo del Hombre, es decir, en su personalidad y proyecto liberador. Como mujer veía el contexto con mayor agudeza, y no solo ella, sino sus seguidoras quienes sostenían su ministerio. Sostuvo con valentía su pensamiento y legado posterior. A las mujeres se les consideraba seres inferiores ante el patriarcado reinante de obstinación supremacista. Esta obcecaste impropia de la bajeza dominante permanece hasta el día de hoy en muchas culturas.   

   Los discípulos hombres tenían sus expectativas en la situación política del momento, y sus contradicciones internas delataban la ambigüedad con que se dirigían hacia él y el resto del pueblo. Esto trajo algunos celos de liderazgo por los hombres, y no creían mucho en la capacidad de las mujeres en el proyecto liberador de Jesús en favor de todos, sobre todo, al pueblo esperanzado de tener una salida a sus muchas crisis. La gente sufría muy duro los embates de la potencia ocupante, que se hacía sentir a imponérseles a la fuerza con cargas muy pesadas.

d.    El desafío de la ortodoxia de María Magdalena

   Lynn Picknett, desafía la ortodoxia de la Magdalena y comenta: “´Tal vez algunas de las pruebas sobre la verdadera naturaleza de María Magdalena sean fragmentadas y no concluyentes. Pero aun en su más tenue versión, son mucho más poderosas que las que sustentan la doctrina de la Iglesia de que María [Magdalena] fue prostituta, tesis para lo cual no existe una sola [prueba]. Valerosas feministas cristianas (en su mayoría estadounidense), y aun teólogos y académicos hacen hoy cautelosos intentos por reconsiderar la condición de María Magdalena, tentativamente reconocida ya como lideresa de las discípulas de Jesús, e incluso como “el décimo tercer apóstol”. Esto es, un gran avance; hasta hace poco ni siquiera se admitía que hubiese tenido discípulas, y mucho menos que hubiera incorporado a una mujer al círculo sagrado de Pedro, Santiago y Andrés y los demás apóstoles... Porque si bien María Magdalena tuvo un breve papel en el Nuevo Testamento, en los evangelios gnósticos –y en especial en los descubiertos en Egipto en 1945, aunque de ninguna manera solo en ellos- fue la estrella. Pese a lo tentador de conceder total credibilidad a tales evangelios, es recomendable guardar prudencia. Muchos de ellos contienen información explosiva- y al menos uno, el evangelio de María Magdalena, notables enseñanzas en palabras que se recurren con gran delicia por la lengua-, pero otros son excelentes ejemplos de cháchara seudomística: impenetrables, hipnotizadores y absurdos. De hecho con los más coherentes con los libros prohibidos. Magdalena es consistentemente la mujer a la que Jesús llamaba sin más “el todo”, o “la mujer que lo sabe todo”… afirman que también le concedió el título de “Apóstol de los apóstoles”... Al parecer no fue tan solo la lideresa de las seguidoras de Jesús, una discípula y ni siquiera uno más de los apóstoles, sino la mayor entre estos; superior, en otras palabras, a Andrés, Santiago e incluso Simón Pedro. Por tanto…Se impone esta pregunta; ¿fue esa marginada y calumniada mujer la verdadera sucesora de Jesús, y no Pedro, cuya pretendida como heredero del reino ha sido, desde siempre, la piedra angular de la Iglesia católica romana? Esos mismos libros no canónicos contienen pasajes que señalan el motivo de su supresión. Jesús, descubrimos, amaba tanto (a) Magdalena que la besaba en la boca muy a menudo, lo que irritaba en alto grado a sus discípulos, al menos uno de los cuales llegó al extremo de amenazar la vida de María a causa de sus celos… Es indudable que en la relación entre Jesús y Magdalena hubo algo más que una animada conversación sobre los valores de la disquisición religiosa y el trabajo doméstico. Es posible que la Iglesia se haya propuesto impedirnos conocer ese algo… ¿Se casó María Magdalena con Jesús? ¿O su relación se basó en la pasión ilícita? Y aunque se supone que fue una galilea semita, ¿es posible, como lo insinúan enfáticamente ciertas pruebas, que haya sido negra? (14)                 

e.    La enseñanza de Jesús es para valientes y no admite dilación alguna

   La enseñanza respaldada con el ejemplo daban las fuerzas de seguir en la lucha por la vida misma, eso lo manifestaba Jesús con sus hechos u actuaciones. Por ello enseñó: “El reino de los cielos (de Dios) se hace fuerte y solo los valientes lo arrebatan” (…) Se definía las condiciones para un nuevo reino de los pobres donde, también tenían derechos como los otros tenedores de los recursos. Esa casta arrodillada a la fuerza ocupante era hueca y sin sentido. Prevalecía, el negocio ilícito y las apetencias sin fondo que entregaban todo y no le importaba para nada el pueblo pobre y desposeído.      

La enseñanza de Jesús era definitorio ante los poderosos. Aun cuando ese era el pensamiento del Imperio Romano, que sus colaboradores comprometidos debían dejarse aplastar para congraciar a sus máximos amos, y su único fin era ser despedazado por ese amo, esa era su verdadera paga a sus servicios serviles. ¡Salve oh Cesar! Los que hemos de morir en tu nombre te saludamos. En otras palabras ¡Sálvanos Cesar! Los que te hemos servido moriremos en tu nombre te saludamos. Esta era la lógica de este ciclo corrompido de los tiempos. Esa ha sido la historia de la humanidad y no ha cambiado mucho.

   Hoy en día, las corporaciones manejan al mundo a su antojo por los recursos naturales, y tener sumiso al hombre a la nueva esclavitud la del “consumo” y despilfarro, a costa de su semejante y del hábitat. Hoy la esperanza está secuestrada por el consumo desmedido y sin ningún tipo consideración ni con el hombre, ni con el planeta.  

 

IX. Jesús siguió enseñando en sus comparaciones o parábolas la conciencia elevada del evangelio del reino de Dios

 

a.    Jesús enseñó una conciencia liberadora de toda opresión

   En contraposición a su proyecto liberador se mantenía con toda fuerza y brutalidad la opresión a los pobres y desposeídos, y el evangelio tenía que tener entre sus seguidores una conciencia liberadora: Volviendo a las condiciones socioeconómicas del tiempo de Jesús, deberían ser analizadas a la luz de los acontecimientos de su tiempo, de dos milenios por las implicaciones y periodicidad en la que vivían. El hombre al paso del tiempo usa sus mañas y artimañas para infundir temor, entre los unos y otros, por su obstinación de malograr a los demás y salirse con la suya. Esa naturaleza devoradora que quiere aplastar y hacerse sentir. Lo increíble del caso, que el hombre olvida lo que le pasa, y lo deja pasar para ocultar su malestar. Los que saben digerir este caldo de cultivo esperan con paciencia la oportunidad de confundir, y nuevamente aplastar sin piedad alguna esa premisa y posición, ese es su medio de subsistencia y así se retroalimenta nuevamente. Es sabido que no van a desistir de su condición devoradora, porque se están defendiendo de su miedo a ser descubiertos y ser considerados cómo a iguales. Al paso de cada generación, que no vio lo pasado se les arremete nuevamente, con nombres y sitios diferentes, pero el ciclo vicioso se repite constantemente.

b.    El método de Jesús, narrar parábolas socioeconómicas

El método de Jesús es muy particular aunque era parte de la época en los evangelios. Cuando narra que El sembrador salió a sembrar no cualquier cosa, salió a sembrar una semilla, aun cuando el texto de Mateo 13 refleje que hablaba para relatar a la calidad de su mensaje, puesto que algunos no entendían su proyecto liberador, y eran personas duras de aceptar los términos del evangelio, a lo que más adelante les explica por qué hablaba en parábolas. Sin embargo, es digno de comparar la compilación socioeconómica del trabajo que refleja la parábola, cuando los oyentes sabía de lo que hablaba. En aquel tiempo ser campesino equivalía a ser labrador, pescador, carpintero, tejedor o cualquier oficio u arte que desempeñase. El pueblo entendía su mensaje. Era el trabajo organizado para no desperdiciar la semilla que debía ser sembrada. La mejor cosecha está en la buena tierra para que de mejores resultados. Jesús ejemplificó en su comparación que teniendo la destreza de actuar se puede lograr la abundancia para compensar los tiempos difíciles. Había que recordar para aprender y aprender es hacer.

c.    El sembrador salió a sembrar su semilla

   Xavier León-Dufour, expone “El sembrador salió a sembrar su semilla”. Y agrega: Ya desde la primera frase de la parábola revela Lucas su intención: al precisar con la palabra ‘semilla’ lo que hace el sembrador, orienta la atención al lector hacia el grano sembrado. Lo mismo sucede en la explicación: el sembrador desaparece, como si una vez terminada la siembra el interés hubiera de concentrarse únicamente en la suerte de la semilla, según los diversos terrenos: la semilla es la palabra de Dios (8,11), esa palabra de Dios que la muchedumbre desea oír (5,1) y que hace dichoso a quien la oyen (11,28; 8,21). La expresión de Lucas corresponde al empleo en forma absoluta: ‘La palabra’ (8,12.13.15), que Marcos menciona en ocho ocasiones (Mc 4, 14-20). Dicha expresión designa en Lucas el mensaje del evangelio, según el sentido que le atribuyó la Iglesia naciente. Ahora bien, la explicación, el interés de Lucas se desplaza en seguida con la semilla-palabra a las tierras-oyentes. No solo Lucas hacen que se correspondan punto por punto parábola y explicación, para así describir de los cuatro tipos de tierras en que cayó ‘cayó’ la semilla (8,12.13.14.15); sino que, una vez establecida la equivalencia entre semilla y palabra (8,11), no se habla ya más de ‘o que ha sido sembrado’, como en Mt/Mc. Expresándose en frases abreviadas e intraducibles (‘al borde del campo’), Lucas se ocupa ya de la semilla indirectamente, al tratar de la calidad del terreno que recibe: en la explicación, la semilla de la parábola se convierten en ‘hombres-granos’, según la expresión de Loisy que se mofa de la admirable lógica de Lucas; el que tanto se ríe debería haber sabido que ciertos apócrifos del siglo I d.C., utilizan el mismo lenguaje metafórico: ‘los que han sido sembrados’ (4 Esd 8,41). Ello no es, pues, incoherencia en Lucas, sino dependencia de una tradición original tendente a mostrar que la palabra se ‘implanta’ de alguna manera en los oyentes. El que no llega a creer. Lucas lleva a término el movimiento iniciado en Mt/Mc, que de la palabra-semilla hacía pasar el interés a los ‘oyentes-tierras’: solo él introduce el tema de la salvación por la fe.

d.    Oír la palabra que produce frutos  

   Entronca así a una teología de la vida cristiana a la exhortación sobre el modo de oír la palabra y hacer que se produzca fruto. Para que resulte mejor esta orientación teológica de la comunidad, nuestro análisis, que sucesivamente irá describiendo los cuatro tipos de creyentes, hará que se correspondan al versículo de la parábola y el versículo respectivo que lo explica. Los que no llegan a creer. Mientras sembraba una parte [del grano] cayó al borde del camino; y fue pisoteado, y los pájaros del cielo se lo comió todo. Los [que están] al borde del camino son aquellos que han oído, luego viene el diablo que se lleva la palabra de su corazón, para que no crean y se salven. Es inútil que no nos detengamos en los rasgos descriptivos de la parábola, de los que prescinde la explicación. El detalle del grano pisoteado en el camino por los viandantes nos recuerda la suerte de la sal insípida, arrojada fuera y pisoteada por las gentes, o de las perlas echadas a los puercos (Mt 5,13; 7,6). Los pájaros ‘del cielo’ es una expresión conforme imaginería bíblica al estilo de Lucas. Todos adornos no afectan grandemente el sentido. En cambio, el final del versículo explicativo tiene un significado esencial. No solamente hace intervenir al diablo, como Mt/Mc, sino que al mismo tiempo descubre su perverso designio: impedir que el hombre logre salvarse por la fe. Dicho final coloca así al oyente de la palabra frente a su propia responsabilidad de ‘tierra’ receptora del grano.

e.    La historia de la salvación por la fe

   En esta historia de la salvación por la fe toman partes diferentes actores. La fe es un acto personal; por ello Lucas omite el terrible anuncio según el cual Jesús habla en parábolas ‘no sea que se conviertan y sean perdonados’ (Mc 4,12). Tal presentación parece ir en contra de las costumbres del Dios de misericordia y podría conducir a los lectores griegos a la tentación del fatalismo trágico. No es, pues, Dios ni Jesús quien les aparta de la salvación, sino, en virtud de un cambio radical de situación operado por Lucas, el diablo, uno de los actores que más interesan al evangelista. Él es quien, después de haber tentado a Jesús, ‘se retiró por cierto tiempo’ (Lc 4,13), hasta el día en que, bajo la sombra de Satán entra en el traidor Judas (22,3); él es también quien busca el modo de perder a los discípulos (22,31), pero es vencido y cae del cielo (10,18). Él, finalmente, se afana en el campo en que el sembrador eche su simiente; Lucas desenmascara sus intenciones: el diablo, al impedir que los hombres crean, trata de quitarles la salvación. ¿Quiere esto decir que el oyente de la palabra solo es ‘el camino’ a donde ‘viene’ el Malvado (Mt) después del sembrador? Tal procedimiento semítico pone a primera vista frente a frente fuerzas del mal y poder divino en una oposición muy poco bíblica.

f.     Compendio profético a favor de la fe

   Lucas introduce este compendio profético el factor de la fe (8,12.13); más que Mt/Mc, más que el autor de la carta de Santiago, que muestra al hombre tentado por su propia concupiscencia y no por Dios (Sant 1,13-14), el tercer evangelista restablece el equilibrio; el responsable no es Dios ni Jesús, sino yo mismo…y me dejo arrebatar la palabra por el diablo en lugar de ‘recibirla’ (8,13) y guardarla ‘firmemente’ (8,15), a fin de que, creyendo, me salve. Gracias al tema de la fe mantiene Lucas la justa tensión la iniciativa divina de aquel que siembra y la respuesta de corazón del hombre, entre el dinamismo de la semilla divina y la presión de las dificultades suscitadas por la vida cristiana.

g.    Aceptación y constancia de la fe

   Para eficazmente, la palabra de Dios requiere la aceptación y constancia de la fe. Los que creyentes que desisten. Y otra parte cayó en las rocas, y tras haber brotado, se secó, porque no tenía humedad. Los [que cayeron] en las rocas [son] aquellos que, cuando oyen, acogen la palabra con alegría; y esos tales no tienen raíz, no creen sino por un momento; y en el momento de la prueba desertan. Los creyentes que desisten. Según Lucas, esta parte del grano no cae en tierra pedregosa (Mt/Mc), sino en la roca misma; a juicio de los peritos en agricultura, la alusión a la falta de humedad pasa por alto una ley física que no ignoran los labradores de palestina cuando colocan piedras al pie de la cepa de viña: el rocío se condensa mejor sobre dichos guijarros que sobre la tierra ¿Por qué mencionar entonces la piedra, siendo así que el símbolo bíblico de la ‘roca’ evoca en cambio la solidez, la fidelidad inmutables de Dios, Roca de Israel? ¿Será para subrayar el contraste con la roca sobre la que se halla construido la casa que no logran conmover los elementos desencadenados: metáfora esta que reasume el tema bíblico de la estabilidad del creyente fundada en Dios (Is 28, 16), en un contexto que incide precisamente en el deber de escuchar y cumplir las palabras de Jesús (Lc 6,48)? Más sencillamente parece que la roca viene a evocar, aunque tal cosa ocurra bastante raramente en la biblia (Is 51,1), la sequía y la aridez del desierto.

h.    La semilla-palabra cae en oyentes-estériles

   En efecto, la semilla que cae en esta clase de oyentes permanece estéril: tales oyentes acogen (Hch 8,14; 11,1; 17,11) la palabra con alegría, la alegría escatológica; pero este primer movimiento no dura; la falta de raíces sólidas, su fe es efímera; en cuanto surge la prueba desisten. Con los términos –desconocidos por Lucas en su evangelio- ‘tribulación’ (tblipsis) y ‘persecución’ (diôgmos), que evocan el fin de los tiempos que llegan, Mateo y Marcos mantienen aquí la perspectiva escatológica. En Lucas, la palabra ‘prueba’ (peirasmos) tiene un sentido más amplio: el vocabulario de la Iglesia naciente se refiere a veces a la persecución (Hch 20,19; 1 Pe 4,12), muy raramente a la tribulación de los últimos tiempos (Ap. 3,10); su significado recubre la vida cotidiana del creyente, las pruebas semejantes a la que Jesús fue soportando a lo largo de su vida pública (Lc 22,28) y que pueden sobrellevarse a la oración. Porque dichas pruebas van más allá de las fuerzas del hombre, apoyado en su constancia (Sant 1, 2,12) y en la ayuda de Dios (1 Cor 10,13). Lucas piensa, al parecer, en los cristianos que, tras una larga experiencia de fe, apostatan (apbistantai): vocablo ilustrativo, desde el punto de vista de la comunidad…´”´ (15)

i.      En Jesús, Dios envía su palabra a los hombres  

   El Maestro Jesús en su casa de Cafarnaúm y siguió compartiendo su método de enseñanza como era las parábolas. Se refirió al “trigo y a la cizaña donde el campo era “el reino de los cielos” se sembraron dos tipos de plantas distintas, pero muy similares a la vista que solo la cosecha determinaba que clase era la una de la otra. La confusión dio paso a la reflexión “¿No sembrasteis buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña? La cuestión estribaba en que había enemigos ocultos que saben de algo bueno, copiarse y confundir con lo malo de manera encubierta. Su mensaje peligraba y era necesario advertirles. La tendencia natural es actuar a la ligera, “¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos?”. En tales circunstancias era mejor saber esperar con sabiduría y actuar en el momento preciso, “Él les dijo: Dejad crecer juntamente lo uno de lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo le diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero” (Mt.13: 27-30). Las parábolas tenían un doble sentido práctico: afianzar la siembra y la cosecha enseñando algo particular o colectivo.

j.      Dos tipos de siembras y dos tipos de siegas distintas

   MERCABA lo amplía: ´“´Un nuevo ejemplo de sementera divina. Tenemos varias parábolas que recurren a esta imagen para enseñarnos cómo envía Dios su palabra a los hombres. Lo característico de esta es qué, juntamente con el sembrador divino, no asegura la existencia del sembrador del mal: mientras su gente dormía, vino el enemigo y sembró cizaña entre el trigo y se fue (Mt 13,24-30. 36-43). Mención de la noche y el sueño de los criados tiene únicamente por objeto de explicar la acción del sembrador de la cizaña. Durante el día le hubiese sido imposible hacerlo. Hubiese sido fácilmente descubierto por el dueño del campo, por sus hombres o por sus vecinos. Se trata, por tanto, de un rasgo necesario de la parábola, pero sin interés especial, del que pueda deducirse una determinada enseñanza. La cizaña, lolium termulentum, es una yerba mala que tiene un gran parecido con el trigo antes de echar la espiga. De todos modos llama la atención en la parábola la actitud del dueño del campo. Porque el trabajo de arrancar las malas hierbas de los sembrados, la acción de sajar, nunca se dejaba para el tempo de la siega. Se hacía en primavera. Los sembradores de hoy hacen innecesaria esta labor porque, al sulfatar los sembrados, no brotan las malas hierbas. Y, en cualquier caso, las pocas que brotan no son perjudiciales para el cultivo. El acento principal de la enseñanza recae en la presencia del sembrador junto al sembrador de la buena semilla. Donde Dios siembra también Satanás. Y teniendo esto en cuenta, la parábola requiere prevenirnos del falso optimismo. El reino está presente, a pesar de los pecados de sus miembros.

k.    Convivencia necesaria hasta el día del juicio

   Como llega la hora de la recolección, a pesar de la existencia de la cizaña. La explicación de la parábola fue añadida por el mismo evangelista (Mt 13, 37-43). Él no ofrece la peculiaridad de que cada uno de los rasgos parabólicos tiene exacta correspondencia en una realidad religiosa que requieren significar: El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino; la cizaña son los hijos del maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la siega es la consumación del mundo; los segadores son los ángeles (Mt 13, 37-39). Esta explicación que nos da el evangelio, el tono de la enseñanza parabólica se haya desplazado. Mientras en la parábola el acento recae en la convivencia necesaria, hasta el día del juicio, del trigo y la cizaña, el pensamiento fundamental en la explicación de la misma se centra en la suerte de los malos y de los buenos (Mt 13, 40-43). Este desplazamiento del acento pone de manifiesto la pluma de Mateo. La parábola, tal como fue pronunciada por Cristo, contesta el interrogante siguiente: ‘¿Por qué hay malos cristianos en la Iglesia? Porque al mismo tiempo y en el mismo campo que Cristo, siembra también el demonio. Esta situación, por lamentable que sea, no puede ser cambiada por el hombre. Es preciso tener paciencia. La separación de buenos y malos tendrá un lugar en juicio último, al fin del presente éon. Pero, ¿Cuál es la razón de esta coexistencia hasta el fin? ¿Darles una oportunidad más para que se arrepientan? Esta oportunidad para su conversión no queda excluida. Creemos, sin embargo, que tampoco está intentada directamente. La explicación de la parábola centra su enseñanza en el momento de la siega y en la ulterior suerte de buenos y malos. El acento ha sido clara y fuertemente desplazado a la escatología. La imaginería del juicio de condenación: horno de fuego…procede de la apocalíptica; la del premio: ‘los justos brillarán como el sol’ ha sido tomada de Dn 12,3, también de procedencia apocalíptica; al parabolista le ha bastado introducir una pequeña variante: en lo lugar de ‘doctos o sabios’ de los que habla el texto de Daniel, él menciona a ‘los justos’.  Son estos que brillaran como el sol.’”´   (16)       

l.      Se siembra pequeño se cosecha en grande

   Al mismo tiempo les refirió otra parábola de la comparación del reino de los cielos con un grano de mostaza. Aun cuando todos sabían que es un grano diminuto al sembrarse puede llegar a crecer en consideraciones superlativas. De esa manera no solo enseña la importancia de sembrar, sino, que da a entender que su mensaje aun cuando fuese pequeño podía crecer y sobresalir en el tiempo. Las cosas aun cuando no parezca al principio siempre se logran si crece satisfactoriamente. De lo poco se hace mucho para que de lo mucho no se haga poco. Lo importante que su proyecto iba creciendo a pesar de los embates y situaciones incongruentes.

   El método pedagógico parabólico de su enseñanza era en dos sentidos a saber: uno era general y otro particular. En cosas sencillas guardaba la esencia de su mensaje a su pueblo. Su mensaje era analizado por mucha gente que le seguía con determinación. Sin embargo, había “personeros” ocultos y muy mal intencionados que buscaban la manera de culparlo de algo, y de esa forma tratar de sacarlo del camino liberador de las cadenas de opresión de su pueblo pobre y confundido. Había mucha gente que venían a verle, tocarle y recibir de él su amor con una respuesta a sus necesidades. Ese era su lección poderosa que debemos emprender.

m.  El reino de Dios es como un tesoro escondido

   Su pedagogía hablaba de la forma de obtener cosas valiosas que cuesta dinero. Jesús no le tenía miedo al dinero trabajado y liberador. La perla de gran precio sigue con esa manera de que la gente entendía a cabalidad. Se habla de un mercader o un hombre de negocios buscador de perlas. Al encontrar una en particular fue y vendió arriesgado lo que tenía para adquirir esa perla preciosa. La moraleja es que las cosas buenas de la vida había que darle su buen precio y preciarla. La vida da oportunidad que es único en la vida y hay que aprovecharlas.

   Casiano Floristan comenta: La Perla de gran precio. Las parábolas del tesoro y de la perla son gemelas, con imágenes diferentes; un labrador que descubre un tesoro y un mercader que encuentra una perla extraordinaria. Las dos parábolas destacan el supremo valor del reino como un gran hallazgo; los otros valores son menores. Convertirse es cambiar de valores, es una ‘transvaloración’. Por otra parte, el compromiso por el reino no se hace solo desde la voluntad (esfuerzo ascético), sino desde la alegría (el sentido místico). Ambas parábolas son una llamada de atención respecto de la primera bienaventuranza. La parábola de la red de pescar describe una escena diaria en el lago de galilea. El centro de esta parábola no está en el número de peces, sino en selección que se hace después de la pesca. Es semejante a la parábola del trigo y la cizaña; apunta a la necesaria convivencia de personas buenas y malas y a que todos tenemos algo bueno y algo malo hasta el final de la historia. La verdad de los hijos de Dios se descubrirá hasta el final, cuando estemos libres de toda clase de esclavitudes: mentiras, injusticias, muerte y pecado. La ‘selección’ equivale a evaluación, a revisión de vida, a saber elegir, a discernir. Los ‘escribas’ saben muchas leyes, y no poca teología, pero se aferran a lo ‘viejo’, en tanto que los discípulos se aferran a lo ‘nuevo’, al reino presente. Con la clave del Nuevo Testamento (‘lo nuevo’) debe entenderse el Antiguo Testamento (‘lo viejo’). REFLEXIÓN CRISTIANA: ¿Sabemos discernir, evaluar, juzgar? ¿Son consistentes nuestros compromisos?´”´ (17)   

n.    El evangelio es un equilibrio necesario entre lo espiritual y lo material

   Hay que tener en cuenta que las riquezas se obtienen con una mentalidad de hacer y rehacer para obtener ganancias satisfactorias, que libere de la pobreza, la escasez y la carestía de la vida. A esa mentalidad de vivir en condiciones infrahumanas y miserables no era el mensaje de Jesús para ese pueblo, en busca de sus soluciones favorables. En su reino todos tendrían derechos y deberes para complementar un equilibrio más humano en la comunidad de bienes.

 

X.  La resurrección es la continuación de la vida en medio de todo para lo nuevo agradable y positivo

 

a. La resurrección de Jesús es una nueva vida

   La resurrección es la nueva vida que atraviesa los muros de la dificultad para rehacer, recrear, reformar en la perspectiva de la historia continua. Jesús no solo resucita de entre los muertos como un gran acontecimiento que marcó la historia, en un antes y después en su muerte, y resurrección, sino que también su proyecto liberador de las cadenas de opresión, abre las piedras de la mediocridad y exalta la vocación del servicio comunitario en favor de todos, en especial al pueblo pobre y desposeído, los sin nada, los sin nadie, a esos que a nadie les duele porque no tienen lujos, a esos que están muertos en vida, a esos los saqueados que trabajan muy duro, y no le alcanza nada, a esos que les suben los precios y que nada le alcanza. A todo este Jesús también resucitó de entre los muertos olvidados y despreciados.

   Los discípulos y seguidores de Jesús al principio no entendían la resurrección. Cómo es qué ahora su proyecto podía tener continuidad en sus vidas cotidianas y enfrentar el caos de los judíos y romanos. Ellos, quizás, esperaban algo distinto a sus expectativas políticas y religiosas que venía a ser casi lo mismo. No entendían que la resurrección es un cambio de vida de adentro hacia fuera. Es una transformación de los formalismos, es la capacidad de conocer y conocerse hacía mismo. Es entender el sentido histórico y hacerlo entendido a la comunidad de creyentes y al pueblo pobre en general.

b.    La resurrección de Jesús es un sentido de esperanza

   Su mensaje resucita la fe, la esperanza y el amor de la comunidad de creyentes y seguidores de su modelo alternativo, al orden impuesto manipulador y coercitivo mentiroso que engañaba con premisas falsas. Ahora su proyecto no moriría sino que viviría en un jubileo continuo de liberación y seguridad corrigiendo al caos de siempre. Por este mensaje de pueblo resucitado es que los pobres se han mantenido en pie con la mirada puesta en el galardón. En ese espacio estamos todavía en que todos seamos reconocidos y todos seamos hermanos, donde los ricos y pobres podamos entendernos y aceptarnos como seres humanos. Ojalá no haya ricos ni pobres, sino un nuevo ser humano vivo que nada le sobre, ni nada le falte. A esa premisa creo que Jesús comisionó al ser humano. No es la superabundancia ni la superpobreza. Es vivir con Dios y la naturaleza, es tenerlo todo y no tener nada. Jesús dijo que la vida del hombre no consiste con la abundancia de los bienes que posee; sin que esto sea, que la vida del hombre si consista en escasez de bienes que posea. Esto se debe analizar en su contexto.

c.    La resurrección de Jesús es un acontecimiento y verdad fundamental

   Jon Sobrino desarrolla la Resurrección: ‘“´Este número monográfico está dedicado a la Resurrección de Jesús como acontecimiento y verdad fundamental para la fe cristiana. Queremos en este artículo recordar otra verdad no menos fundamental para la fe: que el resucitado no es otro que Jesús de Nazaret crucificado. No nos mueve a ello ningún a priori dolorista, como si no pudiera en la fe un momento de gozo y esperanza, ni tampoco un a priori dialéctico que fuese necesario conceptualmente para la reflexión teológica. Nos mueve más bien una doble honradez, con los relatos del Nuevo Testamento por una parte y con la realidad de hombres y mujeres por otra. Con los primeros queremos decir que es preciso recordar que el resucitado es el crucificado, por la sencilla razón de que es verdad y de que es así –y no de otra manera- se presenta la resurrección de Jesús en el N.T. Esta verdad no es una fáctica de la que hubiera que tener noticias, como un dato más del misterio pascual, sino una verdad fundamental, en el sentido de que fundamenta la realidad de la resurrección y, de ahí, cualquier interpretación teológica de ella. Con lo segundo queremos que la humanidad actual –y ciertamente donde escribe el autor- existen muchos hombres y mujeres, pueblos enteros que están crucificados. Esta situación mayoritaria de la humanidad hace del recuerdo del crucificado algo connatural y exige ese recuerdo para que la resurrección de Jesús sea noticia concreta y cristiana, y no abstracta e idealista. Por otra parte, son estos crucificados de la historia los que ofrecen la óptica privilegiada para captar cristianamente la resurrección de Jesús y hacer una presentación cristiana de ella. Esto es lo pretendemos hacer a continuación: concretizar cristianamente algunos aspectos de la resurrección de Jesús desde su realidad de crucificado, lo cual, a su vez, se descubre mejor desde los crucificados de la historia.

d.    La resurrección de Jesús es el triunfo de la justicia de Dios

   Prosigue Sobrino: El triunfo de la justicia de Dios. Muy pronto, a través de un proceso creyente, se universalizó lo ocurrido en la resurrección de Jesús. Cruz y resurrección empezaron a funcionar como símbolos universales, de la muerte, como destino de todo ser humano y su anhelo de inmortalidad, como esperanza de todo ser humano. El poder resucitante de Dios se presentó como garantía de esa esperanza más allá y contra la muerte. Todo ello es correcto, pero no conviene precipitarse en este proceso de universalización, sino ahondar antes en la historicidad concreta del destino de Jesús. En la primera cristiana, aunque de forma ya estereotipada, la resurrección de Jesús fue presentada de la siguiente manera: ‘Ustedes, por la mano de los paganos, lo mataron en una cruz. Pero Dios lo resucitó, rompiendo las ataduras de la muerte (Hech 2, 24; cfr., el mismo esquema Hech 3,13-15; 4,10; 5,30; 10,39; 13,28ss). En este anuncio se da fundamental importancia al hecho de alguien ha sido resucitado, pero no menor importancia se da a la identificación de quien ha sido resucitado por Dios. Este hombre no es otro que Jesús de Nazaret, el hombre que, según los evangelios, predicó la venida del reino de Dios a los pobres. Denunció y desenmascaró a los poderosos, fue por ello perseguido, condenado a muerte y ejecutado, y mantuvo en todo ello una radical felicidad a la voluntad de Dios y una radical confianza en el Dios a quien obedecía. En los primeros discursos se le identifica el “santo”, el “justo”, el “autor de la vida” (Hech 3,14s). Y muy pronto se interpreta su destino de muerte como la suerte que corrieron los profetas (1 Tes 2,15). La importancia de esta significación no consiste solo, obviamente, en saber el nombre concreto de quien ha sido objeto de la acción de Dios, sino que a través de esa identificación, de la narración e interpretación de la vida del crucificado, se entiende de qué se trata en la resurrección de Jesús. Quien así ha vivido y quien por ello fue crucificado, ha sido resucitado por Dios. La resurrección no es entonces solo símbolo de la omnipotencia de Dios, como si Dios hubiese decidido arbitrariamente y sin conexión con la vida y destino de Jesús mostrar su omnipotencia.

e.    La resurrección de Jesús es la respuesta de Dios

   Concreta Sobrino: La resurrección de Jesús es presentada más bien como la respuesta de Dios a la acción injusta y criminal de los seres humanos. Por ello, por ser respuesta, la acción de Dios se comprende manteniendo la acción de los seres humanos que origina esa respuesta: asesinar al justo. Planteada de esta forma, la resurrección de Jesús muestra en directo el triunfo de la justicia sobre la injusticia, no es simplemente el triunfo de la omnipotencia de Dios, sino de la justicia de Dios, aunque para mostrar esa justicia de Dios ponga un acto de poder. La resurrección de Jesús se convierte así en buena noticia, cuyo contenido central es que una vez y en plenitud la justicia ha triunfado sobre la injusticia, la víctima sobre el verdugo…  (18)               

f.     La resurrección de Jesús, ¿podría haber sido un acontecimiento desde la perspectiva cuántica?

   Debo confesar que este interrogante es una “metáfora” y una “especulación” propia, que quizás haya asidero en una mentalidad más amplia del Cristo Cósmico en el presente o futuro. Me declaro incompetente de verdad. No busco nada de sensacionalismos ni nada parecido, ni estoy descubriendo el agua tibia, nada de eso. Perdonándome, la ortodoxia conservadora anclada a la retaliación de un “fundamentalismo” caduco y obcecado que se está petrificando en el tiempo que dice mucho y no dice nada. Develar el velo del “Misterio” no es nada sencillo. Es posible que nunca lo sepamos en esta vida. La vieja teología y la historicidad no se han puesto de acuerdo, no creo que se casaran en la retórica desmedida de la interpretación medieval de la resurrección de Cristo.

   Desde luego, no tengo los datos para precisar lo que pudiera explicar con lo referente al misterio de la resurrección de Jesús entre los muertos. Ni soy el más indicado ni nada por el estilo. Para nadie es un secreto que, se narra no en el momento mismo, sino, en lo posterior de la resurrección. Nadie vio como resucitó –eso no significa la veracidad como tal-. Nadie puede decir que es un evento visto como tal –eso no significa que no haya pasado- . No obstante, no digo que no sea real –Dios me libre de ser un apostata-. Es totalmente real y verdadero que el resucitado fue el crucificado. Lo que cuestionamos es los elementos de interpretación teológica doctrinal basados en una explicación nula y si relevancia que no admite nuevas fórmulas de una perspectiva resucitante del Nazareno Jesús.

   Jesús resucitó de otra manera, que podríamos decir –con temor y temblor- que Dios le levantó de los muertos y su mensaje con él de una manera que le llamaríamos “sobre-natural”, para el pensamiento “medie védico”, pero, en una era moderna donde se puede explicar los acontecimientos de forma física-química y física cuántica, quizás, nos atrevemos a pensar una resurrección en la “cuanta resucitante”, donde lo “sobrenatural” y lo “cuántico” son dos modos de contrapuestos que se unen en una dimensión de la verdad revelada y la verdad cuantificada de dos verdades en una. Perdonadme este agravio. Esto no es nada doctrinal ni teológico, es más bien, un pensamiento más reflexivo en perspectiva, que lo dejo para las próximas generaciones cuando los fundamentos se fundan por si solos, como está muriendo lentamente los abstractos por lo novedoso. Y tengamos que buscar “nuevas fórmulas” como los cristianos de antaño para no dejar morir la fe, la esperanza y el amor. Si los antiguos seguidores de Jesús no se hubieran atrevido a buscar sus propias interpretaciones no tuviéramos casi nada de la vida, obra, muerte y resurrección de Jesús. Quizás podría ser un comentario atrevido para más adelante. No lo tengo como una meta.

   

XI. PISTAS PARA LA REFLEXIÓN

 

   Pasemos, analizar las reflexiones de este comentario para su comprensión y saber entrelazar el texto bíblico con el contexto histórico en nuestra actualidad contextualizada. Aclaramos que solo son presupuestos para elevar la conciencia o para la meditación de lo que concebimos la vida cristiana como un mover alternativo a los dictámenes del orden actual. Tal como en Jesús y sus seguidores, tal como el día de hoy. Veamos las coincidencias de los tiempos bíblicos e históricos. 

-       La historia es un ciclo de cosas que se repiten constantemente, casi, a calco y copia de los acontecimientos. Podrá pasar el tiempo, pero no ha pasado la constante que se repite sin cesar.  

-       Las cosas no han cambiado mucho en el odio por el otro; del no reconocernos como a iguales. Esto ha costado tanto y no está resuelto.

-       Los seres humanos no han entendido su propia condición de ser humano, cree, en unos poderosos y otros despreciables. Y los miserables se siente a gusto de ser tratado de una manera desigual, en muchos casos.

-       Lo único que cambia son los nombres, la geografía y la época, pero todo sigue casi igual como ayer y hoy y, posiblemente hacia el futuro si no hay cambios significativos que refleje la armonía de la vida.

-       Lo que vemos ahora es el reflejo del pasado y viceversa. Sigue siendo la condición humana la que está en contracción. Una condición sometida a los prejuicios de una casta dominante, que designa todo, y que todos deben seguir. Y muchos no saben qué hacer y otros son conformistas.

-       De los imperios y reinos encontramos los fundamentalismos que da paso a los conservadurismos que someten al pobre y desvalido.

-       La fe, la esperanza y el amor son las fuerzas que nos mantienen vivos para el vivir viviendo. Esta ha sido una máxima de los verdaderos cristianos fieles y verdaderos de todos los tiempos. De los que con lágrimas sembraron con regocijo segarán.

-       Se debe tener en cuenta el momento histórico y no repetir los mismos errores cometidos anteriormente. Las personas son objeto de confusión en momentos difíciles. Cuando los caminos se ponen duros, solo los duros caminan.

-       La verdadera enseñanza produce cambios positivos, en donde todos podemos sumar y no restar, multiplicar y no dividir. Hacia una enseñanza liberadora de todo egoísmo que cambie las desigualdades y veamos un mundo mejor.

-       La condición socioeconómica de los pobres y desposeídos o los invisibilizados puede cambiar en la medida de potenciar los talentos, habilidades y destrezas que en conjunto en el bien común, sería un escudo fúndante y determinante para la reivindicación de las personas.  

-       Las parábolas o comparaciones de la vida misma, de todo lo que les rodeaba a Jesús y sus discípulos o seguidores, les abría los ojos del entendimiento para la acción. Aun, cuando, al principio muchos no entendían, con el tiempo se abría el caudal de las posibilidades para sacar lo bueno para lo productivo. Debemos recordar que las parábolas o comparaciones tienen un lenguaje socioeconómico.    

-       Una conciencia elevada es el arma del tiempo que tenemos para saber en dónde estamos y qué hacer. La conciencia es la suma de la ciencia, entre más conciencia, dependiendo, si la ciencia, está encaminada para el bien común. Un conocimiento liberador hacia una conciencia liberadora, de todo yugo de esclavitud.   

-       El mensaje, enseñanza, ejemplo y misión de Jesús son los motivos que el creyente tiene para creer que el evangelio es el proyecto liberador y salvador. La fuente y fórmula fúndante era para Jesús el Reino de Dios o Reino de los Cielos como también lo calificaban para la época.   

-       La vida de Jesús trasciende la muerte de lo pasado y da paso a la resurrección de lo nuevo y provechoso. Esta ha sido la fórmula que los cristianos tuvieron con el paso del tiempo. Esta fórmula no puede ser vista fuera de la realidad misma. Debe ser encarnada en la realidad, de lo contrario no tiene sentido bíblico e histórico.

-       Jesús muere y resucita de entre los muertos y por nuestra fe estaremos en su presencia, es una presencia no tanto lineal sino más bien como cíclica, si me lo permiten. Esta ha sido la fe esperanzada de los hijos e hijas de Dios. En palabras paulinas, ¿Dónde está oh muerte tu aguijón, donde oh sepulcro tu victoria? Sorbida es la muerte en victoria. 

-       La vida es un camino y Jesús nos acompaña en ese caminar, sin embargo, Jesús nos invita a seguir su camino, su verdad y su vida. No estamos solos ni indefensos. Saldremos adelante ante todo obstáculo, y sentiremos que somos capaces de superarnos a nosotros mismos.

-       Por mucho tiempo, la ciencia y la religión han estado en contraposiciones que no encontraron una hoja de ruta. Los acontecimientos bíblicos a la luz de la historia tampoco ha tenido eco que conlleve a una unificación. Aunque, parezca contradictorio o absurdo: ¿podemos no pensar que dos modos antagónicos o dos cosas distintas, que se unan por sí sola? ¿Por qué no poder hablar de los campos cuánticos en una era de la informática, telemática hablar de los acontecimientos bíblicos no resueltos y envueltos en mitos y argumentos antiquísimos?

-       Todo lo ante expuesto solo son presupuestos para el debate, o la reflexión en todo caso. No pretendo hacer de estos argumentos algo que conduzca a fines mezquinos o personales. Simplemente, se pueden tomar o dejar, está a la clarividencia o análisis para la reflexión o la acción si fuese necesario.   

 

 

NOTAS: (1) Pablo Richard. El Jesús Histórico y los Cuatro Evangelios. Memoria, credo y canon para una reforma de la Iglesia. Servicio Bíblico Latinoamericano. Fuente: www.servicioskoinonia.org/relat/343.htm (2) El Jesús histórico. Las enseñanzas de Jesús. Mercaba. Tema 6. Fuente Web. http://www.mercaba.org/FICHAS/upsa/tema_06.htm (3) Palestina en los tiempos de Jesús. Wikipedia la enciclopedia libre. Fuente Web. https://es.wikipedia.org/wiki/Palestina_en_tiempos_de_Jes%C3%BAs (4) Referencia: Oppermann, H. (1968). Julio César. Rowohlt Taschenbuch Verlag Gmbh, Hamburgo. 29 pp. Fuente Web. https://es.wikipedia.org/wiki/Palestina_en_tiempos_de_Jes%C3%BAs (5) Uso y Costumbre de la Biblia. Página 446. 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Lectura de la resurrección de Jesús desde los crucificados del mundo. “Sal Terrae”, marzo de 1982. Servicio Bíblico Latinoamericano. Fuente Web. http://servicioskoitanonia.org/relat/219.htm.  *Traductor de Español / Ingles de Google.

 

Acerca del autor:

 

JAIRO OBREGÓN nació el 13 de abril de 1964 en Maracaibo, Venezuela. Cursó estudios como Bachiller en Teología, en el Instituto Bíblico Bautista de Maracaibo y graduado por el Seminario Teológico Bautista de Venezuela (S.T.B.V.), desde 1987-1994. Fue, fundador de la Fundación Misionera Obregón, en una experiencia misional de ayuda integral con los indígenas Wayuu, Yucpa Y Barí (ya desde antes en los noventa con Misión Bautista) en el occidente venezolano, desde 2002-2014. Egresó como Licenciado en Educación Mención Desarrollo Cultural, en la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, con el auspicio de la Fundación Misión Cultura, entre 2005-2012. Estudió y graduó como Licenciado en Ciencias Bíblicas y Teológicas por el Centro Venezolano de Estudios Teológicos (CEVET), y el Seminario Doctor Martín Lutero, desde 2007-2014. Es un cristiano laico, teólogo laico y librepensador. Es escritor articulista, ensayista, comentarista e investigador en su Blog y Página en internet (HTTP://OBREGONJAIRO212.BLOGSPOT.COM).

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