A propósito de dos acontecimientos que la semana pasada fueron noticia,
en un mundo altamente interconectado vía satélite e internet, se es preciso
comentar y que nunca debe pasarse desapercibido son el pan para los pobres, la
paz en el mundo y la justicia practicada, ejercida de manera no desigual. Hoy
por hoy, se plantea estos desafíos en medio de la turbulencia desbordada por
los centros del poder mundial, es decir las trasnacionales.
Se puede tener crecimiento
económico con justicia social respetando la naturaleza, ¿Por qué no? ¿Por qué
no podemos vivir entre hermanos sin distinciones algunas? Estas son acotaciones
que se deberán responder con el tino del tiempo que se hace historia.
“El 16 de octubre de cada año, se celebra
el Día Mundial de la Alimentación, proclamado en 1979 por la
Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y
Alimentación (FAO).
Su finalidad es concientizar a los pueblos
del mundo sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en
la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza. El día coincide con la
fecha de ARROZ fundación de la FAO en 1945.
El Día Mundial de Alimentación (DMA) fue
establecido por países miembros de la FAO en la Reunión General de la
Organización numero 20, en Noviembre de 1979…”[1]
“En el Día Mundial de la Alimentación
se denuncia el hambre en el mundo. La ONU declaraba que 850 millones de
personas pasan hambre en el mundo y esta cifra se está manteniendo en esta década.
A esta escalofriante cifra se debe añadir
la cifra de malnutridos, por lo que obtendríamos un total de 1500
millones según Oliver De Schutter, especialista en la ONU sobre el derecho a la
alimentación. Se puede considerar que una persona está mal nutrida cuando no
tiene los elementos esenciales para el desarrollo físico y sicológico de los
niños, en palabras textuales del experto: ‘si midiéramos la malnutrición en
lugar del hambre, no ya el déficit de calorías sino el micro nutrimentos esenciales
para el desarrollo de los niños, como yodo, hierro, vitaminas, las cifras
serian aun más considerables: pasaríamos por lo menos a 1500 millones.
El problema radica del aumento de los
precios de los productos básicos, cosa de la que nos quejamos
habitualmente en el primer mundo debido a la crisis. Cuando esto ocurre no solo
hay menos comida sino que se reparte menos, es decir, a nosotros nos cuesta más
pero podemos seguir consumiendo, el tercer mundo no. Esto no se ve por la
población e instituciones como prioridad en muchas ocasiones aun que sí lo es
realmente como nos explica De Schutter.
El fenómeno del hambre en el mundo se
desarrolla a día de hoy concentrándose en el África Subsahariana quienes
siguen sufriendo las peores consecuencias. El foco del hambre se va
concentrando en esta zona mientras Asia, América Latina u Oceanía reduce el número
de personas que sufren de hambre. Por lo tanto, el número total de personas
afectada se mantiene y pero solo se agrava y concentra en el África
Subsahariana.
Según Luc Guyan, presidente independiente
del Consejo de la FAO, se debe incentivar la proporción de las ayudas agrícolas
en –el- mundo que ha pasado de 20% a un 4% en la actualidad. Hoy martes 16 se
están reuniendo en Roma representante de 40 países y 20 ministros para tomar
medidas al respecto…”[2]
Al mismo tiempo que se debe luchar por el
pan en el mundo, de igual manera se debe seguir trabajando por la paz entre
todos y todas en el mundo sin descalificaciones raciales y culturales. Es perentorio
que cada región en el mundo no vea la paz como algo lejano e imposible de
lograr, como si tuviésemos hablando de una utopía o algo parecido. Hoy más que
nunca se debe alzar la voz a favor de la paz verdadera en un mundo
convulsionado por la vorágine capitalista de extracción de los recursos
naturales, este es el meollo del asunto: poseer a como dé lugar. Consumir a
como dé lugar, sin importar nada ni nadie.
Como contraparte a este asunto de todos,
hemos visto por los medios de comunicación electrónicos que el día 18 de
octubre de este año en curso, se dio, un paso más de paz, al conflicto armado
que lleva varias décadas en Colombia. Tanto el Gobierno Constitucional de
Colombia como la Organización Guerrillera de FARC-EP se sentaron en una mesa de
diálogo o de negociación (según las partes) para seguir buscando una salida política
y necesaria en estos momentos de la historia, de ese país suramericano.
“El comienzo de las conversaciones se
llevó a cabo en Oslo, Noruega, como había sido programado en el ‘Acuerdo
General para la terminación del conflicto y construcción de una paz estable y
duradera’ firmado en la Habana, Cuba, a finales del mes de agosto…
El texto señala que ‘desarrollo
agrario es el primer tema de la Agenda acordada y se abordará a
partir del 15 de noviembre en la Habana, Cuba’. [3]
Este conflicto se extendió en Colombia por
la tenencia de la tierra. Es decir, ¿Quién tiene la tierra? ¿Cómo se ha de dar
una reforma agraria? Lamentablemente, el no tener un punto de acuerdo entre
ambos grupos y por intransigencia al dialogo común y con respeto, se propagó el
conflicto armado más viejo en América Latina. Rogamos a Dios por todo el
esfuerzo que se esté desarrollando para levantar puentes de paz en medio de la
guerra, que ya no haya victimas de ambos lados, porque todos son colombianos,
hermanos entre sí, hermanas entre sí, que ojala desaparezcan los odios de
clases, que podamos ver la paz como garante de la Patria Grande Latinoamericana
y Caribeña. Amén.
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