Mucho, mucho se ha dicho, mucho se ha escrito,
hay demasiada información, pero todavía no sabemos por qué tanto silencio y
tanto desprecio entre hermanos o vecinos. El Gran Conflicto en las tierras del
lejano oriente, u oriente medio, como se quiera ver tiene una serie de implicaciones
recurrente y preocupante ante la inercia e ineptitud de los organismos
internacionales qué no sé, para qué sirven.
La guerra
actual que estalló hace poco, una nueva y continuada operación, cuando apenas
en pocos días de que el Papa de la Iglesia Católica convocó a los líderes de
Israel y Palestina en el Vaticano se vino nuevamente a bajo por la falta de
conciencia y voluntad. No hay una verdadera motivación concreta de llegar a un
acuerdo entre las partes. Ambas partes están sumergidos de odios y recelos
mutuos. El conflicto se agudiza y se pierde la paz y la buena convivencia.
Este
conflicto se remonta al paso de los imperios tanto otomano y británico. El uno
apoyaba a Palestina y el otro a Israel. No es tan cierto que este conflicto se encumbre
a los tiempos bíblicos como se quiere manipular con la religión judía y también
cristiana. Este conflicto es la consecuencia de los imperios que vinieron a
apoderarse de sus riquezas y crearon esta situación de un callejón sin salida
en estos momentos.
Los
criterios de parte y parte se convierten en un debate dónde cada uno quiere
sacar partido pasando por encima del otro. El tratamiento de la información
varía desde la fuente que lo quiera transmitir, sacando partido los señores del
poder mundial. Las Naciones Unidas se lavan las manos, la Unión Europea se
frotan las manos, los Estados Unidos mira para otro lado porque cada uno quiere
su parte de la torta. En el fondo huele a hidrocarburos. Esta es la verdad de
fondo. Este conflicto es por la riqueza de la energía y de la tierra que no lo
van a decir. Mágicamente cuando se termine todo estoy seguro que el petróleo ganará
la guerra por las potencias occidentales que son la mano que mueve la cuna. Eso
huela a petróleo u otro recurso que ya han estudiado desde luego.
Israel se defiende argumentando que tiene pleno derecho a defenderse. Lo
curioso es, que no vemos por ningún lado dónde están sus víctimas y destrozos. Ellos
afirman que su población está siendo atacada y que tienen que actuar
preventivamente. Su gran poderío bélico y militar no tiene comparación. Por vez
primera están atacando por tierra con grupos de soldados bien armados en
territorio de Gaza. Actúan unilateralmente. No escuchan a nadie. Sólo ellos son
los indefensos de las armas de los palestinos. Se parece a la vieja onda de
David frente Goliat. Los palestinos son terroristas. No hay más remedio.
Palestina es un gran campo de concentración a cielo abierto. Parece que
están pagando en vida los que los Nazi hicieron en la Segunda Guerra Mundial a
los judíos. Esa es la verdad oculta. No le pueden perdonar que los árabes hablaran
con la Alemania Nazi para la destrucción de los judíos. Pero vemos que los
palestinos no tienen derecho ni a tener un circo, ni a pescar, ni a festejar
sino es bajo la imposición del sionismo.
El conflicto
lo originaron los árabes, pero es curioso que ningún país árabe hasta la fecha
de esta intervención bélica no se haya solidarizado con la causa palestina, es
decir, están solos a su suerte. Palestina es la sacrificada. Esto se nota por
la grosera manipulación por los grandes medios y las redes sociales que le dan
un tratamiento desigual al conflicto de dos vecinos que comparten un mismo
territorio.
Es por eso que en el otro lado, vemos los
muertos dónde los niños y niñas que sufren las atrocidades del poderío israelí.
Se observa bombas de racimo o de fosforo dónde lanza más de cien filamentos que
destruye todo su paso contra los palestinos. La superioridad es gigantesca y
brutal. No se puede responder con una barbarie sin misericordia alguna. Fuentes
alternativas dicen que se trata de una limpieza étnica, porque son los niños
los que caen. Se afirma que el Estado Sionista de Israel quiere abarcar mucho
más territorios porque consideran que les pertenecen.
Desde
luego, se tiene que reconocer que los judío fueron sometidos por cientos de
años por todos los imperios que lo hollaron, tal como la profecía de Jesús, al
que ellos no aceptan como Mesías, “que Israel seria hollada por los gentiles”,
se cumpliera a cabalidad. Desde el año 70 después que el Imperio Romano les
destruyera pasaron por miles de penurias y crímenes por lo largo de casi dos
mil años. Todos sabemos la gran matanza perpetrada por los nazis de llegar al exterminio.
Mucho dolor. Muchas muertes incontables. Pero observamos que dicha matanza fue
operado en los campos de concentración que estaba en Europa. No en tierra
santa, como comúnmente se denomina.
Son
las corporaciones o trasnacionales las que están metidas hasta cuello. Todo esto
se oculta. Ahí está metidas las manos de los poderosos. Repito, ese conflicto
huele a petróleo puesto que en Gaza hay una gran reserva de gas natural en sus
costas con el mar mediterráneo. A eso nos referimos. Esa es la pura verdad. No se
siga manipulando más.
Nos
duele tanto los niños y niñas palestinos y judíos. Todos tienen derecho a vivir
en paz. No queremos ver que una parte destruya a la otra. Por el amor a Dios,
basta de matar por los recursos naturales. Alto al fuego, pedimos por la paz de
Israel y la de Palestina. Oremos porque ambos sean uno, que se quiten las
enemistades. Sabbat Shalom a Israel. Salam Maleicum a Palestina. Te lo pedimos
oh Dios. Amén.
JAIRO
OBREGÓN.
14/07/2014
Maracaibo, Venezuela.
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