Hace unos pocos días estuvimos compartiendo en un
acompañamiento con nuestros hermanos indígenas Wayuu en algunos velorios, al
cual fuimos invitados nuevamente de manera respetuosa en este año en curso.
Como es propicio de su cultura la comida abundante y bebida son parte de los
usos y costumbres que valoramos de un pueblo que no se resigna en perder su
identidad y arraigo ancestral.
Observando y participando, nos encontramos con la inquietud latente –por
lo menos en Jagüey de Monte un poblado de la Concepción al oeste de Maracaibo
de los hermanos y hermanas indígenas que han desarrollado una iglesia o
comunidad de creyentes de la UEPV[1], donde
se valora y respeta la interculturalidad indígena como parte de su pastoral
Negra India y contra toda discriminación, éste es un movimiento liberador del
Evangelio para la cosmovisión de los pueblos originarios- que la
“desestructuración”[2]
de la cultura Wayuu por parte de algunas iglesias evangélicas y pentecostales
es un motivo preocupante de investigar.
Nuestro
propósito no es ni enjuiciar, ni señalar, ni nada parecido. Esta observación
nace del sentir de los indígenas que se sienten menospreciados por sus propios
hermanos. La situación ha llevado al desconocimiento de los valores, usos y
costumbres de la etnia wayuu, por parte de otros wayuu, en un enfrentamiento
intercultural. El etno—racismo[3] ha
desestructurado la estructura socio—cultural por una postura religiosa
dominante traída de la mentalidad colonial que todavía permanece como modelo
desestructurante y modelador de otras culturas lejanas, antiquísima y fuera del
contexto bíblico. Lo que verdaderamente se esconde es la estructura del odio de
clases, que hace que se enfrenten hermanos de una misma raza, por enfoques
distorsionados ajeno a la armonía y respeto entre todos.
“…Los
investigadores que los primeros cambios y desestructuración que sufre la
experiencia religiosa wayuu actualmente ha sufrido modificaciones a tal punto
que “Maleiwua[4]
(su principal deidad) se convirtió en el Dios cristiano, los mitos perdieron
fuerza y los ritos referidos al culto de las deidades desaparecieron, quedando
sólo algunos aspectos de todo el sistema prácticas y creencias religiosas
propias de la cultura indígena.
Los comunicadores señalaron que desde los
años 70 y 80 ingresaron misiones pentecostales a la región, estableciéndose en
comunidades que basan su prédica en la Biblia, y quienes resaltan el rol de
Espíritu Santo, expresado en la noción de haber renacido, expresado por signos
evidentes como el don de lenguas o glosalalia[5] en los
momentos de trance, y don de profecía, y sanidad.
…el
proselitismo[6]
realizado por estas iglesias evangélicas donde sus líderes juzgan toda creencia
anterior acusándola de demoníaca. Sin embargo, la incidencia de las nuevas
iglesias evangélicas en el sistema religioso wayuu, frente a los elementos de
su cosmovisión ha jugado un papel fundamental en la preservación de la cultura
wayuu y de cohesión de los miembros de los grupos familiares, pese a que hace
dos décadas, los espacios de la Guajira venezolana y colombiana han sido
escenario de campañas de reclutamiento de diferentes grupos evangélicos
pentecostales y un grupo significativo de wayuu ha abrazado la nueva religión.
La presencia de las iglesias evangélicas
pentecostales dentro del medio wayuu ha tenido repercusión en la comunidad,
porque en la nueva creencia se busca darle sentido a la tradición con relectura
de los ritos más importantes de la experiencia religiosa wayuu. Lo que
pareciera contradictorio, dadas las restricciones de acceso a lo que es la
doctrina de las Iglesias pentecostales, generando así una ambivalencia en los
comportamientos cotidianos y en los rituales-
Las
comunidades explicaron que tras de las razones por las cuales las iglesias
cristianas pentecostales han sido exitosas en este medio es por su carácter de
organización simétrica, lo que facilita un acoplamiento con la unidad de
organización política y social wayuu. Esto también permite a quienes se
convierten en pastores conservar su autoridad local (apüshi).
…ante los
cambios que se observan en la experiencia religiosa wayuu y las combinaciones
de las expresiones religiosa que están gestando pudiera originarse un nuevo
tipo de sincretismo…”[7]
Por todo lo expuesto, todavía se domina por la
estructura de poder esclavizante que confunde para dividir y luego seguir con
su hegemonía con la religión cristiana occidental, la cual, juzga la cultura
que no se le arrodille ante sus vacas sagradas y becerros de oro. Prácticamente
acusan a otras culturas confundiéndolas para perpetuarse. El sincretismo[8]
religioso es un motivo de observación continua. Es una gran trampa. De alguna
manera todos estamos en el meollo del enredo. Debemos seguir educando para la
liberación de los pueblos oprimidos por la tergiversación. La tarea no es nada
fácil. La batalla está en la mente y en las emociones. Aprendamos a descolonizar
la conciencia. Te lo pedimos Padre Dios de todos y todas. En Jesús, Amén.
JAIRO
OBREGÓN
08/04/2014
Maracaibo, Venezuela.
[1]
Unión Evangélica Pentecostal Venezolana
[2]
Desestructuración o descomposición interna de la estructura
por diferencias
generalizadas.
[3]
Racismo dentro de la propia etnia.
[4]
Maleiwa, deidad principal Wayuu.
[5]
Glosalalia o pronunciación de una o varias
Lenguas.
[6]
Proselitismo, acto de convencer a los demás
a unirse a su procedencia.
[7] http://www.noticiacristiana.com/sociedad/2006/12/denuncian-
desestructuracion-en-cultura-wayuu-causados-por-iglesias-evangelicas.html
[8]
Sincretismo, un intento de unificar dos polos opuestos.
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