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lunes, 17 de junio de 2013

El Caballo Negro del Apocalípsis: “El Hambre”…




     Son muchas las explicaciones que saturaron las mentes de los seres humanos desde tiempos apocalípticos. Nos encontramos con una serie de similitudes en el mundo antiguo cuando el Imperio Romano dominaba todo el mar mediterráneo en los tiempos de Jesús hasta el Juan de Patmos, y aun muchísimo después sus prácticas han sido perfeccionadas en los tiempos hasta nuestros días, por el imperialismo continuado desde hace más de Dos Mil años. Es decir, nada es nuevo, siempre ha sido.

     “El Imperio Romano fue el primero en dominar todo el mundo Mediterráneo, desde Inglaterra (y las costas occidentales de Europa) hasta el mar caspio y las fronteras de los partos. La historia humana [del mundo antiguo] jamás había visto un bloque económico y comercial tan inmenso, ni ciudad alguna [de los tiempos apocalípticos] había cosechado los beneficios materiales del imperialismo como lo hizo Roma.

     El botín de los triunfos militares, las valiosas obras de arte de Grecia, Egipto y otros países conquistados, y los constantes tributos de las colonias y provincias, tanto en dinero como en productos, todos fluían hacia Roma para llenar de riqueza y lujo a la ciudad capital. Floreció un amplísimo comercio, también en beneficio de la Urbe (y las minorías privilegiadas del Orbe). El Talmud [Literatura Judía] conserva un dicho popular: al mundo bajaron diez medidas de riquezas, y Roma se quedó con nueve[…].
     El tercer caballo [de Apocalipsis], es de color negro, es obviamente de carácter económico. Su jinete lleva una balanza, símbolo de la vida comercial. Según el Antiguo Testamento, el vender pan por peso, significaba gran escasez y el correspondiente racionamiento. Después una voz anuncia los precios, y son precios de espanto: Un quénice de trigo por un denario, y tres quénices de cebada por un denario (Apoc.6:6)

     La voz procede de en medio de los cuatros seres vivientes (el orden creado de la vida consciente); no parece ser ni un ángel ni uno de los cuatro seres vivientes. Se deja intencionalmente ambiguo; pero parece representar algo así como la voz del comercio, una personificación de las fuerzas económicas. El denario era el sueldo del jornalero por un día de trabajo, y el quénice equivalía a 1,079 litros [un cuadragésimo octavo 1,081 aprox.], siendo la ración diaria de trigo para una sola persona. Cicerón nos informa que normalmente el denario compraba doce quénices de trigo y 24 de cebada (In Verrem, 3.81). Así, el precio del trigo marcaba un aumento de 1.100% y el de cebada, alimento de animales (1R.4:28) y de las clases pobres (Rt.2:17; Ezq. 4:9) de 700%.
     El tercer caballo corre a galope, y su galopante inflación afecta, desde luego, precisamente a los alimentos indispensables para la sobrevivencia de los de abajo. [A los pobres explotados por el Imperio]…
     El tercer caballo es claramente una protesta enérgica contra el comercio internacional explotativo. Mientras el pueblo muere de hambre por falta de trigo y cebada, los latifundistas cultivan uvas y aceitunas para la explotación lucrativa. Mientras falta la alimentación mínima del jornalero, abundan los lujos para los terratenientes de Asia Menor y los privilegiados de la ciudad capital" [Imperial].[1]
     Hoy como ayer, padecemos las mismas medidas de dominación por los alimentos. Ayer fue el Imperio Romano, hoy son una serie de implicaciones que obedecen a la dominación Mass Imperial. No es que el planeta tierra no produzca alimentos, el problema es la distribución de los alimentos a cargo del comercio tras nacional. Nos informan que ya las grandes trasnacionales están comprando los alimentos hasta más del año 2025. Como medida los ricos acumuladores están pensando que los pobres coman insectos, bichos y cualquier rastrero como medida para frenar el hambre, lo que ellos no dicen es para que puedan quedarse con el resto de los alimentos. De confirmarse estos espeluznantes anuncios nos queda pensar y actuar antes de que provoquen la debacle mundial, acusando desde luego a los países del tercer mundo y su empeño de garantizar el pan para el hambre del hombre, la mujer, el niño y la niña, para todos los necesitados. ¿Qué vamos a esperar?

     La FAO organismo de ONU, dio un reconocimiento hace poco al esfuerzo iniciado desde hace 14 años a Venezuela por haber establecido una alternativa de producción y distribución de alimentos a precios subsidiados al pueblo [2], este hecho importante es por una serie de políticas públicas de tiempos de Revolución. Al mismo tiempo, este País al norte de Suramericana, esta siendo asediado en una guerra de desabastecimiento y contrabando de los productos básicos por parte del empresaria-do opositor, que al saber que tal reconocimiento es dado, deja galopar el caballo del hambre cual signo apocalíptico, logrando desasosiego, disconformidad y miedo en la población. Claro esta que la culpa es de otro, del pueblo, del gobierno progresista, hasta de cualquiera que ellos acusen, menos de sus manos especulativas y depredadoras. Su campaña de descrédito da resultados en una parte sensible de la población haciéndose eco de los rumores y patraña empresarial--politiquera. Éstos señorees sirven a los fines MassImperial cómo en el Apocalípsis se denuncia contra el Imperio Romano de entonces.      

                                                               En esto pensad.

JAIRO OBREGÓN

FUNDACIÓN MISIONERA OBREGÓN




Twitter: @obregonjairo
Facebook: Fundaobregon Obregon

2013-05-16 horas: 11:38pm. San Francisco, Venezuela.





[1] Juan Stam. El Apocalipsis y el Imperialismo Romano. 1979. Google Chrome
[2] Fuente: Correo de Orinoco.

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