El Cambio Climático, y lo
que podíamos deducir o denominar, la Eco-Navidad, o una navidad ecológica, es
un signo de consideraciones. Si, frente a la destrucción del Planeta y el
Hombre como dos especies en extinción, no por el Planeta en este caso, sino,
por unos de sus seres el Homo Sapiens, el coloso destructor de los ecosistemas,
provocando una nueva Era Geológica: El Antropoceno, según los científicos.
La COP25 en Madrid, España
(2019), ha arrojado unos “seis puntos clave tras dos semanas de negociaciones,
son todavía muy “insipientes”, y de poco efecto real o verdadero, declaran los
expertos. En medio del caos climático, ambiental dichas medidas, no son tanto
para accionar de un corto plazo, sino, que vislumbra hacia el mediano y largo
plazo. La urgencia climática no puede esperar tanto, dado, que, el “paciente”
Planeta no puede esperar que las condiciones humanas se den, por no enfrentar
el verdadero problema: El Hombre. Somos nosotros los seres humanos los
responsables de la inestabilidad del clima, hacia esos 2º Celsius (o
centígrados), a lo que se esta enfrentando los océanos, y todos los
ecosistemas. Los seres humanos pertenecemos a los ecosistemas, somos parte del
ecosistema humano, si se quiere, y está latente cambiar de estilos de vida. Hay
que cambiar el paradigma, para cambiar el clima-ecosistemas. Ese es el desafío,
que cambie el hombre, su modo de vida consumista y no responsable, su modo de
producción ilimitada de los recursos naturales en un planeta limitado.
Sigo a Jesús y su proyecto
de Buenas Nuevas a la humanidad entera, a favor de los pobres. Pienso, en un
Eco-evangelio de la Casa Comun, o lo que denominamos para estas fiestas una
Eco-navidad. Como cristiano laico, teólogo laico, educador y librepensador
escribo en el quehacer reflexivo prof-ético. Veamos en contexto.
1.
OH VERDE NAVIDAD. CÓMO REDUCIR EL IMPACTO ECOLOGICO DE ESTAS FESTIVIDADES.
La Bioguia declara: “Navidad es la época de amor, de dar,
pero el ambiente es víctima de esta temporada. Todos sabemos que más allá del
significado religioso de la Navidad, la temporada es un pretexto excelente para
demostrar amor, solidaridad, compasión; para reconciliar, reflexionar y para
plantearnos metas, además, claro, de los regalos, las compras, los festejos
etc.
Pero la Navidad también
puede tener su lado negativo. Si, el ambiente es víctima de este festejo, pero
pequeños cambios en las dinámicas de estos días pueden ayudar muchísimo a que
las cosas sean distintas.
¿Sabías que se estima un
aumento en la generación de basura de aproximadamente 30% durante estas
fiestas? ¿O se desperdicia alrededor del 40% de la comida? ¿O que el gasto
energético (por aquello de la iluminación) también de dispar, elevando con ello
las emisiones de gases de efecto invernadero? Ahora ya lo sabes. Hagamos
conciencia y tengamos compasión del planeta. –advierte la Bioguia.
La temporada navideña es
tiempo de sueños y deseos, y todos debemos saber que nuestras acciones sí
cuentan, que lo que parece poco es en realidad una gran contribución, y que
todos aportamos un pequeño cambio, pronto podríamos darle un giro a la Navidad
y hacerla más verde, más amigable con el entorno, más sustentable.
Desde
Greenpeace, te damos algunos consejos para reducir el impacto ecológico de esta
festividad.
NO MAS PLASTICO, NO DESECHABLES, NO
UNICEL POLIESTIRENO EXPANDIDO.
Los plásticos de un solo uso
representan unos minutos de comodidad a cambio de un severo y prolongado impacto
ambiental. ¿Cuánto tiempo usas un vaso? No más de unas horas, y al tirarlo irá
a parar a nuestros ecosistemas, contaminando por años.
Cerca del 90% de toda la
basura que flota en los océanos es plástico. Cada año se lanzan más de 13
millones de toneladas de este material a los mares. ¿Puedes imaginarlo? Mejor
que cada quien lave su plato.
AHORAR
ENERGIA.
Las luces que adornan las
fachadas, calles y arbolitos, elevan el consumo energético hasta un 30% en
estos días y noches. Se ven increíbles, no se trata de prescindir de ellas,
sino de hace (r) un uso consciente y moderado. Desconecta todos los adornos
cuando no estés en casa o no tengan que estar prendidos. Usa menos el auto, así
tu consumo de gasolina disminuye, y una vez el tráfico y las emisiones.
1.3.
COCINAR
JUSTA CONSCIENTE.
Procura comprar solo lo que
vas a consumir. Aproximadamente un 40% de los alimentos terminan en la basura.
Usa ingredientes locales, no de exportación. Cocina menos carnes y más verduras
y frutas. Adquiere tus insumos en el mercado, sin envolturas plásticas.
1.4.
REUTILIZA.
De verdad, Navidad no
significa estrenar ni gastar. Puedes utilizar tus adornos navideños, tus bolsas
de regalo, la ropa. Sé un consumidor responsable, ¡el planeta y tu bolsillo te
lo agradecerán!
1.5.
REGALOS.
Hay tres tips básicos: no
baterías, no envolturas, no moños. Procura regalar objetos que no utilicen
pilas. Si las necesitas, procura que sean recargables. En cuanto a las
envolturas hay muchas maneras originales de envolver regalos sin comprar más
papel. Utiliza bolsas viejas, periódicos, revistas, telas y listones lindos.
Y TU ¿ESTAS LISTO PARA PASAR
UNA NAVIDAD VERDE?" (Bioguia | Oh verde Navidad: cómo
reducir el impacto ecológico de esta festividad | Angélica Simón | Navidad
Verde | Copyright 2018 | Todos los derechos reservados | F/Web). [https://www.bioguia.com/hogar/verde-navidad-impacto-ecologico_69502399.html?utm_source=newsletter&utm_medium=email&utm_campaign=cms].
2.
ECOLOGIA Y TEOLOGIA DE LIBERACION.
De acuerdo con Leonardo
Boff: “La Ecología integral y la Teología
de la Liberación tienen algo en común: ambas parten de un grito. La Ecología del grito
de la Tierra, de los seres vivos, de los ecosistemas agredidos por el tipo
de crecimiento material ilimitado que no respeta los recursos ilimitados de la
Tierra.
La Teología de la Liberación
nació al escuchar el grito de los pobres económicos,
de las clases explotadas, de las culturas humilladas, de los negros
discriminados, de las mujeres oprimidas por la cultura patriarcal, de los LGBT
y portadores de necesidades especiales. Todos gritan por liberación. De esta
escucha nacieron las distintas tendencias de la Teología de la Liberación: la
feminista, la indígena, la negra, la histórica entre otras. En todas ellas el
respectivo oprimido es siempre el sujeto y protagonista principal de su correspondiente
liberación.
Es importante recordar que
ya en los años 80 del siglo pasado quedó claro que la misma lógica que explota
a los oprimidos y a las clases empobrecidas, explota también la naturaleza y la
Tierra. La marca registrada de la Teología de Liberación es la acción por los
pobres, contra la pobreza y en favor de su liberación.
Dentro de la categoría pobre
debe ser incluido el Gran Pobre que es la Tierra, pues al decir del papa Francisco
en su encíclica teológica “nunca hemos maltratado y herido a la Madre Tierra
como en los dos últimos siglos” (nº 53). Por lo tanto, no fue por factores extrínsecos
que la Teología de la Liberación incorporó el discurso ecológico, sino que
deriva de su propia lógica interna que da centralidad al pobre y al oprimido.
También quedó muy claro que
el modo de producción capitalista es el causante del grito de la Tierra y del
grito del pobre. Si queremos la liberación de ambos, necesitamos superar históricamente
este sistema. Aquí se trata de contraponer otro modo de habitar la Casa Común,
que sea amigable con la Tierra y liberador.
El paradigma del mundo
moderno, el poder como dominación sobre todo y sobre todos, alcanzó su maxima expresión
en la cultura del capital, generador de desigualdades: una injusticia social y
otra ecológica. Es individualista, competitivo y excluyente.
Debemos, entonces,
contraponerle otro paradigma. Este será el cuidado. Más que una virtud, el
cuidado comparece como un nuevo paradigma de relación con la naturaleza y la Tierra:
no agresivo, amigo de la vida y respetuoso con los demás seres. Si el paradigma
dominante es un puño cerrado para someter, el del cuidado es de la mano
extendida para entrelazarse con otras manos y proteger la naturaleza y la
Tierra. (Leonardo Boff | La Columna Semanal de Leonardo Boff 959 | Ecología y Teología
de Liberación 2019-12-11 | Servicios Koinonia | F/Web). [http://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=959].
En estas fiestas navideñas,
y el transcurso de la vida misma, tenemos un reto compartido con la continuidad
en sana paz y cuidado, como expresión del reino de Dios. La Madre Tierra y sus
hijos e hijas los humanos merecemos un mundo mejor en esa armonía y equilibrio
requerido. El cambio climático y nuestro estilo de vida son la tarea res-tante
y re-tante. Otro mundo es posible si podemos creer y actuar en consecuencia. Desde
el grito que gime a una, a la Tierra y el Hombre son el mayor cuidado supremo. Hagamos
conciencia. Pensemos diferente. Vale la pena pensar en esta utopia de la paz y
de la esperanza para encontrarnos como en un todo, para todos.
En esto pensad
JAIRO OBREGÓN
19/12/2019
Maracaibo, Venezuela
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