Hablar
y recordar a Michael King -nombre de nacimiento- (1929-1968), que
después adoptara el nombre de Martin Luther King en nuestro contexto
histórico es un referente que se puede pasar por alto. A quién dió
todo por sus ideales de justicia y convivencia entre los
afrodescendientes y los blancos caucásicos estadounidenses de su
época, es y será una señal en la cima de la montaña que marca el
camino de vernos como a iguales, en un mundo donde apunta a la
desigualdad, entre otras por la diferencia de su color o posición
social, religioso y/o político.
King,
fue un pastor bautista de la iglesia de color que se atrevió a dar
un antes y un después ante los atropellos que vivian los originarios
de áfrica, 'esclavos que fueron traídos a la fuerza a trabajar como
bestias porque la mano de obra indígena ya había menguado frente al
hambre y a 22 horas de trabajo día y noche de los colonos europeos'
(Eduardo Galeano). En pleno siglo XX, los afrodescendientes no podían
tomar un autobus porque eran excluídos por completo.
La
culpa de ser diferente por su color de piel y de pensamiento, originó
en King un sueño que le costó la vida. El ver a sus cuatro hijos
ser libres y caminar con la frente en alto por el hecho de ser
respetado su color de piel. Para esto King, adoptó una posición
parecida a la de Mahatma Ghandhi (Alma grande) en la India. Como
también lo fue Nelson Mandela (Madiba) en Sur África donde el
aphartei (separados) dividiera la sociedad entre blancos y negros.
El
Doctor Martin Luther King fue incomprendido por la mayoria de la
sociedad y la iglesia. Su visión no tuvo mucha cabida en las mentes
que perseguía la mentalidad separatista de los años sesenta. Los
medios de comunicación no cesaban en su conjura de malponerlo y
vejarlo. Aun sus propios compañeros no le entendía que en una
sociedad podían vivir todos sin la negación de los derechos civiles
a la que King predicara como un apóstol de la enmancipación
verdadera.
King
expuso en 1958 su punto de vista sobre la segregación racial y la
espiral de desigualdad y de odio que provocaba en su libro Stride
Toguard Freedom Story ('La Marcha hacia la Libertad, la Historia de
Montgomery'):
“CON
FRECUENCIA, LOS HOMBRES SE ODIAN UNOS A OTROS PORQUE SE TIENEN MIEDO;
TIENEN MIEDO PORQUE NO SE CONOCEN; NO SE CONOCEN PORQUE NO SE PUEDEN
COMUNICAR; NO SE PUEDEN COMUNICAR PORQUE ESTAN SEPARADOS”.
(Wikipedia)
EL
SUEÑO DE SER LIBRES del odio y la separación fue y es un legado
que dejó King a los de su tiempo, que curiosamente, también en este
tiempo donde los afrodescendientes son perseguidos hasta llegarlos a
matar por el simple hecho de ser de color. Solo el año pasado, por
ejemplo, una niña que cumplía 15 o 16 años y estaba festejando en
su casa con otra niñas de su edad, una señora blanca llamó a la
policia por no aceptar que festejara su cumleaños, y un policia
blanco la sacó de su casa, la golpeó y la arrastró por todo el
frente de su casa sin que nadie moviera un músculo. Este hecho fue
noticioso por los medios de comunicación y por las redes sociales
como acto de intolerancia racial en un país que fustiga a muchos
países por los derechos humanos, cuando no cumple con esos derechos
como tal.
HAVE A
DREAM NO DEBE MORIR MIENTRAS HAYA RACISMO. No
podemos aceptar la intolenrancia como hecho normal en la sociedad
actual. El legado de King no puede pasar al olvido, al basurero de la
ignominia, al abismo de la injusticia e inequidad contractual. La
iglesia debe hablar y enseñar sobre el legado de King, sobretodo la
obra bautista con todas sus estructuras fundantes en el mundo (lo
digo con todo respeto). Enseñemos que la lucha debe continuar, que
los derechos civiles que predicó King den la fortaleza necesaria
entre un mundo desigual.
Matin
Luther King, el “Matin Luthero de Color” -nombre adoptado por la
familia-murió con una bala asesina que le cortara la vida en pleno
ejercicio por las libertades civiles. Hacemos este reconocimiento a
su memoria y legado histórico.
Aprendamos
que todos tenemos la misma sangre roja, que todos tenemos un cuerpo
con colores y tonalidades diferentes, que todos somos -nos guste o
no- provenientes de África -según la antropología y la genética-
que todos comemos, caminamos, respiramos en este planeta a la que
llamo AguaTierra donde todos cabemos en la casa de todos. Esta debe
ser la premisa, la esperanza de que concibamos un mundo mejor, más
bello, donde el color sea una gama de colores que adornen la vida de
los seres humanos.
Por
último, como diría aquel negro en su himno de libertario:”¡AL
FIN LIBRES!” ¡“AL FIN LIBRES”!
¡VIVA
MARTIN LUTHER KING! ¡VIVA SU SUEÑO DE LIBERTAD!
En
esto pensad.
JAIRO
OBREGÓN
04/04/2016
Maracaibo,
Venezuela.
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