Todo está relacionado en la vida, el cuerpo, y las
expresiones psicosomáticas de manera interdependientes. Las condiciones del
espacio y tiempo afectan directa e indirectamente en nuestro andar y ser
completo. Del efecto en que vivimos, sentimos, y experimentamos, son los
dolores y malestares que padecemos. Todavía necesitamos comprendernos y
observar que la capacidad de respuesta a nuestras quejas está en acción permanente
con el perdón. Allí depende gran parte de nuestra sanación.
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Casi
todas las culturas y religiones (incluyendo nuestra tradición judeocristiana) tienen sus
terapias de restablecimiento espiritual que conlleva a la curación y sanación.
Sin embargo, la carga de culpa por todo, y en todo, por sus predicamentos y reglamentos,
hace que muchas gentes vivan confusas y
enfermas, nuevamente, agravando su situación. No es mi intención clasificarlas
o desclasificarlas, sólo paso a dar un método que ayude si fuese necesario a la
sanación que es impedida por los complejos y miedos y culpas no perdonadas por
nosotros mismos.
El
periodista Christopher Barguero publicó: “Cuando el cuerpo grita lo que la boca
calla”, un revelador artículo que re—escribo en nuestro Semanario para una
mejor comprensión y asimilación para el cuidado de la salud de forma holística.
Veamos.
“Estoy
convencido: para vivir plenamente, debemos aprender a escuchar lo que dice
nuestro cuerpo. La primera vez que me percaté de ello fue el espectacular libro
de Louise L. Hay “Sana tu vida”, luego, fui descubriendo en diferentes filosofías
y tendencias sobre el pensamientos y crecimiento personal –como la metafísica,
la programación neurolingüística, terapia Gestalt, theta healing, ressonance
patter, reiki, bioenergía y hasta el yoga- se explica que, aun cuando en algunos casos las enfermedades
se deben a un gen, la mayoría de las personas sufren y padecen males porque,
acumulan resentimientos, odios, cólera, furia, viven aferrados al pasado y a
las ideas del pasado, cargan cólera, odio, tristeza, viven para complacer a los
demás o según los patrones establecidos como correctos, no se aceptan así
mismos y carecen de amor propio de manera incondicional, cargan sentimiento de
culpa, frustraciones, resentimientos y demás emociones que surgen a través de
los pensamientos que no controlan y llega un momento en el que el cuerpo dice,
pues esto tiene que salir por algún lado y es a través de cantidad de síntomas
o enfermedades, que no es más que el cuerpo hablando, porque aunque un medico
nos revise y nos medique hay padecimientos que se prolongan y en buena parte
puede deberse a que hay que ir a la raíz de lo que está provocando el mal para
poder erradicarlo.
…todos creamos nuestras experiencias a través
de los pensamientos que decidimos hacer nuestros y a través de estos surgen los
sentimientos que nos llevan a las acciones y de ahí los resultados. Sólo que
muchas veces, al negarnos a que esto es así de simple como te lo digo, negamos
nuestro poder culpando a otros de nuestras frustraciones. De hechos nuestra
vida no es más que un reflejo de nuestro estado mental: si en nuestra mente hay
paz, armonía y equilibrio, entonces nuestras vidas pueden solamente ser armoniosas,
pacíficas y equilibradas. Y si tenemos pensamientos negativos ya sabemos qué es
lo que pasa.
Nuestro
cuerpo es sabio y habla, por eso hay que aprender a escuchar qué es lo que nos
quiere decir, para, desde ahí, ir a la situación que nos genera malestar
sanarla y vivir sin hacernos tanto daño. Muchas veces el cuerpo grita lo que la
boca calla, y es entonces la cosa estalla en situaciones nada agradables.
Afortunadamente, cantidad de tendencias y hasta estudios médicos han confirmado
que podemos prevenir o bien, sanar, si identificación –identificamos- la
situación que ocurrió en el paso o los sentimientos que cargamos y que no nos
permiten avanzar.
De
acuerdo con la parte donde se presenta el signo, habrá una explicación
emocional para el mismo. Te explico que, quienes han estudiado el tema por
años, afirman, ya que estoy convencido de que te vas a identificar con algunas
de las causas:
Por
ejemplo muchas veces una gripa –gripe- representa lágrimas no lloradas o
reprimidas y éstas buscan salir por donde sea; mientras que si te duele la
garganta, es porque tienes cosas pendientes por decir, no eres capaz de
comunicar tus aflicciones. El cuello representa tu flexibilidad como persona;
el dolor en los tobillos, el avance y la resistencia que tienes ante la vida.
Quienes usan lentes o tienen problemas para escuchar es porque cosas que ven o
escuchas que no le son agradables. Los problemas estomacales hablan de la
convivencia y además la habilidad para digerir las situaciones. Otra parte del
cuerpo que recibe muchas de nuestras emociones es la espalda. Según los
expertos, las molestias en la espalda baja usualmente reflejan preocupaciones
económicas o sensación de falta de apoyo, la espalda alta cuando presenta
molestias nos dicen que estamos cargando cosas que no nos corresponden.
Más ejemplos: se dice tienes problemas con
tus muslos es relacionado con lo que los demás esperan de ti o lo que crees que
esperan los otros de ti; si la situación es con las pantorrillas, está
vinculado a lo que yo espero de mí mismo. En el caso de las rodillas, tiene que
ver con cómo articulo las expectativas internas y las externas, se dice también
que es cuando tu orgullo no se doblega. Si se trata de los tobillos, la
situación es cómo vinculo mis expectativas con la realidad; mientras más abajo
relacionado con los pues –pies- habla del apoyo, soporte y equilibrio. Si te
duele la frente, es relacionado con la manera en la que enfrentas el mundo. Los
problemas con el corazón son relacionados con problemas emocionales básicos, de
afecto primarios. Y depende de la manera en la que asimiles el mundo, sufrirás
de problemas con los dientes y encías. El dolor de cabeza deprime cuando las
dudas aumentan, las uñas se quiebran cuando las defensas están amenazadas, la
presión arterial, sube cuando el miedo aprisiona.
Entre otros, se dice también que si
acumulas un volumen excesivo en las caderas, quizás estés cargando con
sentimientos de culpa o deseos de vergüenza o con un miedo residual a
agresiones sexuales que convertiste en peso para protegerte..." (Sigue en una segunda entrega).
JAIRO
OBREGÓN
17/09/2014
San Francisco, Venezuela.
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