Continuando con la investigación educativa de
la cultura Wayuu en cuanto al velatorio, nos encontramos que existen varios
pasos en el proceso. La experiencia compartida y vivida en el marco del segundo
entierro al que fuimos invitados, nos brinda una idea más expedita de nuestra
observación—participación más entrevistas. Esto nos lleva a buscar una
explicación un poco más ampliada según investigaciones recogidas de expertos
calificados de la misma etnia en tal caso. De igual manera, hemos tomados los
trabajos recopilados a nivel universitario.
En tal
sentido, los caracteres descritos en wayunaiki son tomados como referencias de
las fuentes investigadas. Cada “clan” tiene, y contiene, una consonancia
lingüística que respetamos y valoramos. Nosotros los “alijunas”, los que no
pertenecemos a un clan específico nos hacemos eco de lo investigado. Pedimos
disculpas por la pronunciación fonética que no corresponda. Dejamos a nuestros
hermanos wayuus de cada clan hacer las correcciones del lenguaje requerido.
Veamos.
De acuerdo con el investigador y profesor José
Finol del Laboratorio de Investigaciones Semióticas (LISA), Universidad de
Zulia de la Facultad de Ciencias Maracaibo Venezuela, nos proporciona vía
online lo siguiente:
“…A continuación se describirá cada uno de los
componentes de esta primera etapa Quataa
(muerte): Inmediatamente que se produce
la muerte se envía mensajeros a avisar a los familiares. El antropólogo guajiro
Guerra Cúrvelo afirma que: “A un velorio debe invitarse a personas
prestigiosas que tengan una relación de
reciprocidad con la familia de uno. Es significativo en los velorios invitar a
aquellos grupos familiares que suelen invitarnos a sus propios velorios (E
1994).
Ma´yalajuu
o´ulu (Cadáver en reposo):
Una vez que ha ocurrido el fallecimiento el cadáver se deja en reposo durante
un breve tiempo (entre 30 a 60 minutos). Según Fernández esto “es con la
finalidad de que el muerto tenga la oportunidad de acomodar sus pertenencias, acomodar
las ropas y enseres que se va a llevar consigo. Si no hacen eso, puede quedar
penando el alma del muerto en la casa donde falleció (1995:5). Frecuentemente
las ropas del difunto son recogidas y se guardan en una susu (mochila), la cual normalmente se cuelga del techo de la casa.
A´yotuna
ale´eru awarianta (Embalsamamiento):
Una vez finalizado el reposo, los familiares proceden a verter en el estomago
del difunto de medio litro a un litro de chirrinche (ron). El propósito de esta
operación es evitar que el cuerpo comience a descomponerse demasiado rápido.
Hoy es común que el ron, siguiendo costumbres occidentales, sea sustituido por
formol.
O´oojinusu (Lavado del cuerpo): Los familiares proceden a bañar, con
agua y jabón, el cuerpo de la persona fallecida. Este paso del proceso de
preparación del cadáver tiene no solo que ver con la descomposición del cuerpo
sino también con la presentación del mismo. Generalmente se usaran las mejores
ropas para vestirlo. Además, bañar el cuerpo es un acto de amor, según se
desprende del testimonio de Luis González: Lo bañan (al difunto) porque lo
quieren; al que no quieren no lo bañan, como si fuera un animal” (E 1995).
María Uriana del clan Uriana, asevera que “si no lo bañan (al difunto) lo
sueñan mucho porque todavía está entre nosotros” (E 1995).
Asakaa
na antacana sunain alapajaa (Bienvenida y saludo a los asistentes): El recibimiento de los
asistentes al velorio, amigos, familiares y personas de prestigio, pone de
relieve su carácter social y en particular su constitución como acto de
reafirmación de los lazos de solidaridad y amistad que prevalecen entre los que
allí se encuentran. A las familias que asisten al lugar del velorio se les
asignan lugares específicos donde permanecer, donde colgar sus chichorros y
recibir sus alimentos y bebidas que serán consumidos. De este modo los
familiares de la persona fallecida se convierten en anfitriones obligados a
entender el bienestar de las personas que llegan, así como brindarles las
atenciones que estos merecen…”[1]
Este
estudio de los pasos entre el primer y segundo entierro wayuu tiene un acervo
cultural que debe ser difundido entre todos/as para su mejor comprensión.
Todavía falta redactar los subsiguiente pasos que detallaremos según la fuente
consultada.
Las
consideraciones y expresiones de la cosmología—espiritualidad Wayuu es un
desafío significativo para comprender mejor a nuestros semejantes, dejando el
lastre del exclusivismo religioso medieval del abuso teísta al que nos enclaustraron.
Debemos buscar un dialogo o puente firme
de entendimiento fraterno con todas las culturas de este mundo. Aprendamos a
conocernos ampliamente. En esto consiste el evangelio que extiende el puente de
amor ejemplarizado en el Jesús cósmico.
JAIRO OBREGÓN.
07/02/2014
[1] http://www.joseenriquefinol.com/v4/index.php/articulos/articulos-
en-espanol/23-etnografia-del-rito-reciprocidad-y-ritual-funer
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