Inicio: Este es un tema que nos llama la atención porque nos pone a pensar. La Biblia y la Ciencia ha sido un debate de siglos, pero que ahora de una manera sorprendente se evidencia la existencia de Dios no porque lo digan los científicos afectos o por deferencia sino por la propia experiencia del Gran Creador del universo infinito. Del portal Código Oculto presentamos lo siguiente:
""Imagínatelo: Ciencia y religión, eternos rivales en un combate cósmico en la jaula: ecuaciones frías contra la fe ardiente. Pero, ¿y si estuvieran secretamente en el mismo equipo? Un rebelde formado en Harvard, el Dr. Willie Soon, astrofísico con alma de astrónomo, soltó una bomba en el programa de Tucker Carlson "Network" que ha hecho vibrar a todo el mundo.
Dice que una simple fórmula matemática no solo insinúa a Dios, sino que prácticamente prueba que el "Gran Tipo" ha estado moviendo las palancas detrás de la cortina del universo todo el tiempo. Abróchate el cinturón, porque esta historia comienza con una explosión (la Grande) y termina con una ecuación divina que podría reescribirlo todo.
La pista cósmica: la danza fantasmal de la antimateria
Retrocedemos hasta 1928. Un cerebrito llamado Paul Dirac - piense en él como el Sherlock Holmes de los misterios subatómicos - dio con algo descabellado. No perseguía a Dios, sino que trataba de averiguar por qué algunas partículas se desplazan más rápido que la propia luz. Armado con E=mc² de Einstein (la señal de límite de velocidad del universo) y la bola de cristal cuántica de Schrödinger (que predice dónde pueden aparecer las partículas), Dirac las unió en una ecuación tan elegante que haría llorar a un matemático.
Pero he aquí el giro: los números arrojaron algo extraño: un electrón con energía negativa. Una sombra. El mundo científico se rascó la cabeza: ¿energía negativa? ¿Qué es eso, un pagaré cósmico? Dirac se retractó y dijo que no se trataba de un fallo, sino de una imagen espectacular de la propia materia: la antimateria. Cuatro años más tarde, los rayos cósmicos que caían del cielo revelaron los positrones, el primer hola de la antimateria. Dirac, apodado el "padre de la antimateria", había abierto un nuevo campo de la física: la teoría cuántica de campos, donde el universo zumba al son de una sinfonía de fuerzas invisibles.
Ahora, el Dr. Soon interviene con una sonrisa. Tras el Big Bang, la materia y la antimateria deberían haber nacido como gemelas: parejas iguales en una danza mortal. Mismas cantidades, cargas opuestas, destinadas a chocar y borrarse mutuamente en un destello de pura nada. Pero aquí está el truco: todavía estamos aquí. El universo se ahoga en materia -estrellas, planetas, tú, yo-, mientras que la antimateria es apenas un susurro. Ese desequilibrio, dice Soon, no es un caos aleatorio. Un juego amañado. El diseño.
El espectáculo de fenómenos bien ajustado
Soon no se detiene ahí: tiene todo un circo de coincidencias cósmicas en la manga, lo que él llama el "argumento de la regulación fina". Imaginamos el universo como un funambulista galáctico, haciendo equilibrios sobre un cable tan fino que es una locura. Las leyes de la física -la gravedad, la relación de masas protón-electrón, la constante cosmología- están perfectamente ajustadas para que la vida pueda pavonearse. Un pequeño ajuste y se acabó el juego.
¿Las probabilidades de que todo esto encaje por pura suerte? Más escasas que un neutrino colándose a través de una pared de plomo. El punto de Soon: alguien -o algo- sabía cómo sintonizar está radio cósmica a la estación exacta donde la vida podría cantar.
La música divina de Dirac
Volvamos a Dirac. En 1963, este genio silencioso dejó caer una frase que aún resuena:
- "Dios es un matemático de muy alto nivel".
No predicaba desde un púlpito, sino que se maravillaba ante el libro de jugadas de la naturaleza. Las leyes que rigen la realidad, escribió, están escritas en un lenguaje de una belleza y precisión tan deslumbrantes que solo un genio podría haberlas escrito.
- "¿Por qué está construido así el universo? No lo sé. Simplemente es así. Quizá Dios tiene un doctorado en cálculo avanzado y un don para construir mundos".
¿La ecuación de Dios?
Soon no es el único detective cósmico. Pesos pesados como Richard Swinburne y Robin Collins [Michio Kaku, de su libro La Ecuación de Dios la búsqueda de la teoría del todo] llevan años enarbolando la bandera del ajuste fino, señalando a la gravedad, los protones y esa molesta constante cosmológica como pistas de un misterio divino. El Dr. Soon lo relaciona todo con el descubrimiento de la antimateria de Dirac, una fórmula tan perfecta que predijo una mitad u oculta de la realidad antes incluso de la que viéramos. Para él, eso no es solo ciencia; es una mirada detrás del velo.
Entonces, ¿es este el giro argumental definitivo? ¿Un universo que no nace de tiradas aleatorias de dados, sino que ha sido creado por un matemático con dotes para el drama? Los críticos se burlan: tal vez sea solo un sorteo afortunado en un casino multiversal. O quizás estamos aquí porque tenemos que estarlo, y el "por qué" sigue siendo un encogimiento de hombros. Pero a medida que las ecuaciones se acumulan y el cosmos sigue tarareando su finada melodía, una cosa está clara: este debate tiene más capas que el horizonte de sucesos de un agujero negro.
¿Qué opinas? ¿Diseño divino o premio gordo cósmico? Coge tus palomitas; el universo no va a develar sus secretos todavía"". - fin de la cita. * [La ecuación de Dios: ¿Un matemático cósmico dio origen al universo? / códigooculto.com / Publicado el 11 Mar 2025].
Por qué es importante
A través de la historia de la era moderna la búsqueda de una "Ecuación de Dios" o "una teoría unificada" que explique todas las fuerzas del universo, ha traído a muchos físicos, astrónomos o astrofísicos a lo largo de la vida como lo hemos citado a Willie Soon, que citó a Paul Dirac, Richard Swinburne, Robin Collins, Erwin Schrödinger como esos pesos pesados de todas estas teorías. Además de lo que hemos citado encontramos también a Albert Einstein, que dedicó gran parte de su vida a buscar la ecuación de Dios o la teoría del campo unificado que cambiaría la relatividad general y el electromagnetismo; Stephen Hawking, que realizó importantes contribuciones a la comprensión de los agujeros negros y la cosmología donde exploró la posibilidad de una "teoría del todo" que pudiera explicar el origen y la evolución del universo; Michio Kaku es un famoso teórico y divulgador científico que ha escrito extensamente sobre la búsqueda de la "Ecuación de Dios" en su propio libro donde explora las diversas teorías y conceptos que podrían conducir a una ecuación o teoría unificada; Edward Witten, un físico teórico conocido por su trabajo en la teoría de cuerdas, particularmente por la teoría M, que se considera una de las candidatas más prometedoras para una teoría del todo; Steven Weinberg, un físico teórico ganador del Premio Nobel que realizó importantes contribuciones a la teoría del campo unificado, entre otros a saber.
Estos son solo algunos de los muchos científicos que han contribuido a la búsqueda de la "Ecuación de Dios". La búsqueda continúa, y es posible que futuros descubrimientos nos acerquen a una comprensión más profunda del universo de la Ecuación de Dios, o Campo Unificado, mejor dicho, de la búsqueda de Dios.
En esto pensad
JAIRO OBREGÓN
Cristiano, laico, teólogo, pedagogo y librepensador.