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viernes, 5 de abril de 2019

EL ODIO COMO ARMA DE NEUROGUERRA EN VENEZUELA Y EL MUNDO

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Rompiendo el silencio como seguidor de Jesús de Nazaret, cristiano laico que anuncia el ev-angelio –la buena noticia- de lo prof-ético –que profesa lo ético-, es decir del Ángelo de la paz, del amor, del perdón, de la reconciliación y de la justicia por los pueblos pobres y oprimidos, tanto por los viejos reinados e imperios de antaño y los nuevos imperios económicos plutocráticos y neoliberal que destruye al hombre y el planeta al mismo tiempo. No se puede llamarse “cristiano” y ser un “neoliberal” porque son antagonistas.

Ante la andanada mediática de falsas noticias que están día y noche contra la Patria de Miranda, Bolívar, Sucre y Urdaneta nuestros próceres libertarios de mi gran país Venezuela, que ondea con firmeza los colores la bandera del amarillo, azul y rojo, en esta mi preciosa tierra de gracia. Éste país que posee dos riquezas fundantes, una espiritual con el calor de su gente amable, sincera, sensible, cordial, fuerte, aguerrida echada para adelante que se crece en las dificultades. Y la segunda riqueza material con sus yacimientos y recesabas de petróleo del mundo –este es el meollo de la apetencia y tenencia imperiales y por ésta riquezas nos atacan- de gas, y sinfín de minerales estratégicos de los mejores del mundo según los expertos, agua, costas, islas, tierra fértil y mucho más.

En su afán casi descontrolado por parte del imperialismo económico de los EEUU y la UE por arrebatar, controlar, robar los recursos naturales de Venezuela –siempre habrá que decirlo hasta el cansancio-, estos poderes plutocráticos emplean toda suerte de guerra de guerras sobretodo GUERRA NO CONVENCIONAL, GUERRA CIVIL,  GUERRA DE COLORES, GUERRA HIBRIDA, GUERRA DE BAJA INTENSIDAD, GUERRA DE SIMBOLOS Y NEUROGUERRA entre otras que se opera con toda alevosía en la Guerra de 4ta Generación.

Puesto que no han podido –hasta el presente y esperamos en Dios que no suceda- intervenir militarmente a Venezuela por la vía convencional dado por su poderío de defensa y sus fuertes aliados. Puesto que Venezuela no ha dado motivo alguno de la causa bellis –causa de guerra- ante nadie. Puesto que Venezuela no tiene armas de destrucción masiva. Puesto que Venezuela no es una amenaza ante nadie. Puesto que no saben cómo apoderarse de sus riquezas y sobretodo el petróleo, orquestan sus ataques de manera inmisericorde con el primer ataque cibernético a una central hidroeléctrica, en siete ataques seguidos dejando a nuestra nación a oscuras por varios días, acarreando graves destrozos por los incendios y todo el daño ocasionados en cuantía.

Es el odio de los poderosos por las clases sociales emplean usan los “medios de comunicación” y las “redes sociales”, creando primero las “condiciones” y después lanzan las “noticias falsas”. Si, crean el “hecho” como una buena “escusa”, o “causa”, mordiendo primero como víboras, de esa manera inoculan la falsedad de los acontecimientos, de esta forma el engaño se apodera de la psiquis cambiando la mente de las personas a su merced. A esto se le llama NEUROGUERRA o guerra en las neuronas del cerebro humano. Los imperialistas saben cómo actúa la mente humana, tal como lo hicieron el propio nazismo. Es entonces que de una manera que se inyecta el veneno de odio por medio de la mentira repetida por ciento y miles, creando personas totalmente “disociadas” de la realidad por la fuerte “propaganda de guerra”, quedando afectadas, capaces de creerse la mentira, actúan en esa mentira viviendo la mentira y por esa mentira son capaces de convertirse en bestias humanas que actúan teledirijas en sus neuronas.

Cuando un hecho fortuito o alguna falla o falta se presentan, ya automáticamente, “acusan” y “persiguen” como perros sabuesos la presa, con suficiente odio en sus mentes, y no descansan hasta lograr su objetivo. Obedecen todo lo que les dicen sus neuronas que no es la realidad como tal, por el producto de la mentira y la falsedad. La gente está en shock, y, cuando despierta, si es que pueden despertar, es muy tarde. En último caso despiertan cuando el mal se ha concretado, quedando ellos mismos al descubierto, o porque sus “programadores” no le cumplen sus “expectativas”, ya cuando el enemigo ha causado el daño a su comodidad, o cuando vean que su ídolos los utilizan como tontos útiles. A este escenario lo primero que hacen es  desaparecerlos, después que les sirvió muy bien, para lograr sus fines. Cuando llegaron los alemanes a Francia los recibieron con aplausos y cuando despertaron los destrozaron a todos por igual. Al perro rabioso lo matan porque tiene mal de rabia y no vaya a ser que los muerdan cuando lleguen a buscar su botín. Podríamos  decir: “si le cedes a la tentación del diablo te puede ir muy mal sin que te des cuenta”.

A esta situación se Neuroguerra se le llama “peleas de perros” a ver quién gana, obteniendo su cometido: que es la destrucción de su objetivo que es culpable de “algo”, o es un enemigo feroz, en fin. Es decir, “que el fin justifica los medio”, de manera maquiavélica. Este tipo de estrategia la utilizan para no arriesgar mucho, o cuando no puede con su enemigo, o cuando ve que está perdiendo tiempo y dinero. Un dicho popular podría ser “no se puede coquetear con el diablo porque te saldrá muy caro”.

Nosotros no podemos caer en esta “trampa peligrosa” de la peleas entre perros. De un lado puede que está subestimando a su adversario, porque no le “reconoce” como un adversario. Y del otro lado todavía no ha peleado como tal y si reconoce su adversario y no esta mocho. El desastre seria casi total, quien se beneficia se llevaría la torta completa, desde luego se la comería solo, al que le prometió “alguito” le dará por migajas pero nunca llegara a comerse ese “poquito”, porque lo consideraría demasiado. El viejo dicho “mal paga el diablo a quien bien le sirve”.

Las neurociencias avalan esta posición dado que estudia la psiquis humana. Ellos saben que un mal que se repite en la mente verlo materializado, de inmediato surge un estallido emocional que despierta sinceros sentimientos ante una situación incómoda, o desesperante.

No es que al principio se desate la rabia que conlleva al odio inoculado, sino que en la medida que se repita una y otra vez sin remedio al perecer, a lo que se pierda la paciencia, o algo sobrevenido, es entonces que ocurre lo peor.

Esta guerra es muy peligrosa porque las personas llegan a estar disociadas, no ven la realidad en paralelo, pidiendo la destrucción de su familia y nación, solo por no ver o seguir soportando tal o cual situación, se tiran por un barranco. “No se puede creer en Dios y al Diablo al mismo tiempo”. “Si crees solo al diablo él te va a usar y a él solo servirías”, podríamos llamarlo en un conciliábulos.

Esto lo hemos vivido con las “guarimbas” (vandalismo callejero) de los años 2011, 2013, 2014, 2017, y el 2019 con saqueos y destrozos a la propiedad pública y privada. La rabia y el odio contagio a un bando que quiso destruir hasta lo más sagrado: la propiedad privada a los centros comerciales, supermercados, tiendas, locales, causando malestares por el estado de miedo y desesperación en la población por la falta de electricidad, según sus alegatos cuando ese sector pide una intervención militar y después de queja que no hay luz.

Estas personas están completamente disociadas, llevadas por el odio piden a boca de jarro “una intervención militar”, o una “guerra civil”, o una “ayuda humanitaria”, que ni es ayuda, ni humanitaria, como le hemos visto en entregas anteriores. Están convencidos que esa es una “solución”, ante una “dictadura”, que ellos mismos saben que no existe, solo se lo han hecho ver y ellos se “convencieron” de que así es la situación con un fin que ocultan y que luego develan, sacando sus garras y desdichados aquellos que caen es este fuego de guerra.

Ante ese “mal de rabia” que esta inoculado como un “odio por odio” debemos vacunarnos con una buena dosis del amor de Dios, al prójimo y a nosotros mismos –en palabras de Jesús de Nazaret a quien sirvo desde muy pequeño.

Por otro lado, la Neuroguerra es un arma muy peligrosa en el mundo entero. Altera la realidad y con eso se debe tener cuidado con confundir la realidad ya que el odio ciega. En la Neuroguerra se debe tener cuidado con la “saturación” de la verdad. Esa es una práctica  que debe ser neutralizada. Ellos tratan de confundir el sentido común como mecanismo de guerra psicológica. Esta estrategia está más dirigida a la “clase media” que siente que ha perdido sus privilegios aun cuando están atornillados al modelo neoliberal. Esa clase media reacciona contra todo con violencia fascista para recuperar sus privilegios que conciben como su “meritocracia”.

Podemos ver como la “Primavera Árabe” se materializo en una guerra de odio entre los hijos de Abrahán. El mundo vio cómo se revivió los odios culturales entre lo que se denomina la Liga Árabe, podemos ver que hermanos contra hermanos del mundo musulmán se pelean. Como lo fue con la guerra de Irak e Irán por una década, la guerra entre Israel y Egipto, Israel y Palestina –reducida, acorralada y amordazada-.     Los viejos conflictos y los odios de pasado –aun desde los tiempos bíblicos- fueron caldo de cultivo entre facciones entre los unos y los otros.

El odio desatado en Irak, por ejemplo, cuando ese país divididos Kurdos al norte, Sunníes al centro y Chiíes al sur en los tiempos de Sadam Hussein –un “dictador bueno” puesto con la venia de EEUU y después de la invasión a Kuwait pasó a ser un “dictador malo”- en Irak –la antigua Babilonia- todos Vivian en sana paz. Cuando invadieron en la “Tormenta del Desierto” en 1991 todo cambio en ese país. Los tres grupos empezaron a odiarse los unos y los otros autodestruyéndose, para dejar el campo abierto al saqueo del petróleo. Ese era –y es- el objetivo. Tras 12 años de bombardeos en un “corredor humanitario”, al país árabe debilito su poderío bélico. Ya para el 2003, cuando la segunda invasión a Irak, habían creado la matriz de que “habían armas de destrucción masiva”, y que Hussein “mataba neonatos tirándolos al desierto”, terminaron de invadir, nunca encontraron las armas de destrucción masiva y lo de los neonatos fue una funcionaria pagada para que dijera tal atrocidad. Allí el odio y la mentira fueron el modo operandis para lograr su objetivo: El Petróleo. La historia no miente, eso fueron los hechos.

Debemos evitar una “Primavera Americana” a todo lugar, empezando con elevar la conciencia por el conocimiento, entender siendo sabios e inteligentes para comprender las tretas que cada rato se utiliza, para inocular el odio como un arma de guerra muy peligrosa para llenar los bolsillos de otros.

Venezuela está siendo agredida por los EEUU, y sus países satélites que le mueven la “colita”. Venezuela es una tierra tranquila donde la gente ríe –a pesar de los pesares- canta, juega y siempre tiene un chiste, una carcajada de cada ocurrencia del día a día. Los odios de clase se han exacerbado echándonos a pelear confrontándose hermanos contra hermanos. Sin embargo, no han podido lograr su cometido porque somos un pueblos algo raro, nuestros genes son ¡70 % Caribe! y el 30% está distribuido entre negros y blancos, y fue muy difícil a los españoles poder dominarnos puesto que pasaron 100 años para lograrlos, cuando en el resto les fue casi inmediato.

Aun, cuando muchos estén confundidos creyendo que el lobo feroz en bueno que no se los va a comer, aun, con todo sus planes de la “peleas entre perros”, no ha calado –y oramos por la paz y la buena convivencia para que eso nunca pase- porque hemos elevado la conciencia, y porque no somos un pueblo malvado, cruel y odian te, y Dios nos ha socorrido y ayudado en medio del caos. Somos la tierra de los libertadores de Suramérica.
  
La América Latina es un espacio de paz y de buena convivencia. Aquí no hay guerra entre naciones hermanas y eso lo debemos cuidar mucho. Uno sabe cuándo empieza la guerra pero nunca sabe cómo termina. No existen enemigos chiquitos. Cuidemos Nuestra América del odio entre naciones hermanas. Estamos llamados a respetarnos los unos y los otros en sana convivencia y solidaridad. Basta de atropellos y de riñas que no trae nada bueno. Alcemos la voz en un canto a favor de la paz. No la paz de los sepulcros. No la paz de los sordos. No la paz de los fusiles. No la paz de las bombas. Si queremos vivir en paz, preparémonos para la paz. No hay camino para la paz, la paz es el camino dejo Gandhi. Como cristianos estamos llamados a ser pacificadores y defensores del derecho y la justicia. Jesús dijo: “Mi paz os dejo, mi paz os doy…”.

Para el odio nada

Para la guerra nada

Otro mundo es posible

Otra humanidad es posible

Un mundo de paz es posible

Amaos los unos a los otros

En esto pensad

JAIRO OBREGÓN

05/04/2019

Maracaibo, Venezuela