Jesús
dijo: “…a los pobres se les anuncia el evangelio”
(Lucas 7:22). Esta es una de las máximas que proclamó con su mensaje del
jubileo, no de fiestas, sino, de un presente continuo. A los pobres, a los
menesterosos, a los enfermos, a los hambrientos, a los invisibilizados de todos
los tiempos es el evangelio en primer término, puesto que son desvalidos y no tienen como protegerse de los
indolentes de este mundo.
Desde luego, el amor de Dios
es para todos y todas, las y los seres humanos de manera inclusiva, sin racismo,
ni clasismos, exclusivismos es este mensaje. Sin embargo, el evangelio fue y es
una respuesta directa a los pobres y desposeídos de todos los tiempos. Es un
plan del amor de Dios encarnado en Jesús que los cristianos estamos llamados a
emprender y desarrollar en todo contexto.
Este articulo reflexivo esta
concatenado con la reflexión anterior, que escribí del “Día Mundial de la Alimentación,
dije anteriormente: “Si le doy de comer a los pobres, entonces soy un santo”,
pero, “Si pregunto por qué pasan hambre, entonces soy un comunista”, me referí
que no soy ni “capitalista”, ni “comunista”, que soy un cristiano laico, y que
desde mi laicidad escribo y me hago preguntas –al parecer esto no gustó a
algunos y me bloquearon el enlace de mi blog desde una red social-.
“Recordemos
que la erradicación de la pobreza no es una cuestión de caridad sino de
justicia” –António Guterres, Secretario General de la ONU-.
La
pobreza, un Problema de derechos humanos: En todo el mundo, más
de 800 millones de personas aún viven con menos de 1,25 dólares al día y muchos
carecen de acceso a alimentos, agua potable y saneamiento adecuados, según datos
del Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD).
“Es
un mundo caracterizado por un nivel sin precedentes de desarrollo económico,
medios tecnológicos y recursos financieros, es un escándalo moral que millones
de personas vivan en la extrema pobreza”, tal como asegura en el
prefacio sobre Los Principios Rectores sobre la Extrema Pobreza y los
derechos humanos.
La pobreza no es solo una cuestión
económica. Por ese motivo, debemos dejar de observarla exclusivamente como una
falta de ingreso. Se trata de un fenómeno multidimensional que comprende, además,
la falta de las capacidades básicas para vivir con dignidad. La pobreza es en sí
mismas un problema de derechos humanos urgente y es tal vez la causa y
consecuencia de violaciones de derechos humanos, pues se caracteriza por
vulneraciones múltiples e interconexas de los derechos civiles, políticos, económicos,
sociales y culturales, y las personas que viven en ella se ven expuestas
regularmente a la denegación de su dignidad e igualdad. Reducir la pobreza y
erradicarla es por tanto una obligación de todas las sociedades.
Hace ya 30 años, el 17 de
octubre de 1987, el padre Joseph Wresinski –una de las primeras personas que
puso en evidencia el vínculo directo entre los derechos humanos y la extrema
pobreza- hizo un llamado para luchar contra esa lacra, animando a conmemorar el
Día Mundial para la Superación de la Pobreza Extrema. Cinco años después la
Asamblea General, inspirada en ese llamamiento, declaró el 17 de octubre como
el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza (resolución 47/196).
Unirse
a los más Excluidos para construir un mundo donde los derechos humanos y la
dignidad sean universalmente respetados: Este año, que se celebra el
70 aniversario de la proclamación de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, es importante recordar el vínculo fundamental que existe
entre la extrema pobreza y los derechos humanos, y el hecho de que las personas
que viven en situación de pobreza se ven afectadas de forma desproporcionadas
por numerosas violaciones de derechos humanos. (UN).
¿Por
qué existe la pobreza? ¿Por qué no se erradica la pobreza? ¿Por qué hay hambre
en el mundo? Da vergüenza histórica hacerse estas
preguntas a estas alturas de la vida. Al parecer, la “pobreza –no los pobres-
es un instrumento maligno y perverso para controlar y manipular a las masas, es
decir al ser humano pobre”. No es que sea difícil salir de la pobreza, es que
no dejan que se salga de ella. Para ello te inventan todo contra ti y no
descansan hasta lograrlo. Cuando decides ser independiente y soberano te caen
como hormigas. Es un atentado dejar de ser países pobres porque ya no tendrían
lo que buscan. Los países del norte tienen la riqueza monetaria, pero no tiene
recursos naturales. Los países del sur tienen los recursos naturales, pero no
tiene la riqueza monetaria.
La pobreza está marcada en
toda la historia de la humanidad. Casi siempre eran imperios o reinos que acudían
a la pobreza y el hambre para mantener su estatus de dominio, control y
asegurar lo que ese pueblo tenía como suyo propio. No era nada de balde, casi
siempre existen otras pretensiones de apropiarse de lo que se les acabó, o no
tuvo, y lo primero que hacen es debilitar, o tratar de que ese pueblo dependa
de las “migajas del rico y los pueblos como Lazaros” (Lucas 16: 21).
Nuevamente, decimos, que los
países ricos controlan o manejan el 80% de la riqueza del mundo, y los países pobres
se reparten el 20% restante en el mundo. El 1% de los súper ricos del mundo se
tragan al 99% de los ricos restante del mundo. ¿Qué pasará cuando solo sean los
únicos ricos de ese uno por ciento?
La erradicación de la
pobreza no se va a realizar con bonitos discursos en los foros internacionales
como Naciones Unidas, la FAO entre muchas, no es que esté en contra de esos
foros, sino que no se ven resultados, y se ven resultados son muy tibios y estériles.
No se va a erradicar la pobreza con simples promesas que nadie se atreve a ponerlas
en práctica. La pobreza no se va erradicar mientras haya desigualdad entre los
seres humanos del mundo. La pobreza es un arma muy efectiva para los poderosos
que la manejan. Y no van a dejar esa arma llamada pobreza-hambre porque
prefieren la guerra total. La pobreza es la garantía de los poderosos para
mantener su poderío. Esta es la verdad de fondo, no existe otra.
Creo que para erradicar,
eliminar y extirpar la pobreza se debe crear las condiciones para lograrla por
medio de la educación con conciencia. En los centros de estudios desde la
escuela, liceos y universidades se debe estudiar a fondo toda la problemática de
la pobreza y buscar las alternativas para erradicar para siempre la pobreza, el
hambre y la falta de recursos. La ciencia y las nuevas tecnologías deben estar
al servicio de la causa humana más desprovista o desposeída. Son las
condiciones a las que hay que atacar urgentemente.
Se debe mirar el contexto
donde viven los pobres y darles las herramientas para salir los mismos pobres
de su pobreza que estar dependiendo de migajas. No es que la mano invisible del
mercado sacará por goteo a los pobres de la pobreza –como dicen los tecnócratas
y los neoliberales-. No, y mil veces no. Se sale de la pobreza cuándo los
pobres tengan su poder de salir de ella sin la ayuda –“humanitarias”- de nadie.
No es una cuestión de caridad es una cuestión de dignidad. No es una cuestión que
sea “pobrecito”, es que tengan las mismas oportunidades y condiciones para
elevar al ser humano en su vida total o completa.
Basta de atropellar a los
pueblos pobres con deudas eternas, o con sanciones, o con bloqueos, o con
medidas coercitivas a todo nivel para multiplicar el hambre y la pobreza. Basta
que los pueblos sean protagonistas de sus propios destinos, y por favor déjennos
en paz. Acaso esto es mucho pedir en este mundo de todos. Es que no tenemos
derecho los pueblos pobres del mundo a valernos por nosotros mismos, las
comunas son ejemplo de ello que se está haciendo en Venezuela mi país. Cada país
tendrá sus alternativas al modelo impuesto desde los centros del poder mundial.
Esto no es acoso, acoso es que no nos dejen comer para provocar no sé qué cosa.
Claro, que sí, se puede
salir de la pobreza y erradicarla del mundo entero. La salvación de los pobres
la enfrentó Jesús de Nazaret con su mensaje del evangelio. Sabemos que entre
otras cosas le costó la muerte en la cruz o madero. Creyeron que todo había terminado,
pero, Resucitó. Si, Jesús Resucitó, y de igual modo, resucitaran los pobres para
una nueva vida y una nueva historia como los lázaros, de los tales o los cuales
es el reino de los cielos. El poder de la resurrección podrá con las piedras
del sepulcro de las miserias que el hombre le han impuesto. Esto es con su rayo
de luz y esperanza. Amen.
En esto pensad.
JAIRO OBREGÓN
17/10/2018
Maracaibo, Venezuela.
http://www.un.org/es/events/povertyday/