¡Que
hermoso son sobre los montes, Los pies del que trae buenas nuevas, Del que
anuncia la paz, Del que trae las buenas nuevas de gozo, Del que anuncia la
salvación...! (Isaías 52,7 NBL 2005). La navidad o
natividad es una tradición en el mundo católico-cristiano es concebida como el “Anuncio de la Buena Nueva”. Y esta
buena noticia conlleva a la paz
verdadera a favor de los pueblos pobres
y oprimidos.
Soy seguidor de Jesucristo como un cristiano laico, no sigo un dogma religioso, ni político, económico como tal, anuncio el evangelio a todos sobre todo a favor de los pobres, porque a los pobres se les anuncia el evangelio (Lc 7,22 NBL). Y escribo estos artículos-ensayos para la reflexión y la acción porque creo que Otro Mundo es posible desde la perspectiva de las teologías de liberación y del pluralismo religioso y cultural. No creo en el "neo liberalismo de ningún tipo. Creo más bien en el "altermundismo" donde todos seamos iguales en este mundo. Defiendo el Planeta Tierra Madre como la concibo donde vivimos donde sea la Casa Común.
Esta buena nueva abarca a
todos los seres humanos de piel blanca o negra, morena o mestiza de toda tribu,
lengua o nación. Todos y todas incluidos, no hay nadie excluidos –aunque hay
quienes se autoexcluyen- es la predica,
enseñanza, vida, muerte y resurrección, hablamos de Jesús de Nazaret de Galilea
que nació y trajo consigo este anuncio a la humanidad de todos los tiempos.
Los profetas del Antiguo
Testamento, anunciaron esta buena nueva de paz como buenos aportadores y
constructores de la paz. Se trató de un profetismo que de cada 10 profetas 8
fueron “profetas en lo social o popular”; y de cada 10 profetas 2 fueron “profetas
futurista o visionario” de forma aproximada. De esta manera debe ser el profetismo
cristiano en la actualidad y no la aberración de muchos que se aprovechan
peseteramente.
Miqueas, vivió en el reinado
de Ezequías. Cuando el modesto profeta llegó a la corte, se encontró con Isaías,
de quien al parecer recibió influjo literario, aunque siempre conservó su
estilo personal.
Miqueas atacó sobre todo a
los poderosos que abusaban del pobre para robar y oprimir, a los jueces
corrompidos, pero compuso también magníficos poemas de salvación, entre los que
los que sobresale la profecía de Belén, pequeña población de Judá y hará que
seres humanos puedan vivir tranquilos y Él será nuestra paz. (Mq. 5, 1-4ª).
Es que el nacimiento de
Jesús tiene un signo anunciador ejemplarizante, esperanzador y transformador.
Si acudimos al evangelio de Lucas nos damos cuenta lo significativo y
resaltante de su narrativa. María, una joven campesina se le dio un anuncio
esplendoroso, que en su vientre concebiría un niño que traería la buena nueva
de la paz.
Acercarnos a celebrar el
nacimiento de Jesús conlleva a recordar la condición de mujer y la fe de María.
El episodio llamado de la visitación, del evangelio de Lucas nos relata de
encuentro de dos mujeres madres. María, la galilea, va a Judá, la región en la
que un día el hijo que lleva dentro de ella será rechazado y condenado a muerte
(Lc. 1,39). Ante el saludo de la joven, el niño que Isabel está a punto de dar
a luz “salta de gozo” (vv 41 y 44). La madre alude poco después a lo que siente
dentro de sí; se trata de la alegría del niño –el futuro Juan Bautista-
alrededor de quien habían girado hasta el momento los acontecimientos narrados
en este primer capítulo de Lucas. Juan cede ahora el paso a Jesús. El gozo es
la primera respuesta a la venida del Mesías. Experimentar alegría porque nos
sabemos amados por Dios es prepararnos para la navidad.
Cuando Jesús nació, ese gran
acontecimiento fue anunciado en primer lugar por unos pastores. Tenemos que
saber que en aquella sociedad del tiempo de Jesús los pastores eran muy
despreciados. Se les consideraba a todos ellos como bandidos, tramposos y
mentirosos. Tanto, que no podían ser elegidos nunca como autoridad, ni
presentarse como testigos en un juicio.
Pues bien, la gran noticia
de la historia, es que el nacimiento del Redentor, no se comunicó en primer
lugar a las autoridades, ni a los sacerdotes, ni a la gente estudiada, sino a
los más despreciados de la sociedad.
El mensaje que se les da a
aquellos pastores, representantes de todos los despreciados del mundo, está
lleno de alegría y esperanza. En primer lugar se les pide que no tengan miedo.
Y en seguida los angeles anuncian “una buena noticia, que será motivo de mucha
alegría para todo el pueblo: Hoy ha nacido para ustedes un salvador…” El
nacimiento de Jesús tiene que ser motivo de gran alegría para todo el pueblo.
Ha nacido para ustedes, los despreciados y marginados de la sociedad…Gran
noticia porque comunica una gran esperanza…
Las señales que dan a los
pastores para reconocer a su Salvador son las de la pobreza. Reconocerán a su
Salvador justamente en que es pequeño, indefenso y muy pobre: Niño envuelto en
pañales y recostado en una pesebrera. Jesús no vino al mundo con señales de
poder, ni de grandeza humana. Su nacimiento es pobre, entre pobres, y
especialmente para los pobres.
La salvación del NIÑO-DIOS
viene en primer lugar para los despreciados y marginados de la sociedad. Se
comunica desde abajo hacia arriba. El que va a destronar a los poderosos, no se
presenta como un poderoso, sino como un indefenso.
Después que desapareció el
miedo y se le llenó el corazón de esperanza, los pastores se animaron unos a
otros para ir a encontrarse con aquel Niño, al que reconocieron como su Señor.
Y después de encontrar a Jesús, los pastores transmitieron aquella buena
noticia a todos los que encontraban.
Buen comienzo de año éste de
la bendición. El refrán popular ha consagrado ese deseo de “volver a comenzar”
que sentimos todos al llegar ésta fecha: Año nuevo, vida nueva”. Uno quisiera olvidar
los errores, limpiarse de las culpas molestas en la propia conciencia, estrenar
una página nueva del libro de su vida, y empezarla con buen pie, dando rienda
suelta a los mejores deseos de nuestro corazón…Por eso es bueno comenzar el año
con una bendición de labios, después de escuchar la bendición de Dios en su
Palabra.
Bendigamos al Señor por todo
lo que hemos vivido hasta ahora, y por el nuevo año que pone ante nuestros
ojos: nuevos días por delante, nuevas oportunidades, tiempo a nuestra disposición…
Alabemos al Señor por la
misericordia que ha tenido con nosotros hasta ahora. Y también porque nos va a
permitir ser también nosotros una bendición para los hermanos y bendición para
Dios mismo. Año nuevo, vida nueva, bendición de Dios.
“Ha aparecido la bondad de
Dios” en Jesús, y es hora de alegría estremecida, para hacer saber al mundo –y
la creación misma- que Dios ha florecido en nuestra tierra y todos somos
depositarios de esa herencia de felicidad.
Seguimos estando en tiempo
de Navidad, tiempo en que la ternura, el amor, la fraternidad, el cariño
familiar…se nos hace más palpable que nunca. La ternura de Dios hacia nosotros,
que expresó en el niño de Belén, inunda nuestra vida, en las luces de colores,
los adornos navideños, villancico y las reuniones familiares. Todo ayuda a ello
en este tiempo todavía de Navidad. Dejemos recalcar los sentimientos en nuestro
corazón, para que perdure a lo largo de todo el año.
Al comenzar el año, al poner
el pie por primera vez en este nuevo regalo que el Señor nos hace en nuestra
vida, vamos agradecerle con todo el corazón la alegría de vivir, la oportunidad
maravillosa que nos da de seguir amando y siendo amados, y la capacidad que nos
ha dado para cambiar y rectificar.
Pedimos a Dios –o como cada
quien lo conciba- que sus bendiciones sean de continuo para con nosotros los
que seguimos a Jesús de corazón y acción y a todos los seres de este planeta.
Pedimos que a pesar de
tantos sufrimientos, escases, estrecheces, incomodidades, malestares, carencias
podamos ver días mejores en este año de un nuevo comienzo, un nuevo nacimiento,
una nueva oportunidad donde daremos una lección al mundo. Como es el caso
venezolano que este año nuevo haya dicha, paz y prosperidad por medio de
nuestro “renacer de las cenizas” que el neo liberalismo la doctrina “dia-bolica”, que “divide y odia” –en palabras de Leonardo Boff- de subidas de precios a cada hora –único caso
en el mundo-. Basta de las “medidas coercitivas unilaterales” llamadas “sanciones,
“bloqueos” y “persecución económica” y amenazas de invasiones de países satélites
que juegan a la patota de la región para “arrodillarnos” por los grandes
recursos petroleros y mineros que poseemos. Aunque muchos lo duden, sabemos que
saldremos victoriosos como una acción “sim-bólica”
que “une y ama”, porque no somos
cobardes, ni porque no nos arrodillaremos como esclavos ante nada, ni nadie, ni
erguidos, ni postrados, solo dignos. Oh Dios te lo pedimos.
Pedimos que cesen los
conflictos de todo tipo, que cesen las guerras de todo tipo como las económicas
del neo liberalismo que nos encarecen los alimentos a estadios híper
alarmantes, que cesen los bloqueos económicos, la persecución económica que
niegas los créditos para comprar alimentos y medicinas y de esta manera crear
las condiciones de crisis humanitarias para después “ofrecer ayudas
humanitarias” que se desembocan en intervencionismos para aplastar pueblos
enteros y saquearles sus riquezas naturales y dejarlos a la muerte en vida.
Pedimos porque cese la persecución
contra los migrantes de todo el mundo. Por los cientos y miles que mueren en el
Mar Mediterráneo por causa de la guerra, convirtiendo al mediterráneo en
cementerio más grande del mundo, producto del hambre y el terrorismo como los
del norte de África, Medio Oriente y Asia. Ante la mirada cómplice del “viejo
continente”.
Pedimos por los miles de
migrantes que salen despavoridos de Centro América y el Caribe por el hambre y carestía
de la vida y falta de oportunidades a buscar “el sueño americano” y son
acusados de maleantes por esa misma hambre y la miseria que padecen. Ante la
indolencia desesperante que le vendieron “ese sueño” que muchas veces se
convierte en “una pesadilla” con consecuencias inhumana de muerte que no se
reporta por la prensa cómplice y cobarde.
Pedimos por los migrantes
venezolanos que salen huyendo buscando una buena “calidad de vida”, producto de
la “hiperinflación neo liberal a ultranza inducida” por los poderes facticos de
los centros del poder mundial, para crear el desasosiego en la nación caribeña,
andina y suramericana, e irse de mi bello país –Venezuela-. Porque no sean
maltratados, vejados, humillados por la condición de ser un venezolano o
venezolana. Cuando en este mi país hemos acogido durante muchos años a más de
un tercio de la población de migrantes de todo el mundo y nunca los deportamos,
los vejamos, humillamos, acosamos. Reconocemos que tenemos problemas serios de “unos
personeros vende patria” con corrupción gubernamental, el robo empresarial neo
liberal que causa el hambre, militares que deshonran su uniforme, comerciantes
inescrupulosos que doblan, triplican y cuadriplican los precios sobre todo de
los alimentos en fracciones de horas causando asfixia a la población y miles de
cosas más como todos los países del mundo. Lo que no entiendo que “algunos
venezolanos” reniegan de su patria y envían sus maldiciones. Eso es como hablar
mal de su madre porque cayó en desgracia. Cuidado compatriota, “no te confíes
mucho del sitio que estés por mucha abundancia que tengas”, “eso te puede durar
hasta que seas el mal de ese país y te harán tragar tu prepotencia”, recuerda que
siempre te tratarán como extranjero. Cuidado hermano que por seguir la propaganda
algún día tendrás que tragarte tus improperios. Recuerda que todo lo que sale
de ti se regresara a ti 300 veces –dijo Gandhi. Sin embargo, mi País Venezuela
es el único país del mundo donde el 75% del presupuesto nacional se dedica a la
acción social, aquí los pensionados, las mujeres embarazadas, la educación y la
vivienda es un derecho, no una mercancía, no una esclavitud. Lo único que
pedimos que nos respeten nuestra voluntad, dignidad y autodeterminación porque
declaramos a voz en cuello que saldremos adelante y será llamado “el milagro
venezolano”.
Pedimos por la Paz Mundial,
que cesen las amenazas de guerra –ahora nuclear- entre potencias consolidadas y
emergentes. Para que pueda existir un gran desarme mundial –utopia-, que las
naciones tengan un equilibrio en sus relaciones de respeto entre iguales, que
podamos darle a nuestros hijos o las próximas generaciones por nacer un planeta
seguro y que sea habitable en paz.
Pedimos por un Planeta
grande y hermoso el único que tenemos en este inmenso universo para que este
libre todo tipo de contaminación, sobre todo los gases de efecto invernadero,
por los océanos limpios, por el cuidado de los animales, por el cuidado de la biodiversidad
y todo tipo de vida para que las próximas generaciones tengan una Casa de
Todos.
Este 1º de Enero 2019
comienza La Jornada Mundial de la Paz
iniciado por la Iglesia Católica y que se ha extendido a otras confesiones
cristianas y no cristianas, donde se expresa en primer término: “No hay paz sin confianza mutua” y para
que haya confianza debe haber como primera condición el respeto a la palabra
dada. El compromiso político, -que es una de las expresiones más altas de la
caridad- comparta la preocupación por el futuro de la vida y del planeta, de
los más jóvenes y de los más pequeños, en su sed de realización. Y en segundo término:
Respeto por los derechos humanos que
abarca todos los derechos logrados y por lograr en la humanidad. Cuando el
hombre es respetado en sus derechos, como recuerda Juan XXIII en la encíclica Pacen
in Ferris (1963), brota en él el sentido del deber de respetar los derechos de
otros. Por último, en el comentario se lee que los derechos y los deberes del
hombre acrecientan la conciencia de pertenecer a una misma comunidad, con los
demás y con Dios (cf. Ibíd., 45). Por lo tanto, estamos llamados a llevar y
anunciar la paz como la buena noticia de un futuro en el que cada ser vivo será
considerado en su dignidad y en sus derechos.
Otro Mundo es posible.
Feliz Navidad, Feliz Año
Nuevo 2019.
Un abrazo fraterno.
En esto pensad.
JAIRO OBREGÓN
01/01/2019
Maracaibo, Venezuela.
http://servicioskoinonia.org/biblico/181223.htm
http://servicioskoinonia.org/biblico/181230.htm
http://www.mercaba.org/DIESDOMINI/NAV/navidad_en_familia_05.htm
https://www.agenciasic.es/2018/11/06/la-buena-politica-esta-al-servicio-de-la-paz/